A medida que la liquidez se extrae lentamente de la economía global, es probable que el reciente aumento en los flujos hacia estregias pasivas sufra una metamorfosis en un mercado con mayor dispersión, en el que BlackRock cree que las oportunidades generadoras de alfa podrían tener un papel más importante como fuente de retornos en 2018.
Según Sergio Trigo Paz, director de renta fija de mercados emergentes de BlackRock, y Pablo Goldberg, jefe de Investigación de renta fija y gestor especializado en mercados emergentes, los bonos de alto rendimiento de los mercados emergentes generarán rendimientos positivos en 2018 mientras los bancos centrales de los mercados desarrollados normalizan gradualmente sus políticas monetarias. A medida que continúa la normalización de la política monetaria, consideran que una evaluación adecuada de los riesgos idiosincráticos de los mercados emergentes específicos a cada país y la diferenciación activa es clave para los retornos futuros y la volatilidad de las carteras.
Según ellos, un entorno «reflacionario» respalda un mayor fortalecimiento de los fundamentos de los países emergentes y, a su vez, valida un fortalecimiento de las monedas emergentes. Sin embargo, son conscientes de que los países de los mercados emergentes se encuentran en momentos muy diferentes en sus ciclos comerciales, lo que debería conducir a políticas monetarias divergentes.
Blackrock cree que las mejores noticias provienen de América Latina, que finalmente ha abandonado la recesión en 2017 y podría crecer un 2,4% en 2018. Además, les sigue gustando invertir en países exportadores de petróleo con una duración corta, y favorecen estrategias sin restricciones que permiten una gestión de duración dinámica. Por eso creen que los inversores pueden considerar pasar de la indexación a las estrategias alfa, como una medida que puede capturar de manera más eficiente las oportunidades brindadas por un mercado más volátil frente a escenarios alternativos durante 2018.
«Creemos que una asignación más flexible a la deuda local, entre investment grade y high yield, y una gestión de duración dinámica, para acomodar los cambios en la curva de los EE. UU., ofrece el potencial de maximizar la rentabilidad para el resto del año», concluyen.