La incertidumbre política y las preocupaciones en torno a la dependencia de Turquía del capital extranjero, a medida que la Reserva Federal estadounidense reduce gradualmente su liquidez global, han hecho que la lira turca caiga con fuerza en lo que va de año.
Pero a pesar de esto, recuerda JP Morgan AM en su resumen semanal de mercados, los inversores deberían ser conscientes del hecho de que Turquía representa sólo el 0,6% del índice MSCI Emerging Markets (EM) y contribuye menos del 2% al PIB global.
Los problemas en Turquía no son representativos de todos los mercados emergentes, muchos de estos países han registrado mejoras en su deuda externa y del estado actual de sus cuentas corrientes durante los últimos años, defiende.
Las exposiciones de los bancos europeos a contrapartes turcas no parecen ser un riesgo sistémico. España y Francia, que tienen una exposición de 82.000 millones de dólares y 38.000 millones de dólares respectivamente, son los dos países de la Unión Europea más expuestos.
“De todas maneras, el capital y las reservas de las instituciones financieras de la zona euro están cerca de los 3.000 billones de dólares, lo que sugiere que el sistema bancario europeo puede aguantar cualquier pérdida resultante de los problemas en Turquía”, recuerdan los analistas de JP Morgan AM.