Por si las turbulencias en China y el temor a una recesión en Estados Unidos no fueran suficientes, el sector financiero mundial ha hecho saltar todas las alarmas esta misma semana.
A nivel global, calculan los expertos de Fidelity, las entidades bancarias han perdido más de un 20% en bolsa durante los últimos seis meses, más incluso que el sector energético, que sigue lastrado por el hundimiento de los precios del petróleo. En esta debacle, los bancos europeos se han llevado la peor parte —han caído hasta su nivel más bajo desde la crisis de deuda pública—, con Deutsche Bank marcando su nivel más bajo de los últimos 20 años tras anunciar unos beneficios decepcionantes.
Estos son para la firma los cuatro problemas de la banca de la zona euro:
- Descensos de los márgenes de intermediación: los tipos de interés a corto plazo están en territorio negativo, por lo que la diferencia entre los intereses que los bancos cobran al prestar dinero y los intereses que pagan a los depositantes está descendiendo.
- Mayores coeficientes de liquidez: los bancos deben tener más capital para cubrir actividades que antes eran muy rentables y muchos podrían no haber recortado costes todo lo rápido que debían.
- Asunción de pérdidas: los bonistas ahora pueden verse obligados a asumir pérdidas para rescatar a bancos en problemas, pero existe una confusión legal sobre la forma de aplicar las normas y en torno a cómo se han vendido estos bonos a los clientes particulares.
- La amenaza de litigios: los reguladores podrían demandar a los bancos en los tribunales, lo que conllevaría más costes judiciales (y menores beneficios) para algunas entidades.
Lo de Estados Unidos, sin embargo, es una situación diferente. El fuerte descenso de las expectativas de subida de los tipos de interés tras unos malos datos económicos han minado la visión sobre el sector financiero, pues era previsible que muchos de sus valores se beneficiaran de las subidas de tipos de la Fed.
Pero ante este escenario Fidelity lanza un mensaje claro: “Que no cunda el pánico”. En general, sus gestores estiman que la situación no es tan grave y mucho menos parecida a la de 2008. “El PER previsto a 12 meses más bajo en el sector financiero que en otros. El mercado ya está descontando un escenario razonablemente bajista. El BPA relativo también está aguantando bastante bien en el sector financiero, aunque las previsiones de dividendo de los bancos parecen seguras, dado que la mayor parte de los bancos están comenzando a pagar grandes (+6%) dividendos”, explica Fidelity en su análisis.
“No creo que estemos ante una reedición de lo ocurrido en 2011, ya que el BCE tiene más herramientas a su disposición para lidiar con una posible crisis, como por ejemplo la capacidad para comprar deuda pública a través de su programa de relajación cuantitativa. Los balances de los bancos también están mucho mejor capitalizados en estos momentos. Sin embargo, a corto plazo el aumento del coste de financiación de los bancos de la periferia afectará a la recuperación y probablemente se traduzca en un crecimiento del PIB más bajo del previsto hace unos meses”, dice Alberto Chiandetti, gestor de fondos de renta variable italiana.
Por su parte, Sotiris Boutsis, gestor de fondos de renta variable del sector financiero mundial, recuerda que en su mayor parte los bancos se han adaptado a las demandas de los reguladores después de la crisis, han reforzado su capital Tier 1, se han adaptado a normas más estrictas sobre financiación/liquidez, han desarrollado planes de recuperación y resolución más exigentes y han mejorado su conducta en los mercados. “Este entorno normativo más estable debería traducirse en buenas rentabilidades para el accionista”, cree Boutsis.
Títulos Tier 1 Adicional
Pero, la revisión a la baja de los beneficios no explica totalmente el acusado movimiento que visto en las valoraciones de los bonos y las acciones. Fidelity cree que el mercado está descontando la posibilidad de una recesión importante, lo que por el momento no se corresponde con los datos económicos.
“En el caso concreto de la renta fija, se han registrado grandes caídas de los precios de los títulos Tier 1 Adicional (AT1, por sus siglas en inglés), un mercado naciente que todavía se está desarrollando. Recientemente, el mercado ha pasado a valorar estos títulos como si fueran perpetuos, en lugar de valorarlos a su primera fecha de amortización anticipada. Eso se ha visto acentuado por un posicionamiento de consenso largo en estos valores que se ha deshecho en un contexto de mercado difícil y con falta de liquidez. Al mercado también le preocupa que los bancos más débiles podrían verse obligados a dejar de pagar temporalmente los cupones discrecionales de los instrumentos AT1, aunque consideramos que el riesgo de que esto ocurra a corto plazo es reducido”, afirma.
“En nuestra opinión, estamos en un punto en el que algunos títulos de deuda del sector financiero presentan oportunidades de inversión muy atractivas para los inversores a largo plazo”, concluye la gestora.