Las empresas familiares son considerablemente más estables y proporcionan mejores rentabilidades a los accionistas a largo plazo que las firmas no familiares, según las conclusiones de un estudio encargado por Banque de Luxembourg Investments (BLI), que las considera por tanto como una opción muy atractiva sobre todo para inversiones de larga duración.
El análisis, realizado por el Handelsblatt Research Institute (HRI), estudió las métricas de los balances y del mercado financiero para comprobar de forma empírica y durante un largo periodo el rendimiento de las empresas familiares cotizadas frente a las que no son propiedad de una familia.
«Cuarenta empresas familiares cotizadas de diversa capitalización de mercado fueron comparadas con un grupo equivalente de compañías no familiares cotizadas», explicó el profesor Bert Rürup, presidente de HRI y economista jefe del Handelsblatt, el principal diario económico de Alemania. El estudio analizó los últimos 17 años en los sectores de transporte/automoción, productos y servicios al consumidor, manufacturero e inmobiliario y de la construcción.
La estructura de propiedad tiene un impacto positivo
Todo apunta a que “la estructura de propiedad de estas compañías tiene un impacto positivo en su rentabilidad total para los accionistas a largo plazo y sobre otras muchas métricas de rendimiento”, explicó Lutz Overlack, director de distribución de BLI para Alemania, Austria y Suiza.
Entre las métricas analizadas están el rendimiento total para los accionistas, el ratio de capital de trabajo, ratio de capital y la rentabilidad sobre el capital o ROE.
«Considerando la ratio de capital de trabajo, un indicador de la liquidez de una compañía, el estudio descubrió que los resultados más altos eran impulsados por siete empresas alemanas y cuatro suizas, que tenían unas cifras de capital de trabajo mucho más altas que las compañías de otros países”, indicó Jan Kleibrink, jefe de análisis económico en HRI y coautor del informe.
Otras métricas arrojaron resultados similares, como la ROE, más estable que en otro tipo de empresas. “Esto es un signo claro de que las compañías familiares tienen una base de capital más sólida y más centrada en el crecimiento a futuro”, destacó Overlack. Un hecho que se ve reforzado además por su ratio de endeudamiento medio, que también es más bajo.
En conclusión, las empresas familiares superaron a las no familiares como inversión entre 2002 y 2019. Kleibrink lo resume: “La rentabilidad total de los accionistas de empresas familiares ha superado a la de su índice de referencia. Al mantener ratios de capital más altos y evitar unos índices de deuda muy grandes, las empresas familiares tienen una base de capital más sólida, lo que les permite resistir mejor las crisis”.