España celebró ayer elecciones generales, en las que el Partido Socialista -con su candidato y presidente en funciones, Pedro Sánchez- resultó ganador. Sin embargo, la falta de mayorías absolutas le obligarán a pactar con otros partidos y condicionarán la estabilidad de su gobierno a medio plazo, en un contexto en el que se produjo otra novedad de calado en el terreno político español: la irrupción de la extrema derecha en el Parlamento, representada por el partido Vox, que obtuvo 24 escaños.
En ese escenario, los analistas y gestores hablan de un gobierno de coalición, probablemente con giro hacia la izquierda y que podría buscar el apoyo de los independentistas, al que no auguran un importante impacto en la economía ni en el mercado. “Aunque el resultado de estas elecciones probablemente obligará a formar un gobierno de coalición inusual, de nuevo con los independentistas, es improbable que se produzcan cambios acusados en el rumbo del país y las perspectivas económicas”, comenta Matt Siddle, gestor de fondos de renta variable europea en Fidelity. “Ciertamente, las repercusiones para las bolsas europeas no van a ser tan importantes como cuando las elecciones italianas dieron lugar a una coalición entre el Movimiento 5 Estrellas y la Liga Norte, y dado que analizamos empresas atendiendo a sus fundamentales, pocos de los integrantes del índice europeo se verán afectados sustancialmente”, explicaba anoche tras conocerse el resultado electoral.
Tampoco los expertos de renta fija de la gestora esperan que las elecciones se conviertan en un foco de volatilidad: “En los mercados de renta fija, los bonos españoles se han comportado extremadamente bien durante los últimos seis meses, tanto en términos absolutos como relativos frente a los BTP italianos. El trasfondo político no es directamente comparable y no esperamos que este resultado de las elecciones generales españolas se conviertan en una gran fuente de volatilidad, pese a la más que probable alianza de la izquierda con los independentistas”, explica Andrea Iannelli, director de Inversiones del área de renta fija también en Fidelity.
El gestor explica que han aprovechado la oportunidad para reducir en parte las posiciones largas en deuda pública española durante las últimas semanas “en lo que ha sido una excelente racha desde el cambio de año, pero consideraríamos cualquier retroceso como una oportunidad para volver a elevar la exposición”.
Paul Brain, responsable de renta fija en Newton, parte de BNY Mellon, advertía sin embargo hace unos días de que la incertidumbre política podría desestabilizar temporalmente los diferenciales de los bonos españoles. “Cualquier coalición genera incertidumbre entre los inversores hasta que se aclare qué partidos están dispuestos a formar una alianza. La desafección con los partidos tradicionales que contribuyó al nacimiento de dos nuevos partidos –Unidas Podemos y Ciudadanos– también está detrás del auge de Vox. Creemos que la desafección política continuará siendo una tendencia mundial”, añade. En su opinión, las implicaciones para el mercado de bonos podrían derivarse de la tendencia de los partidos populistas a prometer políticas fiscales expansivas que suelen implicar mayores déficits presupuestarios. Además, la incapacidad de los partidos para ampliar el gasto público todo lo que desearía el electorado podría acabar fomentando la creación de más partidos populistas tanto de extrema izquierda como de extrema derecha, advierte.
“El continuo aumento del número de partidos tiene un efecto diluido sobre el voto que se traduce en gobiernos de coalición con escasa capacidad para acometer reformas significativas. Este problema no es exclusivo de España; las elecciones generales italianas del año pasado o el cambio de rumbo del presidente francés Emmanuel Macron con respecto a la política monetaria del Banco Central Europeo son dos ejemplos de las posibles repercusiones para los inversores en renta fija. España no debería verse muy penalizada por los inversores en bonos por cualquier concesión presupuestaria o por la incertidumbre poselectoral, teniendo en cuenta que hay otros países que también desean flexibilizar su política fiscal”, comenta. En su opinión, a diferencia de Italia, el entorno económico subyacente sigue siendo robusto en España, lo que debería respaldar los diferenciales de los bonos y contribuir a su estabilización en cuanto pasen las elecciones y el país cuente con un gobierno de coalición. La búsqueda de rentabilidad sigue siendo intensa, sobre todo ante la perspectiva de que el BCE mantenga su política de tipos de interés negativos. Esta búsqueda de rentabilidad, junto con la mejora de la calidad crediticia de España, debería llevar gradualmente a los bonos españoles a cotizar con prima con respecto a los bunds alemanes”.
