El presidente del Consejo General de Economistas de España (CGE), Valentín Pich, ha presentado el informe del Observatorio Financiero y Claves Económicas correspondiente al tercer cuatrimestre de 2024, elaborado por la Comisión Financiera y el Servicio de Estudios de dicho Consejo General. El acto ha contado con la participación especial de Jordi García Brustenga, director general de Estrategia Industrial y de la Pequeña y Mediana Empresa del Ministerio de Industria y Turismo, y en el mismo han participado también el presidente de la Comisión Financiera del CGE, Antonio Pedraza, los coordinadores del Observatorio Financiero, Montserrat Casanovas y Salustiano Velo, y el director del Servicio de Estudios del CGE, Salvador Marín.
El presidente del CGE, Valentín Pich, declaró que, “el crecimiento del 3,2% previsto para 2024 es alentador, pero no podemos obviar las señales de reducción para 2025. La inversión privada no despega, lo cual puede mermar la productividad y el empleo”. Asimismo, añadió que, “el mercado laboral refleja un récord de afiliación a la Seguridad Social, pero el absentismo y la reducción de jornada propuesta plantean retos para la competitividad, por los posibles efectos en los costes laborales, por lo que debemos tratar de alcanzar un alto consenso para gestionarlos”.
El presidente de los economistas subrayó también la importancia de analizar el incremento de la población en España, que según el INE creció en 2024 en 458.289 personas (0,94% interanual). “Esta mayor disponibilidad de mano de obra puede aliviar o intensificar tensiones en sectores como hostelería y agricultura, donde la demanda es estacional y variable, requiriendo políticas adecuadas de formación e integración”, explicó. Por último, valoró positivamente “la reducción del endeudamiento privado”, pero advirtió que, “la deuda pública, a pesar de haberse moderado en el último trimestre, sigue elevada, limitando el margen de maniobra fiscal ante futuras crisis”.
Durante la presentación del Observatorio Financiero, Salustiano Velo, coordinador del Observatorio –quien ha hecho una síntesis de los indicadores macro, así como de la situación de las cuentas financieras de la economía española– ha señalado que, “el ejercicio económico del 2024 se ha caracterizado por una disminución de la tasa de inflación y un crecimiento sólido del PIB en un 3,2%. Asimismo, incidió en que “es de destacar la generación de empleo que reduce el paro al 10,6%”. Sin embargo, Salustiano Velo ha advertido de “los aspectos negativos que pueden impedir seguir esta trayectoria positiva a nivel interno, como el precio de la vivienda, el fuerte impacto de las PYMES en la economía española y el giro estratégico dado por la administración de EEUU en su política exterior”.
Por su parte, Montserrat Casanovas, coordinadora del Observatorio, ha señalado que “los tres grandes catalizadores de los mercados bursátiles en 2024 han sido: la actuación de los bancos centrales, tanto en Europa como en EEUU, con sus recortes de 100p.b. en sus tipos de interés; el espectacular comportamiento de los resultados y en consecuencia de sus cotizaciones de las empresas ligadas a la I.A.; y por último la llegada de Donald Trump a la presidencia de EE.UU». Así, según apuntó, “prevemos que en 2025 estos tres factores seguirán pesando sobre el sentimiento de los mercados y, en especial, los posibles impactos arancelarios y la incertidumbre comercial, a la vez que su destacado papel en la geopolítica, por lo que cabe esperar buenos resultados bursátiles tanto en Europa como en Estados Unidos, aunque no tan espectaculares como en 2024”.
El director del Servicio de Estudios del CGE, Salvador Marín, ha resaltado que, “el tercer cuatrimestre de 2024 confirma un crecimiento económico pero ligado a su vez a signos de agotamiento en algunos sectores clave. La ralentización de la inversión y la evolución del consumo privado muestran que la demanda interna necesitaría recuperar toda su fortaleza”. Para Salvador Marín, “los indicadores adelantados, como la confianza del consumidor y el índice de sentimiento económico, muestran una evolución moderada, lo que nos obliga a un análisis prudente de los próximos meses. Demasiada volatilidad observada en estos y otros índices adelantados analizados nos vendría a confirmar que la cautela es la posición actual de los principales actores de nuestra economía, pese a estar en un contexto de cifras del PIB en crecimiento”.
