La actual política monetaria implementada por el Banco Central Europeo, con un entorno de tipos cero y el actual escenario de volatilidad en las bolsas, hace que la gestión activa sea clave para conseguir rentabilidad. Desde la gestora Gesconsult consideran que uno de los motores para obtener buenos resultados en 2016 será la adecuada gestión de los riesgos, el enfoque a largo plazo y la flexibilidad.
David Ardura, subdirector de gestión de Gesconsult, señala que “se deben afrontar las inversiones con un horizonte temporal amplio y que vaya más allá de la incertidumbre que vivimos estos días. En ese horizonte temporal de medio plazo, la renta fija es el activo donde vemos mayor necesidad de cautela”. Esto se debe a que los inversores se mueven en un escenario “dominado por la ausencia de inflación y por la intervención de los bancos centrales, situaciones que son temporales pero que pueden ser percibidas como permanentes, lo que podría llevar a los inversores a sufrir fuertes pérdidas si los tipos comienzan a subir antes de lo esperado”, añade Ardura.
En un escenario marcado por la baja rentabilidad de la renta fija, el equipo de la gestora apuesta por la prudencia a lo largo de 2016: buscan liquidez, duraciones cortas y calidad en el crédito de las carteras. Las oportunidades en este mercado las encuentran en deuda subordinada bancaria, bonos de cupón flotante (en dólar y en euro) y en la deuda corporativa no vinculada con la energía o las materias primas.
Alfonso de Gregorio, director de gestión de Gesconsult, considera que “si lo analizamos en términos relativos, observamos mayor potencial en la renta variable europea, donde las rentabilidades esperadas son mayores que las de la renta fija”. Concretamente, de Gregorio considera que los sectores que ofrecen más valor en este momento son “las empresas vinculadas al consumo o demanda interna en España; las que se benefician del bajo precio del crudo; y las que ofrecen una buena rentabilidad por dividendo.
Aquellos inversores que elijan bolsa española, deben hacerlo “con mucha cautela, siendo muy selectivos y evitando compañías con alta presencia en países emergentes. Hay que tener en cuenta factores clave como la inestabilidad política actual y, en este sentido, los sectores más perjudicados pueden ser el bancario; los regulados, con el sector eléctrico a la cabeza; y el sector construcción (obra civil)”, advierte Alfonso de Gregorio. Según el experto, actualmente se ven más oportunidades en empresas cotizadas pequeñas y medianas, “que son más un fiel reflejo de la economía española y del resto de Europa, las áreas donde vemos más potencial”. También se fijan en sectores como el papelero (empresas como Europac, Ence, Iberpapel y Miquel y Costas) o que tengan un alto componente de costes energéticos en sus costes totales (compañías como Vidrala).