Este domingo Brasil celebrara la primera vuelta de sus elecciones presidenciales. La polarización social del país en torno a los candidatos garantiza una segunda vuelta dentro aproximadamente de un mes. Ante este contexto, el equipo de research de Credit Suisse cree que deberían darse cuatro condiciones previas para ver una mejora del rating del país y de sus condiciones económicas:
1.- Mayor convicción sobre las disposición de poner en marcha reformas por parte de la administración entrante. Sigue habiendo muchas incertidumbres sobre la capacidad y voluntad de los dos principales candidatos presidenciales para asegurarse el apoyo legislativo necesario para promulgar un paquete de reformas altamente impopulares, pero muy necesarias para reequilibrar la dinámica de la deuda del sector público e impulsar el crecimiento del PIB.
2.- Una rebaja en las expectativas de crecimiento del PIB y de los EPS de las empresas. Credit Suisse estima que las previsiones del mercado son demasiado optimistas y probablemente conduzcan a una decepción. Las expectativas de crecimiento del consenso del PIB real para 2019 y 2020 se encuentran en el 2,5%. Las previsiones de los analistas para el crecimiento de EPS de 2018 y 2019 son del 20%.
“Nos sentiríamos más seguros de volver a invertir en la renta variable brasileña una vez que las proyecciones de crecimiento del mercado sean más realistas”, dicen.
3.- Las valoraciones de la renta variable deberían descontar lo suficiente como para compensar los riesgos políticos. Los activos brasileños generan un ROE un 11% inferior respecto al promedio de los mercados emergentes, tienen un costo de capital más alto y aún negocian con una prima del 3%.
“Argumentamos que esto no está justificado y calculamos el descuento garantizado necesario del 32%. Por lo tanto, el mercado parece estar descontando una mejora significativa en la rentabilidad relativa de los activos brasileños, sobre la cual somos escépticos”, afirma el banco suizo en su análisis.
4.- Una mayor entrada de los inversores extranjeros en acciones brasileñas. Los fondos activos de renta variable de los mercados emergentes tienen un 26% de sobreponderación en Brasil con respecto al índice de referencia MSCI, aunque con una exposición menor que en septiembre de 2017. Como proporción de la capitalización bursátil de Bovespa, la propiedad no residente fue del 46% en los últimos 12 meses.
“Sin embargo, creemos que tras la depreciación del real –un 21% desde finales de enero– la renta variable brasileña refleja ahora de manera más justa las mayores incertidumbres políticas. El descuento de PPP en 50% ahora parece más consistente con el resto de EM y el carry trade de Brasil en 900 puntos básicos es el más atractivo entre los principales emergentes y está en el nivel más alto en 12 años”, concluyen los analistas de Credit Suisse.