Empezamos el año con volatilidad fruto de las presiones inflacionistas y las expectativas de subidas de tipos de interés de los bancos centrales, a lo que se sumó el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, que añadió una buena dosis de incertidumbre al contexto económico.
En materia de estrategias de inversión, Víctor Alvargonzález, director de estrategia y socio fundador de Nextep Finance, señala que en situaciones extremas el razonamiento no es muy diferente a como haríamos en un ejercicio de supervivencia en medio de la selva. “Si bien la información es limitada y los elementos de la naturaleza juegan en contra de nuestra experticia, hay que establecer prioridades y tomar decisiones acertadas que aumentan nuestras probabilidades de subsistencia”, apunta.
“Llevando este experimento al panorama actual de los mercados, dominados por el conflicto de Rusia y Ucrania, en supervivencia la prioridad número uno es buscar orientación y eso significa intentar mirar a medio plazo en términos de activos, sectores y países. Preguntarnos, en otras palabras, cómo será el mundo no mañana o pasado mañana sino dentro de seis meses”, aconseja.
Además, considera que podríamos sospechar que el punto de inflexión de los mercados tampoco está muy lejos. “Todo ello basándonos en que la economía global parece estar dirigida ineludiblemente hacia un entorno notablemente inflacionista en los próximos meses/años, una variable a considerar en cualquier decisión de inversión de ahora en adelante”, apunta.
Para Francisco Sainz, director de Inversiones de Imantia, a medio plazo se abren oportunidades de inversión en renta variable por tres razones. En primer lugar, considera que, a nivel global, podemos confirmar que el ciclo sigue siendo expansivo, especialmente en la economía americana.
Por otro lado, explica que las correcciones favorecen una valoración más atractiva de las bolsas, especialmente de la europea, que es la más dañada por el conflicto. Por último, considera que el sentimiento negativo que vemos en mercado a corto plazo favorece. “Entornos donde la valoraciones han sido bajas y el sentimiento de los inversores excesivamente cauto o pesimista favorecen buenos momentos de entrada para la renta variable. Creemos que esa buena oportunidad para empezar a construir cartera no solo es sensata en términos de rentabilidad a futuro, sino que además en un entorno de elevada inflación la única manera de proteger el poder adquisitivo es invertir en renta variable”, apunta.
Desde Santalucía AM recomiendan, en primer luagar, mantener la “cabeza fría” ante situaciones de nerviosismo. «Si usted, ahorrador, tiene claros sus objetivos (jubilación, compra de vivienda, etc.) y ha invertido su ahorro en base al horizonte temporal de dichos objetivos (cuanto mayor sea el plazo, mayor será la exposición que pueda tener a activos de riesgo como la renta variable) no necesita hacer cambios en sus inversiones», recuerdan.
Asimismo, recetan diversificación como medida de mitigación del riesgo. «El fondo de inversión es, en si mismo, una cesta de activos en mayor o medida diversificada. No obstante, existen fondos de inversión que invierten en base a temáticas específicas (renta variable española) y otros que invierten en base a temáticas más amplias (renta fija o variable, distintas áreas geográficas y tipos de empresas). Estos últimos son especialmente recomendables en el caso de ahorradores que no tengan un profundo conocimiento de los mercados financieros», añaden.
¿Reacciones exageradas?
Borja Durán, Fundador y CEO de Wealth Solutions, señala que parece que los mercados financieros, y las bolsas en particular, han tenido una reacción más fuerte que la de los datos económicos parecen justificar. Según explica, dentro del PIB mundial, Rusia tenía un peso estimado de 1,66% a cierre de 2021, o lo que es lo mismo, un PIB de 1,5 billones de euros. En el caso de Ucrania, su peso relativo es de 0,17%. “En consecuencia, si asumiéramos que estos dos países desaparecieran en su totalidad de la Tierra – algo que sabemos no ocurrirá, pues entre los dos países hay 180 millones de habitantes – el PIB mundial crecería en 2022 un 4,32%, es decir, 0,08% menos de lo previsto”, apunta.
A pesar de ello, la bolsa mundial, medida por el índice MSCI ACWI (All Countries World Index), perdió en la primera semana de marzo un 6,09% en euros, es decir, 5,3 billones de euros, más de tres veces el PIB de Rusia y Ucrania juntos. La bolsa ha corregido múltiples veces el efecto económico de este conflicto. Pero para Durán, desde un punto de vista económico y bursátil, la corrección ha sido mucho más significativa de lo que los datos económicos justifican, lo que podría generar una oportunidad interesante en los mercados de renta variable.
“Aquellos inversores que posean carteras de inversiones adecuadamente diversificadas podrán capear los momentos de estrés actuales y participar de la recuperación de las bolsas cuando la incertidumbre se minore, momento en el que el crecimiento mundial continuará su cauce”, señala.
Según explican los expertos de Santalucía AM: «La renta variable puede ser muy volátil en el corto plazo pero, en el largo plazo, suele mostrar rendimientos reales, descontando la inflación, positivos y sólidos», añaden los expertos de Santalucía AM. Según argumentan, el MSCI World Euro (Renta Variable Mundial), EuroStoxx50 (Renta Variable Europea) y S&P500 (Renta Variable Estadounidense) han obtenido unas rentabilidades anualizadas en la última década (16Marzo2012-16Marzo2022) notables: 10.12%, 6.87% y 14.22% respectivamente, pero sin embargo han sufrido fuertes caídas en momentos puntuales como, por ejemplo, en marzo de 2020 como consecuencia del covid o en 2018 a raíz de las tensiones comerciales entre EE. UU. y China.