El gobierno argentino estaría estudiando una postergación de los vencimientos de las Lebacs, la famosas Letras del Banco Central, cuyos vencimientos provocan sobresaltos en el mercado. Según fuentes de la prensa argentina, desactivar esa “bola de nieve” sería una de las condiciones del FMI para prestarte dinero al país rioplatense.
Las emisiones alcanzan los 48.000 millones de dólares en vencimientos máximos de cinco meses (el 19 de junio serán unos 23.000 millones) y el Banco Central argentino está proyectando extender los plazos de las Lebacs en unos 270 días y utilizar un nuevo instrumento, las Nobacs (Notas del Banco Central), para ampliar los tiempos, hasta 3 años (promedio) y con vecimientos semestrales.
¿Deshacer la bola de nieve o reestructurar?
Un experto en mercado de capitales, basado en Montevideo, explica que el gran problema del gobierno argentino es haber emitido con vencimientos tan cercanos y que ahora toca estirar. Y ese postergamiento permitirá bajar las tasas de interés, pero deberá ser lo más largo posible para tener éxito entre los inversores.
El inminente anuncio de un acuerdo con el FMI es interpretado por este especialista como una clara señal de confianza de cara al vencimiento del 19 de junio. “Argentina está en un círculo vicioso” de todos modos, y la aplicación de un plan de austeridad es inevitable, considera la misma fuente.
Darío Epstein, accionista principal de Research for Traders y Fin.Guru., piensa que el FMI no planteará la cuestión en los términos que se están manejando en los medios de comunicación, evocando un instrumento en concreto, como las Lebacs, sino que pedirá cosas como “darle mayor institucionalidad al banco central o mayor independencia”.
Los inversores institucionales tendrán la clave
Para Epstein, “las Lebacs no han sido un instrumento exitoso en la lucha contra la inflación, y además le han puesto mucha presión al mercado cambiario”, razón por la cual es necesario atenuar sus efectos. “Las Lebacs no deberían de haber estado nunca a disposición del mercado retail, algo que se irá subsanando”.
Los inversiones institucionales domésticos, como los bancos privados argentinos, deberían ser el factor clave para “reorientar” la política monetaria y desactivar las Lebacs, considera Epstein.
Por otro lado, el gobierno planea que a finales de año los inversores institucionales extranjeros puedan invertir en pesos argentinos con la custodia en el exterior, añade el accionista principal de Research for Traders.
Juan José Varela, gerente comercial de Gletir, piensa que es imposible desactivar el stock de Lebacs, pero “con las Nobacs se podrá atenuar el vencimiento y contribuir a que se vayan estirando. Los clientes institucionales – como los grandes fondos internacionales – privilegian bastante el plazo y asegurarse una buena tasa, así que en ese sector habría una respuesta más positiva que en el retail”.
Otros actores del mercado señalan que la mayor desconfianza hacia los pagos de las Lebacs se registra en el mercado doméstico argentino, alimentado por cierto dramatismo desde la prensa.