Las incertidumbres sobre las próximas políticas de Trump en Estados Unidos, la evolución de la inflación, las subidas de tipos por parte de la Fed y la fortaleza del dólar, así como el todavía sentimiento negativo de los inversores hacia los mercados emergentes, hacen que los gestores de Schroders se muestren cautos aún y mantengan posturas defensivas con respecto a estos activos. Pero, en la medida en que hay factores muy positivos en estos mercados, desde la gestora están convencidos de que sus posiciones se tornarán mucho más atrevidas a lo largo del próximo año… sobre todo en deuda emergente en divisa local y siempre de forma muy selectiva.
En una entrevista con Funds Society, Matthew Michael, Product Director de deuda de mercados emergentes y materias primas en Schroders, se mostraba constructivo con la deuda emergente donde, en su opinión, lo importante son los fundamentales. “Somos constructivos con los fundamentales de la deuda emergente, pero no en todos los países. En algunos mercados, las crisis han traído oportunidades”, explica, refiriéndose a mercados en los que los cambios políticos abren oportunidades (como India, Indonesia, Argentina, Brasil o Suráfrica). Así, el cambio gubernamental y la instauración de políticas reformistas son uno de los aspectos de mejora.
El segundo es que las divisas han caído con fuerza y permitido a muchos mercados ajustar sus cuentas corrientes: “Las divisas han caído un 40% en cuatro años. Es cierto que hay peligro de mayores caídas pero ya estamos en un punto en el que se pueden ver beneficios derivados de las últimas depreciaciones”, en mercados como Indonesia o Brasil, explica. En algunos de ellos se puede obtener un carry del 3%-4% como resultado de vender dólares y comprar divisas emergentes… de ahí su apuesta por la deuda en divisa local. “La deuda soberana externa no resulta tan atractiva porque está más ligada a los bonos del Tesoro estadounidense, que podría sufrir caídas si suben los tipos de interés”, añade.
El tercer factor a favor son las valoraciones, en niveles de hasta el año 2003 en países como Suráfrica –con yields del 7,5%-. “Hay algunos mercados que nunca han estado tan baratos”, dice. Mercados como India, Brasil o Rusia ofrecen carrys de entre el 5% y el 10%, añade. “La rentabilidad está por encima de la media histórica”, explica.
Selección: la clave
Pero no todo vale y es clave la selección: “En algunos países los inversores están subestimando los riesgos. Indonesia y Turquía están al mismo nivel de rentabilidad pero el primer país tiene una agenda pro-crecimiento y no tiene problemas de deuda mientras el segundo preocupa a la comunidad internacional”, advierte.
Para seleccionar las posiciones del fondo Emerging Markets Debt Absolute Return –un fondo con filosofía de retorno absoluto que está generando mucho interés entre los inversores-, los gestores se fijan tanto en los fundamentales, como en una nota de riesgo que otorgan a cada mercado y también en aspectos técnicos y de sentimiento. Factores que le hacen ser positivos en mercados como Brasil pero que aún no aconsejan invertir en México (donde los factores técnicos no apoyan).
Y es que el timing es clave, defiende el experto: “Llegamos a las elecciones en EE.UU. con posiciones muy defensivas por el comportamiento de las materias primas, la fortaleza del dólar y el consenso de mercado sobre la derrota de Trump, factores que llevaron a reducir el riesgo”. Pero ahora, de cara a finales de este año y a 2017, explica que el momento será propicio para invertir de nuevo, gracias a las atractivas rentabilidades que ofrece la deuda emergente y los atractivos fundamentales. “Es una cuestión de timing; si entramos demasiado pronto sufriremos”, explica. De ahí su perspectiva positiva con respecto al activo pero su cautela actual (el fondo tenía a finales de octubre un 36% en liquidez) y la premisa de ser muy selectivos.
Mejor LatAm que Asia
Actualmente la cartera del fondo mencionado favorece a la región de Latinoamérica, con cerca de un 40% de exposición. “Hasta hace unos años, no teníamos exposición al continente en nuestra cartera. Hoy somos defensivos pero a finales de octubre la exposición rozaba el 40%”, explica Matthews. ¿El motivo? Las agendas reformistas vistas en mercados como Argentina o Colombia, además la recuperación de las materias primas (que beneficia a estos mercados, junto a otros como Chile o Perú). Además, si Trump incentiva de nuevo el tema del petróleo y el gas, podría ser positivo para los países de la región, los más sensibles a estos temas.
Al contrario, Asia solo pesaba, en esa fecha, algo más del 9%, menos que la Europa emergente (con un 13%): “Hace unos años era Asia la región que pesaba un 40%. Hoy nos gustan mercados como Indonesia, Filipinas o India, donde los retornos son altos, pero China aún tiene que implementar una gran reforma y habrá que ver cómo lo hace: hemos de ver aún su modelo”, explica el experto.
Un dólar muy caro
Sobre el peligro de un dólar fuerte para el activo, la deuda emergente en divisa local (en la que invierte un 56,7% del fondo, pues solo un 7% está en deuda externa), reconoce que no ayudará. “Hay grandes oportunidades para las divisas emergentes pero aún hay que comprar de forma táctica –por ejemplo, en mercados sensibles a la evolución alcista de las materias primas, como Suráfrica-”, dice. Con todo, su opinión es que el dólar está demasiado caro, en niveles de los años 90.