El crédito de grado de inversión parece ahora una opción más atractiva tras la notable ampliación de los diferenciales, de acuerdo con los responsables de renta fija de Insight y Standish, ambas parte de BNY Mellon.
Los directivos de Insight afirman que han mantenido durante algún tiempo una posición sobreponderada en el grado de inversión estadounidense, convencidos del atractivo de los diferenciales y de que probablemente ese mercado tenga más facilidades a la hora de absorber la oferta. “Dentro de los títulos de alta rentabilidad, las valoraciones ofrecen una compensación adecuada por el riesgo de impagos, pero preocupa la liquidez, especialmente en EE.UU., y continúan existiendo riesgos idiosincrásicos”, dicen.
Los diferenciales de crédito estadounidenses comenzaron a retroceder hasta junio de 2014, pero se ampliaron significativamente al final del tercer trimestre, según comenta Jake Gaul, gestor principal de carteras y director de crédito de grado de inversión en Standish, parte de BNY Mellon, quien también afirma que se ha tratado de una cantidad nada despreciable para un periodo no recesivo como éste.
“Durante este mismo periodo de 18 meses, el S&P 500 muestra una curva de retorno total plana. Dicho de una manera más sencilla, las primas de riesgo sobre bonos corporativos de grado de inversión prácticamente se multiplicaron por dos mientras los valores hacían aguas. Ha surgido un desequilibrio en los diferenciales de crédito a consecuencia de la volatilidad del mercado de valores, donde tradicionalmente ha existido una correlación positiva consolidada.
Gaul se pregunta: ¿tienen razón los inversores de crédito que se muestran nerviosos? ¿O sucede todo lo contrario? “Existen razones evidentemente válidas por las que los inversores del mercado de crédito han demandado últimamente primas de riesgo más altas; un ligero incremento del apalancamiento, una oferta incesante de nuevos bonos y un incremento del riesgo de supuestos de fusión y adquisición, por mencionar solo algunos”.
Sin embargo, no cree que la ampliación de los diferenciales de crédito sea el presagio de una recesión en EE.UU. o de un cambio de ciclo para el crédito en un futuro cercano. Al contrario, opina que la venta de crédito es exagerada. Liderando dicha venta tenemos a los bonos del sector de las materias primas, según apunta Gaul, quien también añade que muy probablemente, en el corto plazo, los diferenciales de grado de inversión de esta área sigan los pasos de las materias primas subyacentes. “No obstante, a largo plazo esperamos que estos sectores ofrezcan algunas oportunidades de retorno total, al mismo tiempo que determinados emisores consolidan la disciplina en su balance de cuentas y demuestran que pueden ajustar su estructura de costes a un entorno de precios “más bajos durante más tiempo” para las materias primas.
Los directivos de Insight advierten que para Australia soplan vientos desfavorables por la desaceleración de la economía china y los precios más bajos de las materias primas, aunque pronostican una reducción de sus tipos de interés. El equipo de Insight tiene una pequeña posición larga en Australia frente a EE.UU. y el Reino Unido.
Con respecto a la exposición estadounidense, Insight mantiene una modesta posición de corta duración y un posicionamiento de aplanamiento de curva. Insight continúa esperando que el Banco de Inglaterra comience a elevar los tipos entre tres y seis meses después de que intervenga la Reserva Federal. De ese modo, en 2016 podríamos presenciar dos incrementos de tipos, y ello a pesar de que el mercado parece inclinarse por que el primer incremento de tipos del Reino Unido sea en el primer trimestre de 2017, según comentan en Insight. “Mantenemos una parcialidad estratégica para estar en duraciones cortas y consideramos el Reino Unido como una posición corta atractiva en comparación con EE.UU. o Australia”.