El presidente de Analistas Financieros (Afi), Emilio Ontiveros, ha asegurado que la pasada crisis económica “nos ha dejado algo muy positivo, como es el aumento de la propensión exportadora o, lo que es lo mismo, el aumento de las empresas que exportan de forma regular”. Según ha explicado, esto ha supuesto también “el aumento de la diversificación de lo que exportamos y de los destinos a los que exportamos; y el resultado ha sido un saneamiento sin precedentes en la balanza de pagos”.
Asimismo, ha añadido que “hoy tenemos un ligero superávit, gracias al dinamismo y profesionalización de las empresas medianas y pequeñas de nuestro país y a un enriquecimiento internacional cómplice’”.
Ontiveros ha realizado estas declaraciones durante la conferencia que ha impartido bajo el título ‘Situación actual y tendencias del entorno económico para la Empresa Familiar’ y que ha sido organizada por el Instituto Valenciano para el Estudio de la Empresa Familiar (IVEFA).
En su opinión, “hasta ahora, esas condiciones externas han sido inequívocamente favorables a la economía española, que inició en 2014 la recuperación de la crisis más severa del último medio siglo. Pero lo que está ocurriendo en 2019 es que la economía española ha crecido gracias a un sector exterior dinámico y ha crecido casi medio punto más que el promedio de la eurozona”.
“Por todo ello, en Afi no manejamos una recesión a la puerta de la esquina, pero del conjunto de indicadores deducimos que todas las economías en el mundo van a crecer menos en 2019 que en los últimos 4 años anteriores”, ha señalado Oliveros.
Por otro lado, el presidente de Afi también ha hecho hincapié en que “las empresas valencianas y españolas mantienen un grado de dependencia de lo que ocurre fuera de España cada día mayor. La economía española es de las más abiertas de Europa y el primer elemento que define esta apertura es la importancia relativa que tienen las exportaciones e importaciones sobre el PIB. Porque la economía española depende de su economía de bienes y servicios en más de un 30% de su producción. Y si fuera de España hay un clima de desaceleración, las cosas nos irán regular”.
En este sentido, ha manifestado que “a pesar de que el BCE ya avanzó que va a dejar de comprar deuda pública, desde Afi creemos que no va a haber subidas de tipos de interés en 2019. Las exportaciones no van a crecer al ritmo del pasado, por el crecimiento moderado de nuestro entorno y el sector exterior tendrá menos impulso sobre la economía española de lo que ha tenido en los últimos 4 años”.
Por último, ha adelantado que “el empleo seguirá hasta alcanzar una tasa de paro del 14%, pero la calidad del empleo no será importante, y experimentaremos un crecimiento, entorno al 2,2% o 2,3% que, en mi opinión, está muy bien”.
Por su parte, Pablo Guijarro encargado de finanzas corporativas, ha remarcado que “estamos contemplando, con cierta satisfacción, un crecimiento de la financiación al margen del canal bancario, pero ese crecimiento está siendo extremadamente lento. Una de las razones de esa lentitud ha sido la competencia feroz de las entidades financieras, pero no podemos dar por hecho de que esa competencia se pueda mantener durante mucho más tiempo. Y es que el sector financiero en España está extraordinariamente concentrado y no se descarta que, a medio plazo, se viva una segunda ronda de concentración de empresas bancarias”.