Los inversores en mercados emergentes mantienen altos niveles de efectivo en sus carteras, esperando que los mercados se estabilicen antes de invertir en activos de mayor rendimiento, según HSBC. Su última encuesta trimestral sobre el sentimiento inversor en los mercados emergentes muestra que el 45% de los inversores encuestados tiene más del 5% de sus carteras en efectivo y el 59% no espera utilizarlo en los próximos tres meses.
“Los inversores en mercados emergentes están esperando el momento oportuno para invertir, ya que los mercados han oscilado mucho en los últimos dos meses. Sólo el mes pasado, la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) se volvió más hawkish, y el foco se centró en las subidas de tipos y el tapering, y este mes el péndulo ha oscilado completamente en sentido contrario, ya que los inversores se preocupan por el impacto que aún tienen el COVID-19 en el crecimiento”, ha explicado Murat Ulgen, director global de análisis de mercados emergentes de HSBC.
La encuesta, la quinta de una serie lanzada por primera vez en junio de 2020, se llevó a cabo entre el 8 de junio y el 23 de julio de 2021 entre 124 inversores de 119 instituciones que representan 506.000 millones de dólares de activos de mercados emergentes bajo gestión.
Sus conclusiones muestran que alrededor de la mitad de los inversores se muestran neutrales sobre las perspectivas de los países emergentes en los próximos tres meses, aunque el 40% se muestra ahora alcista, frente al 34% del primer trimestre del año. El apetito por el riesgo (medido en una escala de 0 a 10, en la que 10 significa la mayor disposición a asumir riesgos) también aumentó ligeramente, hasta 6,17 desde 6,04.
Sin embargo, los inversores de los mercados emergentes son cada vez menos optimistas en cuanto a las perspectivas de crecimiento de los países emergentes para los próximos 12 meses y, por tanto, también han rebajado sus expectativas de inflación. La proporción de los que son optimistas sobre el crecimiento cayó al 60% en la encuesta más reciente, desde el 89% de finales del año pasado, y los que esperan que la inflación aumente bajaron al 59% desde el 77% de finales del primer trimestre.
No obstante, una clara mayoría de los inversores (56%) sigue esperando que se eleven los tipos de interés en los países emergentes, y muchos bancos centrales, como los de Brasil, Rusia, Hungría y México, ya han subido los tipos en 2021.
“La sensación entre los inversores es que, aunque las perspectivas de crecimiento son menos halagüeñas y la inflación es menos preocupante que a principios de año, los países emergentes seguirán subiendo los tipos porque intentan adelantarse al endurecimiento de la Fed y evitar que se repita el taper tantrum que vimos en 2013-2014”, ha añadido Ulgen.
La perspectiva de un endurecimiento de la Reserva Federal de EE.UU. fue citada por más encuestados como una preocupación que cualquier otro tema, por delante de la inflación y el COVID-19. Esto está animando a los inversores a centrarse en las economías con rápidas subidas de tipos.
En opinión de Ulgen, “cuando uno teme que los tipos globales vayan a subir, va a buscar una prima de riesgo más alta para invertir en los mercados emergentes como aislamiento contra el tapering”.
Ante las expectativas de nuevas subidas de tipos en los países emergentes, el 40% de los encuestados espera que las divisas de los mercados emergentes se aprecien frente al dólar estadounidense, frente al 22% de abril. Estas expectativas tienden a ser más alcistas en los países que están adelantando las subidas de tipos, especialmente Rusia y Brasil. Asimismo, los resultados de la encuesta sugieren que los inversores buscan una mayor prima de riesgo en la renta fija, citando a Rusia (22% del total), Nigeria (13% del total) y Sudáfrica (12% del total) como los tres principales mercados con una perspectiva más favorable en la deuda en moneda local.
Aunque Asia sigue siendo el destino de inversión más favorecido, el sentimiento neto ha disminuido, ya que los inversores se están centrando en los países que se están beneficiando de la subida de los precios de las materias primas, como América Latina, Oriente Medio y África.
Por último, el compromiso con la inversión medioambiental, social y de gobernanza (ESG) sigue aumentando, ya que el 45% de los encuestados gestiona ahora una cartera ESG de forma directa o indirecta, frente al 30% de junio de 2020. El cambio climático, la desigualdad y la protección de los accionistas minoritarios siguen siendo las tres principales preocupaciones en materia de ASG, respectivamente.