Según el informe RepCore Nations 2023 que elabora la consultora Reputation Lab, España está perdiendo atractivo para las inversiones extranjeras. La percepción de un mayor deterioro institucional, más presión fiscal y un aumento en los niveles de corrupción estaría detrás de la caída en más de cinco puntos en la recomendación de invertir en nuestro país por parte de los ciudadanos de los países del G7 (grupo de países más industrializados del mundo compuesto por Alemania, Francia, Reino Unido, EE.UU., Canadá, Italia y Japón).
Este deterioro se extiende a la recomendación de vivir y trabajar en nuestro país y se agudiza en el caso de la reputación interna. Así, según el estudio, la percepción de cómo ha evolucionado en el ultimo año la reputación de España es peor dentro que fuera del país. A ojo de los propios españoles los atributos con mayores caídas son la seguridad, el entorno favorable para los negocios (donde han podido influir las subidas generales de impuestos, o los nuevos tributos a los beneficios extraordinarios de determinados sectores, la salida de Ferrovial…) o el Gobierno e instituciones eficaces, condicionado por asuntos de actualidad como, por ejemplo, la no renovación del poder judicial.
Para Fernando Prado, socio de Reputation Lab, «España sigue siendo un país muy admirado, pero en el último año se ha deteriorado la percepción de su calidad institucional, transparencia y presión fiscal, lo que ha tenido como primera consecuencia una peor valoración como destino propicio para la inversión por parte de la opinión pública de los países del G7”.
Esta es una de las principales conclusiones que pueden extraerse del informe presentado en el Campus de Madrid de la Universidad de Navarra y que incluye el ranking de la reputación de las 60 principales economías del mundo a ojos de los ciudadanos del G7.
En RepCore Nations 2023, España mantiene por segundo año consecutivo el puesto 13º, por delante de Francia, Alemania, Reino Unido o EEUU. El Ranking lo encabezan Suiza, Suecia, Canadá y Noruega y lo cierran China, Irak, Irán y Rusia, que vuelve a ser el país con la peor reputación internacional.
El indicador de reputación de España está 2,1 puntos por encima de la media del G7. En este sentido, y según la visión de los ciudadanos de los países del G7, las principales fortalezas que presenta España están relacionadas con la calidad de vida y la calidad institucional, como la amabilidad de sus gentes, la igualdad, el estilo de vida atractivo o el uso eficiente de los recursos públicos, entre otros.
En el otro extremo, las mayores debilidades que se perciben de España se centran en atributos relacionados con el desarrollo económico y empresarial o los avances tecnológicos, especialmente en el reconocimiento internacional de marcas y empresas nacionales. También existen debilidades en la percepción de otras variables como la calidad del sistema educativo o un entorno propicio para los negocios.
España recibe las mejores valoraciones en los países de su entorno europeo, algunos de ellos coincidentes con los principales mercados emisores de turistas. De hecho, el país donde España tiene mejor reputación es Alemania, seguida de Polonia, Países Bajos, Reino Unido, Suecia e Italia. Por el contrario, el país en el que España recibe peor valoración es Arabia Saudí. Justo después se sitúan China, Singapur y Argelia. En medio, con un nivel de reputación moderada-alta se encuentran países como EE.UU. o Canadá, mientras que México, Perú o Chile se situarían entre los que nos perciben dentro de una reputación moderada baja.
RepCore Nations es la adaptación a países del modelo RepCore creado para la medición de la reputación de empresas. Analiza el grado de admiración, respeto y confianza a que se hace acreedor un país y lo explica mediante 22 atributos racionales que abarcan distintos elementos económicos, políticos, sociales y culturales. Para la edición 2023 del estudio se entrevistó a 47.328 personas en 34 países entre los meses de marzo y abril. Se utilizaron entrevistas online (CAWI). El ranking publicado se compone de los 60 mayores países en términos de PIB ordenados por su reputación entre los ciudadanos de los países del G7.
Los 22 atributos racionales se agrupan a su vez en cinco dimensiones que tienen un peso diferenciado a la hora de explicar la reputación de un país según las expectativas de los entrevistados: Ética y Responsabilidad es la dimensión que mejor responde a las expectativas de la opinión pública, con un peso de 26,4%, le sigue Calidad Institucional, 21,1%, Nivel de Desarrollo con un 19,9%, Calidad de Vida, 17,9%, y finalmente Factor Humano con un 14,9%.
Resulta relevante la gran importancia que han ganado las variables de ética y responsabilidad como la lucha contra el cambio climático, el cuidado del medioambiente o la defensa de los derechos humanos.