La segunda reunión del año del Banco Central Europeo (BCE), que se celebrará mañana, llega con un dato de inflación positivo de fondo. En febrero, cayó al 2,6%, lo que supone el quinto mes por debajo del 3% y se acerca al objetivo del BCE. ¿Supone esto que el BCE puede convertirse en el primero de los cuatros grandes bancos centrales en bajar los tipos de interés? Las gestoras se muestran prudentes a la hora de contestar a esta pregunta.
Para Ulrike Kastens, Economist Europe de DWS, sin duda es una buena noticia que la inflación general de la zona euro haya seguido bajando, sin embargo considera que la tasa subyacente sigue siendo un problema. En consecuencia, a la hora de hablar de una baja de tipos, insisten en que el BCE seguirá dependiendo de los datos y no de una fecha concreta. “Los datos de inflación de febrero no cambian nuestra opinión sobre la política monetaria del BCE, pero muestran que éste debe mantener la cautela. Dado que la economía de la zona euro tiende a estabilizarse, la evolución de los salarios será crucial para el calendario de la primera bajada de tipos. Nuestra impresión es que la mayoría de los miembros del BCE son partidarios actualmente de un primer recorte de tipos en junio. Para entonces, se dispondrá de más datos sobre inflación y salarios que permitirán evaluar con mayor confianza que la inflación se acerca a la marca del 2%”.
En general, las gestoras no esperan ninguna decisión relevante en esta reunión de marzo y coinciden en señalar que los tipos de interés permanecerán sin cambios. “El Banco Central Europeo (BCE) no tiene prisa por actuar sobre los tipos de interés oficiales este jueves. La probabilidad de un recorte de tipos se acerca al 0% y las posibilidades de subida, aún más escasas. El modo esperar y ver parece estar en pleno apogeo para la reunión de esta semana. Lo mismo cabe decir de abril”, afirma Kevin Thozet, miembro del comité de inversión de Carmignac.
Sin embargo, desde Allianz GI consideran que, a medida que pasen los meses, el BCE tendrá menos argumentos para mantener los tipos donde están, sobre todo porque el su decisión contribuye al endurecimiento de las condiciones financieras. «Mientras crece la presión sobre el Banco Central Europeo (BCE) para que recorte los tipos de interés sostenemos que los riesgos asociados a recortar las tasas demasiado pronto superan a los de una acción tardía . Las actas de la reunión del BCE del pasado 25 de enero 1 reflejan la cautela de la autoridad monetaria y es poco probable que su enfoque haya cambiado desde entonces. De hecho, la evolución actual de los precios y salarios sugiere que la política monetaria no sufrirá modificaciones a corto plazo», sostiene Franck Dixmier, director de inversiones global de Renta Fija de Allianz Global Investors.
El Consejo de Gobierno del BCE
Otro motivo por los que muestran cautela a la hora de hablar de bajada de tipos es por la divergencia que se observa entre las opiniones de los miembros del Consejo de Gobierno del BCE. “En las últimas semanas, los portavoces del BCE han expresado sus opiniones sobre el calendario de un primer recorte de tipos. El Gobernador del Banque de France expuso un enfoque más global que puede ayudar a alcanzar un compromiso: el momento del primer recorte, el ritmo de los recortes posteriores y el nivel final del tipo de interés oficial. Durante la sesión de preguntas y respuestas, la Presidenta Lagarde probablemente informará de un primer debate sobre este asunto. Al hacerlo, es probable que vuelva al enfoque de tres pilares del BCE: perspectivas de inflación, precios subyacentes y transmisión de la política monetaria, concluyendo probablemente que no era el momento adecuado para no decidir ni comprometerse en una fase tan temprana. La inflación subyacente seguirá siendo un tema polémico, especialmente cuando el fuerte crecimiento de los salarios nominales se compensa con una productividad laboral muy débil”, comentan Hugo Le Damany y François Cabau, Economista y Economista Senior para la Eurozona de AXA Investment Managers.
“Un problema para Christine Lagarde esta semana es que el debate sobre la bajada de tipos ya ha comenzado de forma muy pública, con bastantes miembros del Consejo de Gobierno tomando la palabra para expresar sus opiniones. De este modo, será muy difícil que la presidenta del Banco Central Europeo (BCE) dé largas al asunto y se niegue por completo a entablar una conversación sobre la conversación, necesaria antes de la primera bajada de tipos. Sin embargo, el Consejo de Gobierno está en este momento probablemente demasiado dividido para que ella vaya más allá de la admisión de que el debate interno ha comenzado y entable una discusión precisa sobre el calendario”, añade Gilles Moëc, economista jefe de AXA IM.
Sobre el Consejo de Gobierno del BCE, Claudia Fontanive-Wyss, gestora de carteras de Vontobel, explica: “En la reunión de marzo, entre otros, el español Hernández, del ala acomodaticia, no será miembro con derecho a voto, mientras que, en la reunión de abril, por ejemplo, el francés Villeroy -otro dovish- no será miembro con derecho a voto del comité. Los miembros dovish, como Panetta (Italia), Villeroy (Francia) y Hernández (España) parecen inclinarse por una normalización temprana y gradual de la política monetaria, en lugar de recortes bruscos y más fuertes, sobre todo teniendo en cuenta que la mejora de los datos aún no apunta a una recuperación significativa y duradera”.