Patrice Gautry, economista jefe de UBP, considera que si al final se da un parlamento sin mayorías, los riesgos serán una falta de reformas estructurales y la incapacidad del gobierno de corregir el déficit presupuestario y la consolidación de la deuda a largo plazo.
“El partido socialista PSOE, presidido por Pedro Sánchez, se proclamó vencedor de las elecciones parlamentarias del domingo. Sin embargo, la unión de los votos del PSOE y el partido de extrema izquierda Podemos no alcanza la mayoría absoluta, al igual que los partidos de derechas PP, Vox y Ciudadanos. Una coalición de centro entre el PSOE y Ciudadanos es matemáticamente posible, pero este último partido excluyó esta posibilidad durante la campaña. Por lo tanto, podemos esperar que la formación del nuevo gobierno lleve tiempo. También es posible que el PSOE decida formar un gobierno minoritario”, analiza escenarios el Investment Desk de Bank Degroof Petercam. “Los debates no podrán comenzar hasta después del 26 de mayo, cuando los españoles vuelvan a ser convocados a las urnas para las elecciones europeas, regionales y municipales. Entre tanto, en el mercado de bonos, el rendimiento de la deuda pública española se ha mantenido prácticamente sin cambios y, es que la economía española está creciendo a un ritmo sólido y la mayoría de los partidos españoles son pro-europeístas”.
Un populismo diferente
«Estas elecciones suponen un episodio más de la fragmentación del sistema político español que ha estado presente desde la crisis financiera en el país. El impulso populista en España es muy diferente al de Italia. En España ha nacido de una economía fuerte, de factores sociales a la derecha y de factores políticos a la izquierda”, comenta Stephanie Kelly, economista política de Aberdeen Standard Investments, que ve diferencias con respecto a los populismos en Italia y Francia. «Aunque gran parte de la atención de estos comicios se ha centrado en Vox, estas elecciones son mucho más una historia que tiene que ver con la evolución de los partidos tradicionales, el PSOE y el PP. El PSOE se definió con éxito como un partido de centro izquierda razonable, a pesar de haber visto la caída de su gobierno hace unos meses. El PP ha obtenido su peor resultado en la historia después de años en un entorno marcado por los desafíos de la corrupción y tras haber sido superado por los partidos en sus dos flancos. Por un lado, Vox a la derecha y por Ciudadanos, que ha ocupado más espacio en el centro derecha. Por eso Vox es sólo una parte de la historia de estas elecciones. Aunque es un partido populista en muchos aspectos, difiere del Frente Nacional en Francia y de la Liga en Italia porque no alberga fuertes impulsos euroescépticos”.
«Ahora nos enfrentamos a unas negociaciones que probablemente se prolonguen en el tiempo para tratar de encontrar al menos una coalición informal por parte del PSOE. Una coalición con Ciudadanos es una opción, pero Pedro Sánchez se ha opuesto. Más allá de Ciudadanos, las coaliciones se vuelven muy complicadas para el PSOE debido a las cifras en el parlamento entre los partidos más pequeños. Podríamos, por tanto, necesitar bastante tiempo para ver una resolución, sobre todo teniendo en cuenta que tenemos las elecciones autonómicas y de las europeas el mes que viene”, añade. «Esto significa que podríamos ver más inmovilismo político en España. La buena noticia es que la economía española ha resistido bien incluso en este período de crecimiento más débil y las reformas estructurales que se pusieron en marcha después de la crisis deberían apoyar este crecimiento».