Por su parte, durante su intervención, el presidente de la Comisión Financiera del CGE, Antonio Pedraza, ha hecho un resumen del informe del Observatorio y ha explicado las previsiones para 2025. Así, ha destacado que, “es sumamente preocupante el problema de la vivienda. Existe un déficit de 500.000 viviendas, imposible de solventar incluso en un periodo largo (7-10 años), no solo por el ritmo de construcción de nuevas (unas 100.000 año) sino porque la oferta se viene reduciendo (en el 2024 un 15%). A esto hay que añadir el aumento constante de la demanda debido al incremento natural de la población en condiciones de comprar, y a la inmigración”. En este sentido, según ha apuntado Pedraza, “en este último epígrafe 3,8 millones de personas constituyen la población activa; de ellas un porcentaje elevado demanda alquiler y, un porcentaje más reducido, compra de vivienda, en estos casos personas asentadas con cierta antigüedad y contratos indefinidos”. Pedraza ha añadido que, “como se está apreciando, las políticas de incentivos de demanda son las menos apropiadas, siendo las de oferta las que exige con la máxima urgencia la crítica situación”.
Del informe del Observatorio Financiero y Claves Económicas relativo al tercer cuatrimestre de 2024, cabe resaltar lo siguiente: el último cuatrimestre de 2024 ha mostrado un panorama económico global de crecimiento en las principales economías, además de una disminución de la inflación más rápida de lo previsto. En cuanto a las perspectivas para 2025, se espera un crecimiento más moderado del PIB en comparación con 2024 en la mayoría de los países. En este contexto, España se destaca por su sólido crecimiento trimestral, superando el promedio de la UE. Así, se espera que el crecimiento del PIB se mantenga positivo en 2025, impulsado por la fortaleza del sector exterior y la recuperación de la inversión.
Por otro lado, el consumo privado muestra signos de mejora, aunque aún se mantiene lento, mientras que el consumo público sigue creciendo a un ritmo importante. En el ámbito laboral, el mercado continúa mostrando una evolución positiva, con una disminución de la tasa de paso hasta el 10,6%. Además, la cifra de afiliaciones a la Seguridad Social está en niveles históricamente altos, superando los 21,1 millones de afiliaciones. En cuanto al sector inmobiliario, el precio de la vivienda sigue creciendo, especialmente la nueva, lo que refleja el problema de escasez de oferta.
Además, el endeudamiento de la economía española en relación con el PIB continúa disminuyendo gracias a la reducción de la deuda de empresas y hogares. Sin embargo, la deuda de las Administraciones Públicas ha aumentado un 2,93% en 2024, aunque en el último trimestre se ha moderado, hasta suponer el 101,8% del PIB. Finalmente, las previsiones para 2025 del Consejo General de Economistas son: Las previsiones para 2025 del Consejo General de Economistas son las siguientes: un crecimiento del PIB del 2,4%, una tasa de inflación (IPC) media del 2,2%, una tasa de paro del 10,4%, un déficit público en relación con el PIB del 2,8% y una deuda pública que alcanzará el 101,9% del PIB.
Cuentas financieras trimestrales y posición exterior
En primer lugar, la riqueza neta de los hogares ha experimentado un incremento significativo, impulsado por la revalorización de los activos. Los hogares están reduciendo su exposición a efectivo y depósitos en favor de otros activos financieros debido a la baja remuneración y un mayor apetito por el riesgo. Por otro lado, la economía española mantiene una capacidad de financiación positiva frente al resto del mundo. La tasa de ahorro de los hogares, según Eurostat, supera a la de inversión en términos de Renta básica disponible. Además la inversión extranjera se está recuperando en España hasta noviembre, habiendo cerrado 2023 en negativo.
Tipos de cambio y cotizaciones de materias primas, petróleo e índices bursátiles
Los mercados de renta variable han tenido un comportamiento positivo en 2024 y en el inicio de 2025, impulsados por los resultados empresariales y las expectativas de bajadas de tipos de interés. Respecto a los índices bursátiles de otras grandes economías, en los emergentes también se anotan ganancias en enero, salvo en el caso de China. Los precios de las materias primas han experimentado un repunte, especialmente en los alimentos. El oro ha vuelto a marcar máximos en enero en los 86,8 euros por gramo. El euro ha perdido valor frente al dólar y al yuan, pero ha ganado terreno frente al yen y la libra esterlina. En términos reales, la competitividad del euro mejora.
Tipos de interés en los mercados interbancarios y en los mercados de deuda e indicadores de política monetaria
Las expectativas de bajadas de tipos de interés han provocado una disminución de los tipos a corto plazo, mientras que los tipos a largo plazo han subido. Los tipos de interés de las nuevas emisiones de deuda en España han aumentado, pero el coste medio de la deuda en circulación se mantiene estable. En los mercados secundarios de deuda, la tendencia bajista también se produce por las expectativas de más bajadas de tipos. El Euríbor continúa su tendencia bajista, lo que implica un ahorro en el pago de hipotecas a tipo variable. Las primas de riesgo se han relajado, especialmente en algunos países europeos, entre ellos Grecia, Italia y Portugal fundamentalmente. Tras un período de restricción monetaria, la oferta de dinero ha comenzado a crecer nuevamente en la Eurozona y en España.
