La mejora del crecimiento global se confirma. Los principales motivos son la aceleración de Estados Unidos hacia un crecimiento del 3% y la recuperación de la actividad en la Eurozona.
“En Estados Unidos, es posible que la cuestión sobre la subida de tipos aparezca a partir del final de 2014. En la Eurozona, la inflación se mantendrá baja pero si el crecimiento prosigue, su mejora debería evitarse la deflación. En Asia, el balance de las Abenomics es favorable pero la salida definitiva de la deflación todavía no está ganada. El crecimiento en China debería mantenerse próximo a su tendencia actual, pero el reequilibrio entre la economía y la demanda de los hogares tarda en llegar. El resto de países emergentes permanecen bajo un entorno desfavorable que vuelve a mostrar fallos estructurales. Sin embargo, el crecimiento no debería degradarse en exceso gracias al incremento de la demanda externa”, explicó Matthieu Grouès, consejero delegado y director de Inversiones de Lazardfrères Gestion en un evento celebrado recientemente en Madrid.
Así, si la recuperación económica y las políticas monetarias expansivas prosiguen, el experto dice que continuará privilegiando los activos de riesgo en su asignación de activos. “Mientras que 2013 estuvo marcado por la expansión de los múltiplos, este año será el incremento de los beneficios lo que impulse el crecimiento. Además, creemos que el potencial es superior en la Eurozona, con un incremento de alrededor del 20%”.
En general, la gesora da prioridad a los valores cíclicos expuestos a Europa y en particular a los sectores de los materiales básicos, la salud (donde tras varios años de buena rentabilidad, el potencial se mantiene significativo teniendo en cuenta sus probadas innovaciones), el transporte aéreo, el automóvil, el consumo cíclico y los medios de comunicación. Y piensan que, a pesar de la subida constatada desde 2012, las valoracionessiguen siendo atractivas, excepto quizá los sectores biotecnológico e Internet.
El experto considera que el resto de mercados desarrollados también deberían mostrar buenas rentabilidades. En cuanto a la renta variable emergente, dice que la valoración relativa es muy favorable pero en un primer momento “la elevada incertidumbre nos invita a mantenernos prudentes; pues se mantiene la presión del tapering de la Fed”.
Valor en renta fija
En renta fija, dice que a baja inflación no impedirá a los tipos a largo continuar sus subidas pero los tipos a corto se mantendrán reducidos. “Entre los emisores privados, el alto rendimiento y los bonos bancarios todavía deberían ofrecer rentabilidades interesantes pero inferiores a los años anteriores”, dice.
En general, la gestora mantiene una asignación en los compartimentos de alto rendimiento en deuda subordinada. “Los nuevos participantes en high yield deberían obtener primas atractivas; la capacidad para generar un free cash flow positivo será determinante ante la lección del emisor. En la deuda subordinada la rentabilidad debería acercarse a la obtenida en 2013 teniendo en cuenta la continua mejora de los fundamentales (fondos propios, apalancamientos), acompañada de una mejor percepción de los soberanos periféricos”.