Afinando la fórmula con la que han estado reuniendo a cientos de profesionales ligados al mundo de los family offices, Black Bull Investors Club concluyó la última versión de su Colombia Family Office & Investors Summit. Durante dos días, en el hotel JW Marriott de Bogotá, los 160 asistentes compartieron visiones de una variedad de temáticas, tanto de las carteras como de las familias que están detrás de los patrimonios.
Entrelazadas entre charlas magistrales, paneles temáticos y mesas de discusión, el evento incluyó 130 reuniones uno a uno y un evento de elevator pitch que llevó ideas de inversión de KBIS Capital, KNG Alternative Investments, Winset, Key Capital y HFM.
Compartiendo la dicha del café colombiano, los asistentes de la cumbre se enfrentaron a un buffet de perspectivas. El programa cubrió, de la mano de su selección de presentadores y panelistas, las perspectivas para América Latina, los activos alternativos, el impacto social de las familias empresarias y la sucesión de las fortunas, entre otros temas.
El brillo de Latam
Para Diego Gianelli, director de Economía de Moneda Patria Investments, se ha visto una “rotación en búsqueda de valor” que se ha vuelto especialmente relevante en estos tiempos. Esto incluye una mayor atención a otros mercados, como América Latina, que ha estado ganando tracción en lo que va del año, tanto a nivel de bolsas como de bonos.
Aunque espera que va a sufrir los efectos globales de la guerra comercial, “en términos relativos, la región queda algo mejor parada que otras regiones”, según el ejecutivo. Fuera de México, detalló, los países de la región están relativamente fuera de la mira del impulso tarifario de EE.UU. Incluso en el caso mexicano, si bien el profesional augura un “año complicado” para el país, esperan que el presidente Trump modere su postura respecto a su vecino del sur.
Otras cosas que le juegan a favor a los activos latinoamericanos son una política monetaria adecuada, mejores condiciones financieras, estímulos en China –donde ven la capacidad y el interés en reforzar la economía–, una proyectada caída gradual en el dólar, que le daría un impulso a las materias primas, y estar más o menos aislada de las principales tensiones geopolíticas del escenario global.
Atención a los alternativos
Haciendo eco de la creciente penetración de las estrategias alternativas en las carteras de altos patrimonios, el evento de Black Bull presentó una variedad de perspectivas a los asistentes.
Una tendencia clave que se ha visto en el ecosistema es el avance de fórmulas de inversión más amigables para las familias de alto patrimonio. “Ese giro, de productos ilíquidos a semilíquidos, se ha notado”, indicó Roberto Gadala-Maria, Regional Head of Private Banking de EFG Capital.
“Las oportunidades inmobiliarias en EE.UU., donde se han visto algunos indicadores débiles, van a volver”, auguró Antonio López, director de Relaciones con Inversionistas de KBIS Capital. Mientras que por el lado local, el hecho de que muchos inversionistas institucionales están obligados a invertir en sus países abre oportunidades para hacer desarollos en América Latina, según Sebastián Muñoz, Managing Director de HASTA Capital.
Por otro lado, la expectativa para la deuda privada –el activo que más ha crecido en el mundo en los últimos tres años– es que se vuelva más dinámico en Colombia. “Creo que vamos a ver más dinamismo”, auguró Paola García, directora ejecutiva de ColCapital, gremio de venture capital colombiano.
Consejos para family offices
Al ser consultado sobre los errores de los family offices al construir una cartera de alternativos, durante su charla magistral, el Market Specialist Fixed Income & Portfolios de Bloomberg, José Antonio Martínez de la Vega Labra, delineó dos variables principales: las personas en el equipo y el benchmark.
“Para mí, el principal error es la falta de talento”, dijo, agregando que es necesario tener profesionales preparados y con conocimiento de la clase de activos. Por el lado del benchmark, el especialista de Bloomberg recomendó tener algún indicador de referencial, tanto para medir el desempeño del portafolio como para mantener la “disciplina” en la gestión en el largo plazo.
El telón de fondo de estos consejos es un entorno de crecimiento significativo para los alternativos, a lo largo del espectro de activos. Este segmento, recalcó Martínez de la Vega, ha aumentado su participación de mercados, de 7% en 2022 a 16% en 2024. Los family offices a nivel global, específicamente, señaló, tienen alrededor de 40% de sus inversiones en mercados privados, en promedio.
Las familias tras los patrimonios
El plato fuerte de la segunda jornada del evento de Black Bull contó con un panel con representantes de cuatro family offices colombianos. En ese espacio, Álvaro Peña, Executive VP de APG Capital Investments; Andrés Ibarra, director de IR Family Office; Daniel Moreno, miembro de la familia tras Amarilo SAS; y Santiago Tamayo, CEO de Santa María Investments FO delinearon sus historias familiares y compartieron sus visiones sobre los negocios y el rol de los single family office en la sociedad.
“Los valores y principios tienen que ser la brújula de la familia empresarial”, dijo Moreno, mientras los invitados compartían experiencias de crisis que afectaron a sus grupos familiares. En esa línea, Peña relató su propia situación de crisis, cuando la empresa se vio afectada por un período duro: “Asumir ese golpe ha sido una de las cosas más difíciles”.
De todos modos, los cuatro panelistas enfatizaron en la oportunidad de los single family offices para generar un impacto social y económico en sus países. En ese sentido, Tamayo destacó que un “shift generacional” ha traído a nuevas generaciones que se han preparado con una visión más globalizada. Por lo mismo, recalcó en la importancia de que las familias empresariales entiendan su impacto en América Latina.
Dilemas de sucesión
Uno de los temas centrales en las discusiones sobre las familias tras las oficinas protagonistas de la cumbre fue la sucesión. En ese sentido, Giannina Fasanelli, CEO de Simonizco FO, hizo un llamado a tener una estrategia en la materia y no dejarse estar.
“Creemos a veces en las familias empresarias que la inercia genera estabilidad”, indicó en un panel dedicado al tema de la sucesión, pero no es así. “Hay que tener una estrategia”, señaló, que se adapte al mundo cambiante alrededor de la familia y el patrimonio. En ese sentido, describió tres pilares fundamentales que se deben atender: la familia, la empresa y el patrimonio.
Y el impacto del traspaso de las fortunas familiares no es menor, según explicó en la instancia Ricardo Pérez Arango, socio del estudio Pérez Arango Abogados. “El impacto fiscal de una sucesión bien planificada es mucho mayor que una no planificada”, indicó, agregando que el camino litigioso se debe ver como la última opción.