La adopción de parámetros de responsabilidad social corporativa (RSC) en las decisiones de inversión se ha generalizado en el año 2016. En un contexto de bajo crecimiento, bajas rentabilidades e incertidumbre, los inversores están buscando nuevas herramientas para impulsar la creación de valor a largo plazo. Las instituciones están prestando cada vez más atención a los comportamientos y las prácticas corporativas que generan valor para los accionistas.
El acuerdo contra el cambio climático firmado en diciembre de 2015 ha centrado la visión de los inversores en el medioambiente. Esta es el primer acuerdo mundial para limitar las emisiones de carbono y es el acuerdo de la ONU que más rápido se ha ratificado hasta la fecha, recuerda Investec.
La velocidad con la que los gobiernos de más de 175 países firmaron el acuerdo –en poco más de cuatro meses- ha añadido impulso a los esfuerzos por integrar los aspectos ambientales en los procesos de inversión, explica la gestora. También ha estimulado a los inversores a buscar nuevas oportunidades en las industrias que cumplan con el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global a menos de 2 grados centígrados (2°C) por encima de los niveles pre-industriales.
La firma cree que aunque la atención se ha centrado en temas ambientales, los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU también animan el impulso de los aspectos sociales de la RSC. Como ejemplo recuerda que se han formazo nuevas organizaciones, como la Comisión de Negocios y Desarrollo Sostenible, para planificar las medidas necesarias para lograr estos objetivos. Cada vez más, los propietarios de grandes activos y las gestores de inversiones se involcran en este cambio.
“La mala evolución de los títulos de las empresas cotizadas y los resultados mediocres de las compañías han hecho que los accionistas adopten medidas. Los inversores han mostrado una renovada voluntad para gestionar las quejas más graves sobre el salario de la alta direciión de una empresa”, afirman los expertos de Investec en sus perspectivas para la segunda mitad del año.
En el Reino Unido, el gigante petrolero BP, la minera Anglo American, la empresa de ingeniería Weir Group y el grupo irlandés de materiales de construcción CRH sufieron importantes votos en contra de las políticas de remuneración a sus directivos. Tampoco las grandes corporaciones estadounidenses han sido inmunes. En abril, más de un tercio de los accionistas de Citigroup votaron en contra de los paquetes de remuneración de los altos ejecutivos del banco.
Pero el activismo de los accionistas no se ha dirigido solo a los salarios de los ejecutivos. Investec ha detectado que los inversores también están análizando estrechamente la composición de los consejos de administración. Hubo cierta inquietud sobre la entrada de Berkshire Hathaway, de Warren Buffett, en Coca-Cola, ya que ambas compañías estadounidenses comparten tres directores en la junta que han servido durante más de 15 años, lo que ha contribuido a la falta de diversidad en la dirección y de pensamiento independiente.
¿Cómo evolucionará esta tendencia en los próximos años?
“Creemos que los accionistas se sentirán cada vez más frustrados con la dirección de las compañías si la rentabilidad sigue sin cumplir con las expectativas. La inversión en tecnologías renovables que supongan menos emisiones de carbono también se convertirán en una consideración importante en el proceso de construcción de la cartera, conforme los gobiernos se esfuerzan por cumplir con el objetivo de 2° C establecido en París”, dice la gestora.
Incluso en los aspectos sociales desatendidos frecuentemente dentro de la RSC, tendrán un impulso a medida que los inversores buscan areás de inversión menos masificadas y que proporcionen rentabilida de cara al futuro.
“El nombramiento de Investec como manager del Emerging Africa Infrastructure Fund (EAIF, una asociación pública-privada creada para movilizar capital en los proyectos de infraestructura del sector privado en toda el África subsahariana, es un testimonio de nuestra creencia de que los beneficios sociales no son incompatibles con la salud a largo plazo de la rentabilidad”, concluye la gestora.