En el informe de perspectivas de Morgan Stanley para 2016, los economistas y estrategas de Estados Unidos ven unos hogares con sólidos balances contables y crecimiento en los salarios, impulsando la demanda de consumo y a su vez los sectores de consumo discrecional y financiero.
El Comité de Operaciones de Mercado Abierto de la Reserva Federal (o FOMC) elevó en diciembre su principal tasa de referencia un 0,25%, en un intento de dejar atrás las tasas de interés cercanas a cero. Esta subida, que fue altamente anticipada por el mercado, marca la primera subida de tasas por parte de Estados Unidos desde junio 2006. “Ahora esperamos una subida menos en 2016 -tres en total-, mientras la Fed comienza el proceso de normalización a paso de tortuga”, comenta Ellen Zentner, economista jefe de Morgan Stanley. “Si el crecimiento no parece estar excediendo el potencial y la inflación no se mueve por encima del 2%, entonces no habrá nuevas subidas”, aparte de las ya esperadas.
La política monetaria es uno de los temas claves dentro de las perspectivas económicas de Morgan Stanley para Estados Unidos en 2016. Zentner predice unos sólidos balances contables y una tasa constante de desempleo que mantendrán el ciclo de recuperación en lento movimiento, por algunos años.
Sin embargo, los inversores deben mantener sus expectativas a raya. La fortaleza del dólar y la resaca de los débiles precios de la energía probablemente mermen las ganancias por acción. “Ninguno de nuestros principales estrategas tiene mayores expectativas alcistas ahora que las que tenían en el verano”, comenta el estratega jefe de renta variable de Estados Unidos, Adam Parker.
Morgan Stanley predice un crecimiento del PIB del 1,8% en 2016 (T4/T4), frente al actual consenso del 2,5%. El escenario base para la renta variable en Estados Unidos es de un crecimiento anualizado del beneficio por acción del 1% para el índice de Standard & Poor’s 500.
¿Por qué esta vez es diferente?
La decisión de la Fed ha sido cuidadosamente anunciada y meticulosamente orquestada, ya que lo último que querían las autoridades monetarias era generar sorpresa entre los inversores. Según Zentner, los inversores pueden esperar la misma actitud en 2016. Si todo continúa según lo planeado -los mercados digieren el incremento en tasas, las compañías y consumidores siguen manteniendo su confianza y los mercados globales se mantienen estables-, la Fed podría seguir subiendo las tasas en incrementos de 25 puntos básicos en junio, septiembre y diciembre de 2016, con una tasa objetivo del 1,125% a final de año, siendo históricamente el ciclo más lento de subidas de tasas de Estados Unidos.
Incluso si la Fed puede mantener su política de reinversión sin cambios hasta finales de 2016, menos probable será que se repita el “Taper Tantrum” de 2013. “Habiendo aprendido la lección, la Fed está tratando de convencer a los mercados de que dejar atrás la tasa cero no significa necesariamente el comienzo de un ciclo tradicional restrictivo de la política monetaria”, comenta Zentner.vAdemás, Morgan Stanley predice un dólar más fuerte frente al resto de divisas hasta el año 2017.
En el caso de que la Fed continúe sobre-anunciando sus intenciones, los mercados deberían incorporar las subidas de tasas sin sobresaltos. Por el contrario, si los mercados y los inversores sobreactúan, las condiciones financieras se podrían restringir demasiado y ahogar el crecimiento económico. En la otra cara de la moneda, un crecimiento global más fuerte podría hacer crecer las exportaciones y estimular una repercusión en la inversión, incrementando aún más el crecimiento económico y el gasto de los hogares, en otras palabras, un proverbial ciclo económico benevolente.
Los consumidores no deberían sentir el cambio
El consumidor estadounidense es la guía del crecimiento económico en 2016. “Los niveles récord de liquidez de los consumidores, financiados con ingresos en lugar de deuda, junto con el ahorro en energía y el mayor poder adquisitivo del dólar, han apoyado los fundamentales del consumidor”, comenta Zentner.
A diferencia del periodo anterior de subida de tasas, los presupuestos de los hogares estadounidenses están en buena forma. Más del 80% de su deuda es a tipo fijo, por lo que la subida en los tipos de interés no debería representar un problema. El crecimiento del empleo será lento, pero un mercado laboral más restrictivo con salarios mínimos al alza debería estimular los niveles de crecimiento de los ingresos. Como resultado, se esperan “un crecimiento menor pero más equilibrado del gasto del consumidor”, finaliza Zentner.