Es bien sabido que los mercados de valores rinden menos durante el verano y que a los inversores se les aconseja «vender en mayo e irse». Sin embargo, un nuevo estudio de eToro sugiere que todavía hay oportunidades si se sabe dónde mirar.
La plataforma de inversión y trading ha analizado el comportamiento histórico de los mercados para identificar los índices y los sectores que habitualmente se comportan mejor durante la temporada estival (de junio a agosto).
Según los datos de los últimos 45 años, el índice mundial más rentable es el Nasdaq, con un rendimiento medio mensual del 0,77% en verano. El HSENG de Hong Kong también suele obtener buenos resultados, con una subida del 0,5% mensual de junio a agosto. En el otro extremo del espectro, el MIB italiano registra un rendimiento medio mensual en el periodo estival del -0,75%, mientras que el CAC francés suele anotarse caídas mensuales del -0,15% durante el verano y el Ibex pierde de media un 0,12%.
Los datos también muestran cuáles son los mercados mundiales de renta variable que se anotan habitualmente la menor diferencia de rendimiento entre el periodo estival y el resto del año. La Bolsa que sale mejor parada en esta comparativa es la única que no disfruta del verano: el ASX australiano. De junio a agosto, el ASX solo ha empeorado un 0,12% mensual respecto al resto del año, frente al -0,93% del MIB italiano.
«Los meses de verano suelen ser los más flojos del año para los mercados mundiales de renta variable. Francia e Italia encabezan esta tendencia, ya que es más probable que los inversores locales estén disfrutando de unos días en la playa en lugar de seguir la evolución de los mercados. Sin embargo, la historia sugiere que algunos parqués y sectores lo hacen mejor que otros, con las Bolsas de EE.UU., Canadá y Hong Kong resistiendo más que otros índices mundiales. También cabe destacar que, incluso en el llamado «verano débil», casi todos los principales índices siguen revalorizándose”, explica explica Ben Laidler, estratega de mercados globales de eToro.
«La estacionalidad del verano tiene dos factores clave. Por un lado, la ausencia del catalizador positivo del primer trimestre, es decir, las sólidas previsiones anuales de las empresas. Los primeros meses del año también tienden a beneficiarse de los inversores que reposicionan sus carteras para el año que viene, ya sea en el cuarto o en el primer trimestre, lo que lleva a una menor actividad a medida que llegamos al verano”, continúa.
“En el caso del Ibex, los datos tomados entre 2014 y 2022 muestran una rentabilidad negativa durante todos los años entre junio y agosto. Esta tendencia se puede atribuir a varios factores. Por un lado, muchos inversores toman vacaciones durante los meses de verano, lo que puede reducir la liquidez del mercado y disminuye la participación en el comercio de acciones. Este descenso en la actividad aumenta la probabilidad de una mayor volatilidad y una gran volatilidad en los precios de las acciones. Por otra parte, esta situación también es consecuencia de la estacionalidad de las noticias y eventos económicos. El verano se caracteriza por noticias económicas y financieras más irrelevantes, lo que puede limitar los desencadenantes de grandes movimientos del mercado. Esto podría conducir a un mercado relativamente tranquilo o falto de eventos, lo que podría provocar que las acciones carezcan de una dirección clara”, indica Javier Molina, analista senior de mercados para eToro.
“No obstante, es importante señalar que el análisis de estacionalidad no es el único factor para considerar al tomar una decisión de inversión. Es importante analizar a fondo los fundamentales macroeconómicos y microeconómicos, evaluar las perspectivas económicas y políticas a largo plazo y considerar otros indicadores y eventos relevantes”, continúa Molina.
eToro ha analizado también el histórico del rendimiento por sectores y ha examinado datos del S&P 500 (Tabla 2), desde 1989, y del FTSE 350 (Tabla 3), desde 2004. Las cifras muestran que los sectores defensivos típicos tienden a resistir mejor de junio a agosto, con un alza media del 0,73% mensual en el S&P 500 y del 0,92% en el FTSE 350 para los valores del sector sanitario. Los bienes de consumo básico -otro típico sector defensivo- también se han comportado bien durante los veranos anteriores, con una subida mensual del 0,52% en el S&P 500 y del 0,31% en el FTSE 350. El tecnológico ha sido otro de los sectores más rentables durante los últimos veranos, con una subida del 0,92% al mes en el S&P 500 y del 1,51% al mes en el FTSE 350.
Mientras tanto, los sectores cíclicos han tendido a comportarse especialmente mal, por ejemplo el energético (con una caída del -0,24% mensual en el S&P 500 y del -0,67% en el FTSE 350).
«La debilidad de los mercados en verano y los menores volúmenes de negociación suelen hacer que los inversores busquen sectores relativamente seguros como el sanitario, los bienes de consumo básico y la tecnología, en lugar de otros más arriesgados como las materias primas. Este verano podría repetirse esta situación, con los tipos de interés altos y los riesgos que afronta el crecimiento en aumento. También conviene recordar que cada año es diferente. En julio de 2022, el S&P 500 registró el mejor mes del año, con una subida del 9,2%, después de que en junio sufriera una desgarradora caída del 8,8%. Un recordatorio de que la historia a menudo rima, pero rara vez se repite«, concluye Laidler.