En el mundo desarrollado en el que vivimos las expectativas económicas y la infra o sobrevaloración de los activos cotizados, son los conductores que fijan la formación de los precios. Si bien es cierto que, dentro de un ciclo de renta variable expansiva, una victoria electoral contraria a los intereses de los mercados o la incertidumbre previa a un resultado incierto, pueden provocar oportunidades de compra.
Desde Ursus-3 Capital creen que esto es precisamente lo que sucede ahora mismo en España. «Si el Brexit supuso la vuelta alcista de los mercados de renta variable europeos, y las estridencias de un personaje como Donald Trump no han impedido hacer máximo tras máximo al S&P y al Nasdaq ¿por qué no debemos comprar Ibex 35 o mercado continuo español, teniendo en cuenta que España, como nación, sufre la mayor crisis territorial de los últimos 80 años con la incertidumbre de Cataluña? Recuerden que hace un año la música que oíamos sobre el Brexit o Trump no era muy distinta, transmitía incertidumbres y dudas económicas. Sin embargo, sus bolsas desde entonces han subido», explica la firma en su último informe.
¿Por qué la renta variable española en estos niveles tiene valor?
Cataluña supone el 20% del PIB de la economía española y éste ha sido uno de los motivos que ha frenado las expectativas en el sector servicios – principal motor de la economía española-, señalan en Ursus-3 Capital. Para observar esta incidencia se puede emplear el PMI, que nos ofrece la media de la evolución de las expectativas de una zona económica. Sin embargo, el PMI del sector industrial en España está en máximos históricos y el PMI de servicios del conjunto de la Zona Euro está por encima de los máximos del 2014.
La firma argumenta como fortalezas de la renta variable española los principales indicadores macroeconómicos. En concreto, que la economía española está creciendo en tasa anual al 3,1%, ejerciendo como uno de los motores de crecimiento de la Zona Euro mientras que la tasa de desempleo, siendo todavía una de las más altas de Europa, ha retrocedido más de un 6% desde los máximos del 2012. Por otro lado, señalan que el déficit público probablemente termine este año entre el 3,1%-3,2%, cifra relevante teniendo en cuenta que en 2015 se situaba en un 5%. «La reducción del déficit público no se ha producido por una reducción agresiva del gasto. El motivo subyacente radica en la recaudación tributaria en este 2017, cercana a los 200.000 millones de euros. Niveles que no se alcanzaban desde 2007», argumentan.
En este sentido se preguntan qué representa España y Cataluña dentro del beneficio de las compañías cotizadas. «Debemos tener en cuenta la existencia de empresas altamente relacionadas con el sector servicios, para las cuales, el territorio catalán supone el 5% de sus ingresos mientras que más del 55% proviene de fuera de España. Es muy importante saber que en torno al 50 % del beneficio de las empresas del Ibex se genera fuera del territorio nacional», explican desde Ursus-3 Capital.
¿Es Cataluña un Brexit o lo que podía haber supuesto un Frexit, si hubiera ganado Le Pen en Francia?
Cataluña no es un estado soberano y su posible independencia no ha sido reconocida hasta la fecha por ningún estado soberano en el plano internacional. Es más, dentro de la Unión Europea la secesión catalana es vista como un problema que podría contagiarse a otros países dentro de la Unión, por lo que es un melón que para nada les interesa abrir. Precisamente el no reconocimiento europeo ha sido uno de los motivos que ha frenado el incremento de la temperatura independentista.
Ursus-3 Capital descarta que el nivel de precios actuales hubiera sido muy distinto si hubiera ganado Le Pen. «Hubiéramos tenido turbulencias que nos hubieran permitido comprar el Euro Stoxx a niveles más bajos, pero nada más. Le Pen hubiera ganado con mayoría simple y tendría los mismos problemas que Trump en EE.UU., cuyas cámaras parlamentaria y legislativa bloquean de momento las medidas a adoptar», explican.
A su juicio, en España con Cataluña pasará lo mismo, a pesar de que desde las previsiones oficiales del Gobierno nos hablan de una caída en el PIB de un 0,5%. «Si nos fijamos en las primeras reacciones tras el 1 de octubre de 2017, una de ellas ha sido la fuga de las sedes sociales de entidades tan importantes y con tanto arraigo para la historia de Cataluña como son los bancos Sabadell y CaixaBank, que han trasladado su sede a Alicante y Valencia respectivamente. Por otro lado, los negocios que están saliendo de Cataluña van a parar a otras comunidades españolas. ¿Qué es lo que se busca con esto? Presión y crear sensación de empeoramiento, para así bajar los grados del termómetro independentista. Los mercados funcionan así».
En su análisis la firma sostiene que una vez que se vuelva a la normalidad, a pesar de que pueda haber cesiones por ambas partes bajo un paraguas -que puede ser la reforma de la Constitución actual-, ese 0,5% se recuperará, y los análisis volverán a los fundamentales macroeconómicos y financieros, que son alcistas. En conclusión, la firma sostiene que las turbulencias que se produzcan a corto plazo por el conflicto catalán son oportunidades de compra en bolsa española.