Credit Suisse ha publicado el anuario 2021 ‘Global Investment Returns‘, elaborado en colaboración con el Credit Suisse Research Institute. El estudio se centra este año en evaluar los rendimientos y los riesgos de invertir en acciones, bonos, efectivo, divisas y factores en 23 países y en cinco índices compuestos diferentes desde 1900. Este año, la base de datos se amplió, para incluir 90 mercados tanto desarrollados como emergentes, y se incluye un análisis en profundidad de nueve mercados nuevos. España aparece situada dentro de los mercados desarrollados, y el estudio analiza la evolución los rendimientos de las clases de activos españoles del siglo pasado.
El español es el idioma internacional más hablado del mundo después del inglés y ocupa el cuarto lugar en número de hablantes nativos después del chino, el hindi y el inglés. Debido en parte a este motivo, España tiene una visibilidad e influencia que trascienden con creces sus fronteras del sur de Europa y son de suma importancia en toda América Latina, contextualiza el informe.
Si bien durante las décadas de 1960 y 1980 los rendimientos reales de la renta variable española estuvieron favorecidos por un mercado alcista y ocupaban el segundo lugar a escala mundial, en las décadas de 1930 y 1970 se registraron los peores rendimientos en nuestro país. Durante los 121 años que abarca el anuario, la prima de la renta variable española a largo plazo, medida en relación con los bonos, fue un 1,6%, inferior a la prima de cualquiera de los otros países que cubrimos durante todo nuestro periodo.
Aunque España se mantuvo al margen durante las dos guerras mundiales, las acciones españolas perdieron gran parte de su valor real durante el periodo de la Guerra Civil, de 1936 a 1939, mientras que el regreso a la democracia en la década de 1970 coincidió con la cuadruplicación de los precios del petróleo, acentuada por las importaciones de las que España depende para cubrir las necesidades energéticas del 70% del país.
España ingresó en la Unión Europea en 1986. Se vio fuertemente afectada por la crisis financiera mundial e hizo frente a un gran déficit presupuestario. Los bancos del país estuvieron expuestos al desplome de las industrias inmobiliaria y de la construcción. Las medidas de austeridad que se adoptaron dieron lugar a una de las tasas de desempleo más altas de Europa. Sin embargo, España está volviendo a crecer desde 2014.
La Bolsa de Madrid se fundó en 1831 y ocupa actualmente el decimoséptimo lugar en el mundo por tamaño, estimulada por un sólido crecimiento económico desde la década de 1980. Las principales empresas españolas mantienen una fuerte presencia en América Latina, a lo que se suma una solidez cada vez mayor en los sectores de banca e infraestructura en toda Europa.
Las acciones más importantes son Iberdrola (21% del índice FTSE World Spain), Banco Santander (13%), Inditex, BBVA y Amadeus IT Group (8% cada una).
Los rendimientos del siglo pasado
En su estudio, Credit Suisse desvela los rendimientos de las clases de activos españolas a lo largo del siglo pasado, abarcando acciones, bonos, letras del Tesoro y analizando también la inflación. Pueden verlo en el siguiente cuadro: