Según nos vamos adentrando en el nuevo año Chino, el gigante asiático continúa influyendo en el sentimiento del inversor. “Cuando la economía china y particularmente su PIB crecen, los inversores se animan; cuando estos tropiezan, los mercados se tambalean”, comenta Matthew Vaight, Gestor del M&G Global Emerging Markets Fund. En 2007, el optimismo hacia las expectativas sobre China estaba en auge y el mercado de valores en sus máximos. Para muchos inversores el miedo a perderse grandes oportunidades pasa por encima de los riesgos de invertir en China. “Los inversores se han dejado llevar por la burbuja territorial. En la cima del mercado, las valoraciones implican que la compañía media China va a crecer un 28% al año en la siguiente década. Esto es claramente improbable,” añade Vaight.
El gestor añade: “Hoy se podría argumentar que algunos inversores se han desenamorado de China. Los titulares del año pasado han estado dominados por la disminución en el progreso de la economía, la corrupción y el riesgo político. Las valoraciones han caído y el mercado de valores está actualmente pronosticando un crecimiento futuro del 4% anual. Dada la próspera regla de oro para la inversión exitosa, concretamente comprar activos cuando son baratos, creemos que ahora mismo merece la pena mirar de cerca a la renta variable china”.
Las compañías “baratas” no son necesariamente buenas inversiones – con sus valoraciones, el retorno en capital y el gobierno corporativo, son elementos esenciales de la ecuación de la inversión. La reputación de las empresas chinas en estas áreas nunca ha sido impresionante, así que mientras el mercado chino está bien valorado, los inversores tienen que ser selectivos a la hora de buscar compañías que estén bien gobernadas, con énfasis en la rentabilidad y en generar beneficios para los accionistas. “Estamos viendo algunas empresas que acogen estas ideas y éstas son oportunidades atractivas de inversión en China,” comenta Vaight.
Este optimismo surge principalmente de los cambios a nivel corporativo. Una tendencia esperanzadora es la forma en la que las empresas chinas se mueven hacia una cadena de valores. En el pasado, muchas compañías eran productoras low-cost, pero algunas de ellas se están dando cuenta que no pueden competir sólo en costes – particularmente si el aumento de los sueldos erosiona esta ventaja. En respuesta, las compañías están invirtiendo en innovación, brand awareness (reconocimiento de marca) y distribución para crear modelos de negocio sostenibles. En 2011, los gastos en investigación y desarrollo (I+D) en China subieron un 23% con respecto al año anterior, especialmente en tecnología.
Un ejemplo de este cambio se puede ver en Mindray Medical, una compañía presente en la cartera del M&G Global Emerging Markets Fund. Se trata de una firma productora de equipo médico barato que se dio cuenta de que competir únicamente en costes no es una estrategia sostenible a largo plazo. Fue entonces cuando la compañía invirtió fuertemente en I+D para poder llegar a ser más competitiva a nivel global por la calidad de sus productos y no por sus precios bajos. “Mindray se ha transformado exitosamente en una compañía global que compite con empresas del oeste ya establecidas,” añade Vaight.
Muchas empresas Chinas han empezado a mejorar sus prácticas operacionales. Y cada vez más, las compañías de mercados emergentes tratan de superar sus propios objetivos comparándose con sus competidores, de los cuales intentan adoptar las mejores prácticas a nivel internacional. El M&G Global Emerging Markets Fund tiene en su cartera una de estas compañías, Yingde Gases, que produce gases a escala industrial. Los fundadores de la empresa tienen experiencia en el `Oeste´. Vaight comenta: “Yingde fue concebida para combinar las mejores prácticas operativas con un conocimiento local del mercado chino para así poder crear la mayor y más rentable compañía industrial de gases en China.”
De todas formas, añade: “Mientras hay empresas exitosas y de alcance mundial en China, muchas todavía son pobremente gestionadas y fracasan a la hora de generar rentabilidad a los accionistas. Los estándares de gobierno corporativo son bajos, especialmente en las empresas del gobierno, que representan una significativa parte del mercado. Estas empresas dominan sectores como el de la banca y el de la energía y en nuestra opinión son dirigidas principalmente para el beneficio del estado y la sociedad, no para el de los accionistas”.
Las valoraciones son cruciales a la hora de tomar una decisión para hacer una inversión. “Comparado con los días duros del 2007, las acciones chinas son atractivas a día de hoy. Pero los inversores se tienen que preguntar si una empresa es `barata´ por una razón. Nosotros creemos que las oportunidades pueden encontrarse, pero los inversores tienen que ser meticulosos y centrarse en lo que importa, principalmente si la compañía está bien gestionada y crea valor para sus accionistas», concluye Vaight.