La presidenta de la CNMV, Elvira Rodríguez, presentó ayer su informe anual de actividades ante el Congreso de los Diputados. En su discurso, destacó la buena marcha de la industria de los fondos de inversión y el cambio que está viviendo el sector al pasar de la gestión pasiva a una gestión más activa.
“Durante 2014 hemos presenciado una fuerte pujanza de la industria de fondos de inversión, que se ha visto acompañada por una transformación del tipo de fondos comercializados, como consecuencia de la situación de los tipos de interés (…) La recuperación de 2014 vino acompañada de un cambio significativo en la composición de la oferta de fondos con la recuperación de las categorías de renta fija y renta fija mixta y con la confirmación del despegue de los fondos de gestión pasiva, en su gran mayoría fondos con objetivo concreto de rentabilidad no garantizado (…) Pero en los últimos meses se ha vuelto a producir otro cambio en el tipo de fondos de inversión que ofertan las entidades, que han dejado de lado los fondos con objetivo concreto de rentabilidad, que son de gestión pasiva, para pasar a comercializar fondos de gestión activa”, destacó.
En lo que respecta a la supervisión de los fondos, las IICs (fondos y sicavs) y las firmas de servicios de inversión, recordó que en 2014 se primaron las supervisiones tempranas y preventivas. Por ejemplo, en los servicios de inversión, la CNMV ha intensidficado los controles para verificar que se cumplen las normas de conducta para comercializar productos complejos, así como para prestar servicios de asesoramiento y gestión discrecional de carteras. Y las normas referentes a la remuneración de la red comercial, cumpliendo lo que dicen las autoridades europeas.
O en las IICs, su atención se centró en los conflictos de interés y en la información que reciben los partícipes. “El notable crecimiento del sector aconsejó, asimismo, realizar controles específicos sobre la comercialización de los productos con mayor demanda”.
Rodríquez recordó que han establecido un sistema universal de clasificación de instrumentos financieros dirigido a los inversores minoristas con el objetivo de mejorar la información que reciben antes de contratar y quiere determinar “qué instrumentos se consideran especialmente complejos y, en estos casos, realizar una advertencia específica al cliente en el sentido de que estos productos no resultan adecuados para inversores minoristas; advertencia que debe ser firmada por el propio cliente”. Además, ha realizado una revisión de los procesos de colocación entre los inversores minoristas de emisiones de productos complejos que requieren una especial atención, como es el caso de los estructurados.
Caso Banco Madrid
Aunque no estaba en su plan de actividades, Rodríguez habló también del caso Banco Madrid, haciendo patente su desacuerdo con los administradores concursales. La presidenta criticó el retraso en el desbloqueo de los fondos y dejó visible las fisuras con esta autoridad, indicando que “están juntos pero no revueltos”, pues quiere evitar que el crecimiento de la industria de fondos se ponga en peligro por lo sucedido.
MiFID II
Rodríguez también mencionó los avances en MiFID. “Se ha trabajado intensamente en el seno de ESMA para elaborar los estándares técnicos de desarrollo de la MiFID II. La entrada en vigor de las nuevas normas se produjo en julio de 2014 pero las obligaciones recogidas serán de aplicación en enero de 2017 y ahora se está avanzando en los numerosos mandatos a ESMA para la elaboración de los estándares técnicos que desarrollan los preceptos normativos. El nuevo marco normativo centra su atención, entre otras cuestiones, en la transparencia, la negociación electrónica y de alta frecuencia, el fomento de la competencia entre las infraestructuras de negociación y compensación y las obligaciones de información en derivados sobre materias primas”.
Y el futuro…
Rodríguez dibujó un escenario de mercado en el que los aspectos internacionales tienen una importancia creciente en los mercados de valores y donde existe una mayor relevancia de la financiación por vías alternativas a la bancaria. “En España, donde las empresas, especialmente las pymes, han sido tradicionalmente muy dependientes de la financiación bancaria, ya hemos dado un paso adelante. Con la Ley de Fomento de la Financiación Empresarial se ha querido, precisamente, poner en marcha un giro estratégico de la normativa para fomentar fuentes de financiación de la economía española alternativas al canal bancario tradicional. A la hora de plantearnos el futuro de la institución, tenemos que tener en mente que nos movemos en un entorno internacionalizado, extremadamente dinámico, y en el que los mercados de valores tienen un papel cada vez mayor para contribuir al crecimiento económico de nuestro país”.
El informe
Rodríguez presentó el “Informe Anual de la CNMV sobre los mercados de valores y su actuación”, que destaca el aumento del volumen de negociación experimentado por los mercados oficiales españoles en el pasado año (del 31% respecto a 2013) así como el incremento de operaciones corporativas. Los mercados vivieron un relanzamiento del número de ofertas públicas de venta, con 13 compañías que captaron recursos a través de esta vía en 2014, frente a la prácticamente nula actividad de 2013. Asimismo, se produjeron 140 ampliaciones de capital, realizadas por 53 sociedades cotizadas, 14 más que en 2013. Todo ello ha supuesto que los flujos canalizados hacia la renta variable alcanzaran un importe próximo a los 32.800 millones de euros, la cifra más alta de Europa. Este incremento de actividad ha implicado un aumento paralelo de la actividad de la CNMV dedicada a asegurar el ordenado funcionamiento de estos mercados. Así, en 2014 se han supervisado más de 125 millones de operaciones, un 38% más que en 2013.
En el ámbito disciplinario, el organismo impuso 77 multas por un importe de 17,56 millones (71 multas y 4,15 millones en 2013), se incoaron 34 nuevos expedientes (70 presuntas infracciones) y se cerraron 30 expedientes abiertos en ejercicios anteriores.
El informe anual también detalla las actuaciones destinadas a verificar el cumplimiento de las obligaciones de información al mercado de los emisores de valores, entre ellas, la información financiera anual, que incluye los informes de auditoría y la relativa a las prácticas de gobierno corporativo. En 2014 se han emitido requerimientos a 64 entidades por salvedades o ampliación de información sobre los informes financieros correspondientes al ejercicio 2013. Como aspecto destacado, el informe se refiere a las novedades en materia de gobierno corporativo, entre las que destaca la aprobación, por parte de la CNMV, del nuevo Código de Gobierno Corporativo de las sociedades cotizadas, publicado en febrero de 2015.