El viernes se conoció la decisión de Reino Unido de abandonar la Unión Europea. Aunque, según los expertos españoles, todavía es demasiado pronto para calibrar de una manera precisa el impacto del Brexit, consideran que el abandono no solo perjudicará a Reino Unido, sino también a Europa… y a España.
“El Brexit es sin lugar a dudas una mala noticia. Y una noticia que ha cogido por sorpresa a la mayoría de los inversores. Eventos como éste nos ayudan a comprender la importancia de la adecuada gestión del riesgo en las carteras, así como la dificultad de realizar predicciones políticas o macroeconómicas”, dicen en Bestinver. “La decisión de Reino Unido nos parece negativa para la Unión Europea y puede tener un impacto negativo sobre el crecimiento esperado en Europa, pues abre una brecha en un momento en el que se necesita más Europa (con reformas estructurales, coordinación fiscal, unificación bancaria)”, añaden desde Gesconsult. “En términos de crecimiento económico el impacto en el PIB del Reino Unido lo cifran entre el 0,7% y el 1,4% de caída para 2017. La horquilla es algo más reducida en el caso del impacto en la economía europea, 0,2%-0,3% de caída”, explica Araceli de Frutos, de la EAFI homónima.
Este menor crecimiento en Reino Unido y Europa podría incluso arrastrar hacia una recesión global, según auguran Juan Manuel Vicente Casadevall, Javier Kessler Sainz y Carlos de Fuenmayor desde sus respectivas EAFIs. “La probabilidad de que Reino Unido entre en recesión económica en los próximos meses es alta. Dado el peso del país en el conjunto europeo la probabilidad de que éste empuje al conjunto de la zona euro, ya en desaceleración, a una recesión en los próximos meses y trimestres es también bastante alta”, explican. Una desaceleración en Europa que llega en un momento donde la economía global (incluyendo Estados Unidos y China) se encuentran inmersas en una desaceleración cíclica y en unas tasas de crecimiento muy modestas y por tanto sensibles ante cualquier shock externo. “La probabilidad de ver una recesión global en los próximos trimestres no es despreciable. Estamos confiados que los indicadores adelantados de actividad que manejamos nos guiarán en esta tortuosa y clave cuestión”, añaden.
Volatilidad en los mercados
Y todo esto se notará en los mercados, mucho más volátiles a partir de ahora. “Los mercados financieros probablemente experimenten en el corto plazo una continuación del tobogán en que están inmersos desde hace casi un año con fuertes caídas y rebotes. Por otro lado, el camino para un mercado bajista en toda regla si la recesión llegara se encuentra expedito ya que las valoraciones de los activos de riesgo (bolsas y bonos de riesgo) son elevadas y la capacidad de las autoridades monetarias y económicas para mayores estímulos relativamente limitadas o al menos requieren de importantes cambios que pueden llevar un tiempo”, advierten en Kessler&Casadevall.
“Probablemente se verán rebotes en algún momento, pero lo normal es que entremos en un periodo de volatilidad, ya que las consecuencias son difícilmente predecibles y el tener un horizonte claro va a llevar mucho tiempo. Todo dependerá de cómo se gestione la situación”, dice Víctor Peiro, director de análisis de BEKA Finance. “En los próximos días tendremos unas jornadas de alta volatilidad pues habrá reordenación de carteras ya que el resultado ha sorprendido a unos mercados que habían apostado claramente a favor de la permanencia en las últimas sesiones. En los mercados de renta fija, huida hacia los activos de menor riesgo. En el mercado de divisas, ganancias para el dólar y el yen, pérdidas para la libra esterlina y el euro”, explican en Gesconsult.
De hecho, la huida de los inversores de los activos de riesgo y su refugio en los más defensivos hace a los expertos augurar movimiento en la deuda y bolsas de la periferia europea, que podrían volver a distanciarse de Alemania y la Europa core: el bono alemán se consolidará en la zona negativa alrededor del -0,25%, dicen en BEKA, mientras las primas de riesgo en países como España podrían subir, además del efecto negativo en renta variable, con el Ibex sufriendo el viernes la mayor caída de su historia, dejándose un 12%. Por eso, en Gesconsult siguen cubiertos en renta variable (también en España): “En las carteras conservadoras teníamos la exposición a renta variable cubierta y aunque hubiera ganado la opción de quedarse no hubiéramos descubierto hoy pues el domingo tenemos las elecciones en España”, y también tratarán de aprovechar dislocaciones de mercado… desde la tranquilidad, cuando lo permitan los mercados.
