2023 va a ser muy diferente a 2022 en los mercados de crédito. Para Erick Muller, director de productos y estrategia de inversión de Muzinich & Co., el cambio de régimen de la política monetaria de los bancos centrales, la desaceleración económica, la evolución de la inflación y los fundamentales de las compañías serán los factores macro a tener en cuenta para entender qué podemos esperar de este mercado en 2023.
Según explica el experto, lo primero que ha cambiado son las valoraciones. “Tras diez años de represión financiera, los spreads y los yields han estado presionados a la baja con la política de los bancos centrales. En cambio, 2023 comienza con la vuelta de la generación de rentas, así que hay que aprovecharlo”, apunta Muller.
Aunque el repunte de los diferenciales de crédito en diciembre cambia el punto de valoración, la gestora reconoce que esto no ha modificado las principales convicciones que guían su asignación. Según sus perspectivas, los mercados de crédito mantienen su atractivo y el aumento de los rendimientos paralelo al estrechamiento de los diferenciales del mes pasado, deja los rendimientos totales en el extremo superior de la última década. Por lo tanto, esperan que las carteras equilibradas, teniendo en cuenta las valoraciones de los mercados de renta variable y de crédito, deberían reequilibrarse a favor de los mercados de crédito en 2023.
“La relación entre la renta variable y el crédito ha vuelto a cambiar. Lo que estaban haciendo los inversores era estar más en renta variable quitando renta fija, pero para este año la situación será diferente porque ahora el crédito investment grade y el high yield pueden ofrecer una TIR media del 4,5%. El yield que puedes obtener en el mercado de crédito es el doble de lo que puedes esperar en renta variable este año”, añade el director de productos y estrategia de inversión de la gestora.
Para él, lo más relevante es que el inversor podrá acceder a estas rentabilidades sin necesidad de irse a la parte de más riesgo del crédito, a diferencia de lo que tenía que hacer hasta ahora. En este sentido, reconoce que el mercado se muestra preocupado por los default, inquietud que el experto relativiza: “No vamos a negar que si vamos a una recesión profunda los índices de default aumentarán, pero creemos que será un aumento menor de lo esperado. El mercado está poniendo en precio un escenario muy negativo, pero nosotros no lo vemos así porque en los últimos meses hemos visto cambios importantes como, por ejemplo, una bajada en el precio de la energía, la reapertura de China y la falta de una política fiscal restrictiva por parte de los gobiernos”.
Es decir, a nivel macro, la gestora estadounidense no ve una recesión global, y de producirse consideran que sería leve y poca profunda. Eso sí, advierten de que consideran que los bancos centrales no han terminado su trabajo y de que están dispuestos a “pagar el precio de la recesión” para frenar la inflación. Según explica Muller, hay que tener en cuenta que las instituciones monetarias necesitan recuperar su credibilidad y, a la par, el mercado se empeña en identificar en qué punto van a frenar las subidas de tipos y comenzar las bajas. Estas dos fuerzas hacen que la gestora prefiera centrarse en duraciones cortas. “Preferimos la parte corta porque consideramos que aún es pronto para situarnos en la parte larga de la curva. No nos iremos a la parte larga hasta que no tengamos la convicción de que los bancos centrales van a poner punto y final a las subidas y que la inflación comienza a descender”, asegura. Además de las duraciones cortas, la principal apuesta de Muzinich & Co. es el crédito de alta calidad, de hecho, la gestora se encuentra sobrependoerados en investment grade frente a high yield. Según Muller, después de 2022, “cuando vuelvan los inversores a la renta fija van a preferir entrar en investment grade para protegerse de los posibles defaults y para huir de la parte más de riesgo del crédito. En cambio, cuando la macro se estabilice, creo que la gente se posicionará en high yield, sobre todo si el crecimiento económico mejora”.