Implicaciones en el rating del país
Con todo, tras los resultados, las implicaciones en el rating del país no están claras, a la espera de la formación de gobierno. “En este momento, las implicaciones del resultado de las elecciones para la calificación de España (A-/Estable) no están claras, ya que no hay certeza de qué gobierno se formará y qué políticas se aplicarán en última instancia. Sin embargo, está claro que sólo Pedro Sánchez, el líder del Partido Socialista (PSOE), puede formar el próximo gobierno de España dada la derrota histórica del conservador Partido Popular (PP) (bajando a 66 desde 137 escaños), lo que refleja el avance de Ciudadanos (con 57 escaños frente a los 32 anteriores), así como el ascenso del partido de derechas de reciente creación Vox (24 escaños). Tras las terceras elecciones en cuatro años, el panorama político español ha pasado de ser un Estado bipartidista tradicional, a un sistema más fragmentado y polarizado”, destaca Alvise Lennkh, analista de Scope Ratings.
Mientras que Pedro Sánchez ganó claramente las elecciones, dándole un mandato para liderar el próximo gobierno de España, el aumento de 85 a 123 escaños para su partido PSOE se produjo en gran medida a expensas de Unidas Podemos, que ahora cuenta con 42 de los 71 escaños anteriores. En conjunto, la izquierda política cuenta con 165 escaños, 11 menos de los necesarios para alcanzar la mayoría absoluta por lo que tienen la necesidad de buscar alianzas. Si se suman los escaños de los partidos más pequeños que no buscan la independencia regional, el total es de 175 escaños, es decir, 1 menos que la mayoría absoluta. “En nuestra opinión, aunque podría formarse una alianza de este tipo, la necesidad de llegar a acuerdos, incluso con partidos separatistas como el ERC (15 escaños), que en Cataluña obtuvo el mayor número de escaños, puede dar lugar a un gobierno central débil cuya capacidad para aplicar reformas que aborden las vulnerabilidades económicas subyacentes del país -una deuda pública elevada, retos en el mercado laboral y baja productividad- es limitada”, advierten desde la entidad. En segundo lugar, aunque en principio descartado por los líderes de ambos partidos, técnicamente también se podría formar un gobierno entre Ciudadanos y el PSOE (180 escaños en total), y, en caso de que las dos opciones anteriores no den como resultado un gobierno estable, tampoco se puede descartar la repetición de las elecciones, explican en la firma de rating.
Por último, advierten, tendrán que pasar meses, además de valorar el resultado de las elecciones regionales del 26 de mayo, convocadas con las europeas, hasta que se forme gobierno. Estas elecciones, junto con el resultado del juicio en curso a los separatistas catalanes, son hitos políticos importantes que también podrían afectar a la formación y dirección política del próximo gobierno. “Supervisaremos de cerca la forma en que las negociaciones entre las partes determinan el programa del próximo gobierno, teniendo en cuenta el limitado espacio de política fiscal de España. Señalar que, a falta de una mayor consolidación fiscal y de una reforma favorable al crecimiento, el rating de España seguirá estando limitado a A-/Estable”.
Elecciones europeas
Con respecto a las elecciones europeas, Guido Barthels, gestor senior de Ethenea, advertía de que lo que puede ser bueno para España (un proceso electoral que pone fin a la incertidumbre), podría ser malo para Europa: “Las elecciones europeas, que se celebrarán dentro de un mes, pueden aumentar el número de euroescépticos en el Parlamento Europeo, justo en un momento en el que muchas voces reclaman una Europa más fuerte, especialmente en vista de la competencia mundial de Estados Unidos, China, Rusia e India. Defender los intereses particulares de un país o incluso de una provincia a corto plazo sería precisamente una solución mezquina y estrecha de miras. Es preciso contar con una Europa fuerte para salvaguardar su posición frente a la competencia, los mercados y los intereses mundiales”, indica.