Por último, según recuerda Flavio Carpenzano, director de Inversiones de Capital Group, la alemana Isabel Schnabel, influyente miembro del Comité Ejecutivo del BCE, dio una entrevista en diciembre en la que se mostraba más prudente en relación con las perspectivas de recortes de tipos. “Recientemente, ha señalado que se conforma con que los tipos de interés no tengan que subir más. Aunque pensamos que los mercados descuentan actualmente demasiados recortes de tipos y demasiado pronto, el hecho de que el BCE haya puesto fin a su ciclo de subidas de tipos va a favorecer en gran medida a los tipos a medio plazo”, reconoce.
Expectativa sobre la reunión
En líneas generales, la reunión de mañana traerá nuevas proyecciones macroeconómicas, Lagarde reforzará el mensaje de que la inflación continúa la trayectoria descendente y se espera una revisión a la baja de la proyección de inflación. Según Konstantin Veit, gestor de cartera de PIMCO, desde finales del año pasado, los mercados han descontado un número considerable de recortes de tipos. En consecuencia, los precios parecen mucho más razonables y no muy alejados de nuestra previsión de tres recortes para este año.
“Aunque los nuevos datos sobre inflación sugieren que el proceso de desinflación a corto plazo podría ser algo más rápido de lo previsto, las implicaciones para la inflación a medio plazo son menos claras. Sin embargo, las nuevas proyecciones macroeconómicas de los servicios de la Comisión mostrarán probablemente una inflación general en torno al objetivo en 2025 y 2026”, matiza Veit.
Charles Diebel, responsable de Renta Fija de Mediolanum International Funds (MIFL), también coincide en que será importante observar cuál es el mensaje en torno a las perspectivas. Además, advierte de que la ambiciosa política de fijación de precios para los recortes de tipos vista anteriormente en el mercado se ha normalizado en cierta medida y ahora está mucho más alineada con las expectativas oficiales del BCE. “No mencionarán explícitamente cuándo, pero seguimos esperando que el primer recorte de tipos se lleve a cabo en junio, por un valor de 25 puntos básicos (0,25%). Para que esto ocurra, los datos de inflación deberán mejorar. Creemos que este será el aspecto clave del mensaje de esta semana”, comenta.
Por último, Annalisa Piazza analista de renta fija de MFS Investment Management, espera que Lagarde reciba algunas preguntas «incómodas» durante la conferencia de prensa de esta semana y sus respuestas probablemente proporcionarán más pruebas de lo dividido que está el Consejo de Gobierno sobre los siguientes pasos. “Si se le pregunta, esperamos que Lagarde reitere la independencia del BCE respecto a las decisiones políticas de otros bancos centrales. No nos sorprendería que esta vez el BCE recortara los tipos antes que la Reserva Federal, ya que el panorama fundamental justifica plenamente la medida. Creemos que Lagarde rebatirá las preguntas sobre el momento exacto de los recortes y la magnitud de los próximos movimientos. Con la economía estancada y un descenso gradual de la inflación, una reducción progresiva hasta neutral parece tener más sentido, pero descartamos que el BCE se comprometa de antemano, ya que la incertidumbre sigue siendo elevada”, afirma Piazza.
Implicaciones para el inversor
La perspectiva de bajadas de tipos a ambos lados del Atlántico plantea interrogantes a los inversores. Si bien los mercados anticipan un número equivalente de recortes para los dos bancos centrales y más o menos al mismo tiempo, la situación económica es muy diferente entre ambas regiones. En opinión de Felix Feather, economista de abrdn, los inversores buscarán pistas en el comunicado para saber si ese primer recorte se producirá en abril, junio o más adelante.
“Estas pistas pueden encontrarse en el marco retórico de la decisión y en las actualizaciones de las proyecciones de los expertos del BCE. Esté atento a cualquier cambio en las proyecciones de inflación a medio plazo: son fundamentales para la reacción del banco, especialmente en la coyuntura actual”, comenta Feather.
Por su parte, el miembro del comité de inversión de Carmignac añade: “En este contexto, preferimos los tipos básicos europeos a sus homólogos estadounidenses. Y más en general, en renta fija, favorecemos los activos rentables. El carry es atractivo e indica a los inversores hasta qué punto el tiempo jugará a su favor; al fin y al cabo, a los inversores en renta fija se les paga por esperar”.
Según el análisis que hace Paolo Zanghieri, economista senior de Generali AM, parte del ecosistema de Generali Investments, “las acciones y los bonos se bifurcan al revalorizarse las medidas de los bancos centrales”. En su opinión, los mercados de renta variable se han mostrado notablemente resistentes a la revalorización de los bancos centrales y al consiguiente aumento de los rendimientos.
“Esta bifurcación sobre los bonos se debe en gran medida al milagro de la Inteligencia Artificial (IA), a la abundante liquidez y al creciente optimismo sobre la economía. Aun así, el ciclo sigue siendo frágil y expuesto a varios riesgos, ante todo geopolíticos. Por lo tanto, advertimos de que el sentimiento y el posicionamiento alcistas de los inversores, así como la deprimida volatilidad de los activos de riesgo, también pueden reflejar un poco de complacencia”, concluye Zanghieri.