El 45% de los miembros de CFA Institute opinan que los activos financieros en sus respectivos mercados se han recuperado demasiado rápido, por lo que prevén una corrección en un margen de tiempo de uno a tres años. Esta es una de las principales conclusiones que arroja el informe «COVID-19, un Año Después – Mercados de Capitales Adentrándose en Aguas Desconocidas», elaborado por CFA Institute usando como base una encuesta realizada a más de 6.000 miembros de la organización.
El objetivo de este informe ha sido conocer y analizar cómo ha impactado la pandemia del COVID-19 en la industria de inversión y en los mercados financieros. Según sus conclusiones, la volatilidad del mercado parece ser un problema menor en 2021 en comparación al año anterior. Si bien el 26% de los profesionales encuestados afirmaron que la volatilidad obligó a su empresa a reconsiderar las opciones de asignación de activos en abril de 2020, sólo el 18% respondió de la misma manera en marzo de 2021.
“Los resultados de la encuesta nos dicen que el sentimiento mayoritario de los profesionales de la inversión es que los activos financieros se han recuperado demasiado rápido. Esto podría indicar que nuestros miembros de CFA Institute piensan que existe una desconexión entre los fundamentos del crecimiento económico y los mercados de capitales, causada en parte por el estímulo monetario, atisbando una posible corrección en un futuro no muy lejano, de menos de tres años. Para mí, también es una indicación a las autoridades que el estímulo monetario no es una simple palanca para tirar de ella, dada la complejidad del ecosistema económico y financiero; habrá consecuencias no deseadas a considerar en el futuro”, explica Paul Andrews, director gerente de Research, Advocacy y Standards de CFA Institute.
La proporción de encuestados que creen que la renta variable está valorada en su justa medida es baja en todas las regiones, y oscila entre el 2% y el 16%. Por ejemplo, los encuestados en América del Norte (Estados Unidos, en particular) están más preocupados por una corrección que los europeos (50% vs 40%), lo que puede explicarse por el ritmo de recuperación de los mercados de valores en ambas regiones desde marzo de 2020.
Por su parte en los mercados emergentes parecen más optimistas con que la renta variable se estabilizará en sus respectivos mercados gradualmente y en línea con la economía real, visión esta que no comparten para los activos de los mercados desarrollados.
Según apunta el informe, “muchos profesionales perciben que las bolsas de los mercados desarrollados están sobrevaloradas con respecto a los emergentes, probablemente debido a las variaciones en los programas de estímulo monetario y ayuda gubernamental promulgados en diferentes partes del mundo”.
De los 6.040 encuestados de todo el mundo, la posición de los profesionales sobre la volatilidad ha cambiado notablemente desde hace un año, según explica el informe, posiblemente atribuible a las decisivas iniciativas de las autoridades para controlar la posible perturbación del mercado mediante la intervención de políticas y el estímulo monetario.
En marzo de 2021, el 28% de los encuestados estaban analizando el impacto potencial de la volatilidad del mercado, en comparación con el 42% en abril de 2020. En cambio, ahora el 48% de los encuestados piensa que la volatilidad no tuvo un impacto material en su actividad o en la de su empresa (32% en abril de 2020).
Por último, la proporción de encuestados que indicaron que la volatilidad ha tenido un impacto significativo cayó del 26% al 18% a nivel mundial. Un análisis más detallado sugiere que los mercados emergentes en todas las regiones han experimentado los efectos de la volatilidad del mercado de manera más significativa, ya que no se beneficiaron del mismo nivel de apoyo gubernamental que se observó en las economías avanzadas. Los encuestados en África (37%), América Latina (29%), Oriente Medio (38%) y el sur de Asia (33%, incluidos India y Pakistán) continúan mostrando un impacto más significativo de la volatilidad en sus procesos de inversión y alternativas de asignación de activos.