Teniendo en cuenta la decisión adoptada por la Fed el pasado 17 de septiembre y la naturaleza inesperadamente pesimista su declaración, está claro que el organismo no tiene ninguna prisa por iniciar la normalización de la política monetaria.
Pese a los bajos niveles de inflación y la fortaleza del dólar, parece que la Fed está más preocupada por el riesgo de asfixia de una recuperación por debajo de lo esperado que de que la inflación se acelere, pese a que corre el riesgo de promover mayores distorsiones en los mercados financieros.
“Hace poco encontré una cita en un artículo de Bloomberg: ‘Cada vez se oye más entre los operadores un comentario destinado exclusivamente a la Reserva Federal: Por favor, por el amor de Dios, eleva los tipos de interés ya para que tengamos algo más de lo que hablar’. No podría estar más de acuerdo con esta idea. Dicho esto, la inmovilidad de los tipos de interés provocan una serie de cuestiones a considerar en los próximos meses”, apunta Thomas Luster, co-director de Diversified Fixed Income de Eaton Vance.
Éstas son para el experto de la firma las dos preguntas que hay que hacerse:
- ¿Es posible que la Fed nunca vaya a encontrar el momento adecuado para subir los tipos antes de que termine el actual ciclo de expansión?
- ¿La decisión del pasado 17 de septiembre pone en tela de juicio la eficacia de la política de la Fed en su intento por amortiguar la desaceleración, si los acontecimientos de la primera pregunta llegaran a pasar?
Hay que recordar también que en su declaración, el organismo que preside Janet Yellen afirmó que la evolución económica y financiera mundial ‘podrían limitar de alguna manera la actividad económica y es probable que presione a la baja la inflación a corto plazo’. “Teniendo en cuenta el largo periodo de tiempo que suele pasar entre la puesta en marcha de las medidas de política monetaria y su impacto en la economía, la Fed podría seguir encontrando razones para no enfrentarse al problema de cómo acelerar la inflación. De ser así, la Fed probablemente se verá obligada a elevar los tipos de una forma más rápido de lo esperado, corriendo el riesgo de perturbar los mercados”, cree Luster.
Las razones de la espera están claras: una baja inflación y un poco de volatilidad del mercado provocada por las previsiones de un crecimiento global más lento. ¿Afectan estos dos factores a la inflación temporal? Sí, contesta convencido el co-director de Diversified Fixed Income de Eaton Vance.
¿Aumentará la volatilidad del mercado? La respuesta de nuevo es sí, ya que la Fed ha estado restringiendo artificialmente la volatilidad desde que el programa de expansión cuantitativa fue empleado por primera vez como una herramienta de política monetaria, explica Luster.