“La muerte me asusta”. Con esta contundencia Bill Gross inicia su columna mensual en Janus Capital, la firma para la que fichó tras su salida de PIMCO. “Después de haber sobrepasado los 70 años, igual que el título de la novela de Julian Barnes, empiezo a tener un sentido de final. La muerte me asusta y provoca lo que Barnes llama un gran malestar, pero para mí lo que lo produce no es la muerte sino la idea de estar muriendo. Después de todo, cada uno de nosotros se desvanecen en la inconsciencia cada noche, ¿no?”, cuenta.
Gross cree que al mercado alcista también le está llegando el final y recuerda que otros nombres antes que él han alertado de lo mismo. “Un «sentido de final» ha sido mencionado con frecuencia en los últimos meses al hablar de los mercados y de la enorme trayectoria alcista que comenzó en 1981. Entonces, los tipos del Tesoro a largo plazo estaban en 14,50% y el Dow en 900 puntos”, recuerda.
“Se creó una riqueza financiera como nunca antes habíamos vista. Quienes invirtieron en entonces en el mercado, terminaron con 20 veces más dinero que cuando comenzaron. Muchos destacados investment managers han ido llamando la atención de forma similar sobre este asunto. Quizás algunos lo hicieron tal vez un poco incluso demasiado pronto”, dice. Pero ahora, la noción de que el mercado alcista se está acabando empieza a hacerse eco entre los gestores.
Gross se refiere a Stanley Druckenmiller, George Soros, Ray Dalio, Jeremy Grantham, entre otros gurús, que ya están advirtiendo a los inversores de que el superciclo de inversión de 35 años podría estar próximo a agotarse, o lo que es lo mismo, el mundo financiero tal y como lo conocemos hoy podría tener ya su fecha de caducidad.
“Ellos no están aconsejando necesariamente ponerse a cubierto, o liquidar los activos para obtener liquidez, sino que hablan de un futuro con rentabilidades bajas y cada vez más altas probabilidades de un estallido. Para ellos, como para mí mismo, el actual mercado alcista no tiene 35 años sino el doble en términos humanos. Seguramente, estos y otros gurús están buscando en sus trabajos de investigación algo que ayude a predecir la futura «necrológica» del sistema financiero, aunque la fecha del anuncio sea incierta. Saboree este momento de mercado alcista, parecen decir al unísono. No va a volver a producirse para ninguno de nosotros. Lo que nos espera por delante es malestar y rentabilidades bajas. Puede que incluso sea un gran malestar, si se produce un estallido de la burbuja”, advierte el ex CEO de PIMCO.
“Por otro lado, los políticos y los alcistas del mercado, hablan de la posibilidad de la normalización: una vuelta a tasas de crecimiento del 2% y un 2% de inflación en los países desarrollados, que inicialmente no harán más amable a la renta fija, pero que sin duda será bueno para el empleo, los beneficios empresariales y las bolsas de todo el mundo. Esta «nueva normalidad», como reafirmé más recientemente en una conferencia en Nueva York, depende de la noción, completamente falta de sentido común, de que una crisis global de deuda puede ser curada con más y más deuda”, escribe en su columna en Janus Capital.
“Pero para la economía mundial, que continúa apalancándose como lo opuesto a desapalancarse, el camino hacia la normalidad parece bloqueado. Elementos como la nueva normalidad y el estancamiento permanente, que son el resultado del envejecimiento demográfico, el elevado ratio deuda/PIB, y el desplazamiento tecnológico de la mano de obra, son fenómenos que parecen haber impedido un crecimiento real en los últimos cinco años, y continuarán haciéndolo. Incluso las tres economías más fuertes -la de Estados Unidos, Alemania y el Reino Unido- han experimentado un crecimiento real del 2% o menos desde Lehman Brothers. Si la política monetaria de Japón no han tenido éxito allí en estos últimos 5 años, ¿por qué deberíamos esperar que Draghi, su BCE, y a la zona euro les vaya distinto?”, se pregunta William H. Gross.
¿Qué debería hacer ante esto un inversor racional? ¿Respirar profundamente mientras aprieta la soga? Pues no, pero disfrutar las restantes opciones en términos de rentabilidad/riesgo es esencial. Sin embargo, si las rentabilidades son muy bajas, la expansión del crédito es muy estrecha, y los ratios PER demasiado altos, ¿qué potfolio o conjunto de ideas puede conducir al alivio? Ahí es donde una cartera y un modo de pensar sin restricciones vienen muy bien. La tendencia alcista de 35 años ha arraigado una determinada manera de hacer las cosas en casi todos los asset managers.
“El gestor de carteras exitoso de los próximos 35 años será el que se reoriente en la posibilidad de retornos anuales negativos y que emplea decisiones defensivas que pueden ser ligeramente apalancado para sobrepasar las devoluciones en efectivo, aunque sólo sea por de 300 a 400 puntos básicos”, estima Gross.
“Tendría que estar activo en digamos 2020 para ver cómo termina esto. Así las cosas, en 2015, empiezo a pensar que el actual mercado alcista terminará con quejido, más que con una explosión. Pero si es así, sólo el tiempo lo dirá. Debido a todo esto, sin embargo, mi inquietud se convierte cada vez más en un gran malestar. Supongo que a usted le pasa lo mismo”, concluye el gurú.
Siga este link si quiere leer la columna completa de Bill Gross en el blog de Janus Capital.