Crédito y otros indicadores de las entidades financieras
El crédito al sector privado está aumentando, mientras que el crédito a las Administraciones Públicas se está recuperando. Los balances del Banco de España y del Eurosistema se han reducido considerablemente frente a los máximos de 2022. El aumento de depósitos de particulares y empresas es compatible con instrumentos financieros como los fondos de inversión, porque el principal componente de la evolución de los fondos es la revalorización de los activos en los que invierte. El sector financiero muestra signos de estabilización, con un regreso al crecimiento del crédito. La morosidad se mantiene estable en niveles bajos. El margen de intereses de las entidades de crédito ha mejorado ligeramente, y las provisiones para insolvencias han disminuido. Continúa el ajuste en el número de oficinas y entidades financieras.
Otros indicadores
Durante este tercer cuatrimestre, se destacan los siguientes índices adelantados: el Coste Laboral Unitario Real (CLUR) cerró 2024 con un valor de 104,9 puntos, según la Comisión Europea, lo que supone un aumento de 1,3 puntos respecto a 2023. Se prevé que en 2025 alcance los 105,0 puntos. Sin embargo, la productividad por hora trabajada ha mostrado una caída del -0,78% en el segundo trimestre de 2024, tras un incremento del 1,18% en el primero, consolidando la tendencia negativa observada en 2022 y 2023.
El World Competitiveness Index refleja un debilitamiento en la competitividad de España, descendiendo cuatro posiciones hasta el puesto 40 en 2024. En cuanto a la creación de nuevas empresas, el balance fue mixto: aumentos del 19,3% en septiembre y 28,8% en octubre, impulsados por una mejor accesibilidad al crédito, pero con un crecimiento menor en noviembre (7,5%), lo que plantea incertidumbres sobre la sostenibilidad de esta tendencia.
El PMI mostró estabilidad, con el PMI compuesto y el PMI manufacturero alcanzando 56,80 y 53,30 puntos en diciembre, respectivamente, reflejando una cierta normalidad en la actividad empresarial respecto al cierre de 2023. No obstante, el índice General de producción industrial, pese a alcanzar un pico de 110,40 puntos en octubre, cayó a 93,20 puntos en diciembre, indicando cierta lentitud en el sector. En los mercados energéticos, el TTF holandés experimentó un repunte en noviembre (48,66 euros) y diciembre (50,27 euros), consolidando una tendencia alcista frente a la estabilización en 30 euros observada a finales de 2023. En contraste, el Baltic Dry Index (BDI) mostró una fuerte caída, pasando de 2.030 puntos en septiembre a 1.029 en diciembre, reflejando una contracción del comercio marítimo y una menor demanda global.
El Volatility Index (VIX) osciló significativamente, subiendo a 23,16 puntos en octubre, cayendo a 13,51 en noviembre, y cerrando diciembre en 17,35 puntos, reflejando incertidumbre en los mercados financieros. En el sector energético, las importaciones de gas y crudo mostraron una evolución mixta: aumento de compras desde África y Europa, pero caída desde América, sugiriendo una reconfiguración de proveedores más que una reducción de la dependencia energética.
El Dow Jones Commodity Index (DJCI) mostró estabilidad tras una recuperación en agosto (1.014,12 puntos), manteniéndose alrededor de 1.022 puntos hasta diciembre. En cuanto a la confianza del consumidor, denota mucha cautela, hubo una caída de 84,80 puntos en septiembre a 79,60 en octubre, con una muy leve recuperación en noviembre (80,60 puntos). La confianza empresarial, aunque descendió a 136,60 puntos en el cuarto cuatrimestre, se mantiene por encima de los 133,2 puntos de 2023, reflejando un entorno empresarial aún optimista.
El Economic Sentiment Index (ESI) en la eurozona se mantuvo estable, con valores cercanos a 96,9 puntos en septiembre, cerrando diciembre en 94,7 puntos, aunque aún lejos de los 114,4 puntos alcanzados en 2021. Entre las claves económicas del cuatrimestre, destacan el análisis sobre la concentración bancaria, la actualización del Plan Fiscal Estructural 2025-2028, el impacto económico de la DANA en Valencia, y los retos de las cotizaciones sociales adicionales. La OPA de BBVA sobre Banco Sabadell, el debate sobre una jornada laboral más corta, y la evolución de la inversión en infraestructuras también fueron puntos clave analizados.