En renta variable, para BEKA, sólo un puñado de valores no está afectado en España por el doble riesgo actual (Brexit y elecciones en España), como son Viscofán, Inditex, Amadeus, Acerinox, Repsol (solo por la debilidad del petróleo), Dia y Ence (aunque la evolución de las commodities también hay que vigilarla).
¿Y los bancos?
Los bancos fueron los grandes castigados el viernes en España. “La volatilidad estará presente. El impacto más fuerte de caída lo tendrán los bancos, tanto británicos como europeos y los sectores cíclicos británicos poco internacionalizados por caída abrupta del crecimiento en su economía”, dice De Frutos, que no está en financieras (con la excepción de Intesa Sanpaolo). Sobre el impacto en la banca en España, el viernes la CECA (Confederación Española de Cajas de Ahorros) también se quiso desmarcar y aseguró que “el sistema financiero español presenta una sólida posición en términos de solvencia y liquidez, fruto del esfuerzo de saneamiento y consolidación llevado a cabo en los últimos años. Sobre la base de estas fortalezas las entidades de crédito españolas están preparadas para afrontar las posibles incertidumbres que se deriven del proceso de negociación que se abre ahora entre las autoridades europeas y británicas”, dice.
Álex Fusté, economista jefe de Andbank, habla de una dislocación en los mercados en un inicio pero cree que “bien podría pasar, como ha pasado siempre que nos movemos hacia un marco regulatorio menos intrusivo, que la situación se normalice e incluso se inicie un ciclo alcista en Reino Unido (y en Europa)”.
Dos opciones
En este contexto un inversor tiene dos opciones, dicen en Bestinver: “Una de ellas, esforzarse por entender lo que está pasando, qué implicaciones puede tener desde el punto de vista político y macroeconómico, intentar hacer predicciones sobre los escenarios posibles y tratar de anticiparse a los potenciales movimientos del mercado. Es probablemente lo que están realizando hoy la mayoría de los inversores. Pero también hay otra forma de hacer las cosas: fijarnos en lo que conocemos. Esforzarnos en entender aquello para lo que estamos preparados. Y para nosotros eso significa entender el valor de las compañías que mantenemos en cartera. Tenemos una cartera robusta, preparada para soportar el golpe y además aprovechar las oportunidades. Hacemos nuestro trabajo con serenidad y prudencia, y con un objetivo claro: lograr las mejores rentabilidades posibles a largo plazo”, añaden.
Confianza en el BCE
En este entorno, todos confían en el BCE: “El Banco Central Europeo, en coordinación con el resto de las autoridades monetarias internacionales, dispone de mecanismos suficientes para abordar el impacto del resultado del referéndum en los mercados y asegurar la estabilidad financiera. Apelamos a las instituciones europeas a continuar el proceso de construcción de la Unión Europea. Asimismo, manifestamos nuestro compromiso con el proyecto de la Unión Bancaria, cuyo objetivo es armonizar la supervisión y garantizar un nivel de protección común a los depositantes europeos”, dicen en CECA.
“Como salvavidas se vuelve a mirar a los bancos centrales, tanto el Banco Central Europeo como el Banco de Inglaterra, para mantener la estabilidad financiera. Se supone que tendrán que flexibilizar la política monetaria, ¿más?, sí, más. El Banco de Inglaterra tiene algo más de recorrido ya que tiene margen para bajar los tipos de interés, el Banco Central Europeo tendrá que abrir o ampliar las ventanas de liquidez”, dice De Frutos. “El BCE dijo que estaba preparado para este evento, por lo que veremos cuál es la intervención, aunque lo que no se necesita es precisamente la compra de bonos”, comentan en BEKA.
En el ámbito político, los expertos destacan las dudas sobre la reacción de la UE: ¿se va a proteger de una libra débil que puede inundar el mercado europeo con sus importaciones? ¿se van a exacerbar todos los nacionalismos que hay en Europa? ¿o tendrá una postura fuerte como reacción, mostrando que está comprometida con la cohesión? Las elecciones de España del pasado domingo, y las próximas citas electorales en Italia o Francia ofrecerán algunas respuestas.