A solo unos días de las elecciones federales en Alemania, los análisis de las entidades financieras muestran que, pase lo que pase, y acabe gobernando una coalición u otra, no habrá cambios sustanciales en su política con respecto a Europa. “No nos hagamos ilusiones, salga el CDU-FDP (Unión Cristiano Demócrata de Merkel y el Partido Liberal Demócrata) o la gran coalición (de Merkel con los socialdemócratas del SPD), la probabilidad de que haya un cambio sustancial en la política alemana hacia Europa es baja”, dice Rose Marie Boudeguer Yerkovic, directora del Servicio de Estudios de Banca March.
Aunque sí podría haber consecuencias para la integración con Europa, la implementación de reformas comunitarias o la economía alemana. “Una gran coalición sería positiva para la integración y solidaridad europea”, dice Maxime Alimi desde Axa IM, y por eso cree que también sería la opción más estable. Desde la entidad interpretan que una mayoría muy ajustada para CDU-FDP podría ampliar la influencia de los euro escépticos.
Pero en Deutsche Asset & Wealth Management creen más positivo para la economía que se repita a actual coalición de gobierno que una gran alianza con los socialdemócratas de la oposición, o con los Verdes. “Si la actual coalición CDU/CSU y FDP continúa en el próximo periodo legislativo, debería tener un impacto positivo en el crecimiento”. De acuerdo con el análisis regresivo de DeAWM, sus planes fiscales deberían estimular el consumo: “Si implementasen su plan de impuestos inmediatamente se podría esperar ver un crecimiento real que incrementase el consumo de 0,83 a 1,56 puntos porcentuales. Por contraste, si los planes fiscales del SPD y Bündnis 90/Die Grünen se llevasen a cabo, esto podría disminuir el consumo privado. Como tal, sus planes traerían menos efectos positivos para el crecimiento real”.
Además, la gestora dice que una coalición entre CDU/CSU y FDP sugiere un relativo desarrollo estable de los bonos alemanes y poco cambio en los tipos de interés o el euro, aunque tampoco espera grandes repercusiones de una gran coalición con los socialdemócratas. “En términos de rescates no habría mucha diferencia. Ambos partidos exigen reformas estructurales, ambos son reacios a compartir riesgos y el SPD lo tendría difícil para abogar por la mutualización de la deuda, por lo menos a corto plazo”, coinciden en Banca March.
Con todo, en temas europeos, el SPD podría garantizar mayor rapidez en las reformas y más dureza con el sistema financiero: “Es algo menos exigente con la periferia que el CDU, aunque se mantiene firme en el tema de las reformas estructurales a cambio de ayuda financiera. Está a favor de la mutualización parcial de la deuda soberana y también está a favor de progresar más rápidamente en la unión bancaria, aceptando la existencia de un único mecanismo de resolución”. Pero no parece que esté dispuesto a aportar más fondos y adopta una posición bastante dura con el sector bancario y financiero, apoyando medidas como el impuesto a las transacciones financieras y el que se exija responsabilidad a los tenedores de bonos y de otros pasivos bancarios antes de rescatar bancos con cargo al contribuyente alemán, según el análisis de Banca March.
Tercer escenario
Un tercer escenario marcaría mucho más la diferencia, según la DeAWM, con una coalición entre SPD y Bündnis 90/Die Grünen (Los Verdes). “Los planes fiscales de ambos partidos podrían deprimir el crecimiento económico al menos en el corto plazo. Un crecimiento débil disminuiría las rentabilidades ofrecidas por los bonos federales. Por otro lado, se esperaría que esa coalición tuviese una mente más abierta en relación con las responsabilidades secundarias en la deuda de los países periféricos, que en contraste tendería a aumentar las rentabilidades”, afirma.
“La posición de Alemania con respecto a la Unión Europea y la eurozona bajo una coalición de izquierda podría cambiar de forma significativa. En primer lugar porque el Gobierno tendría un menor perfil internacional debido a su falta de experiencia pero sobre todo porque los partidos de centro izquierda tienen una posición más generosa con respecto a la austeridad y apoyan la idea de una financiación europea a través de los eurobonos u otros vehículos similares”, explica Holger Fahrinkrug, economista jefe de Meriten, parte de BNY Mellon.
Con todo, aunque el resultado de las elecciones tenga un impacto en el crecimiento económico de Alemania y la eurozona, en los mercados de renta variable sería limitado, dice DeAWM. “Muchas compañías cotizadas operan internacionalmente y las acciones de los grandes grupos están distribuidas globalmente”.
Los sondeos
Ángela Merkel parece tener asegurado un tercer mandato. Pero los alemanes tienden a gobernar en coalición y hay bastante incertidumbre en torno a los partidos que dirigirán la Alemania de los próximos cuatro años. Teniendo en cuenta los resultados de las encuestas y el programa político de los partidos, los dos escenarios más probables serían la coalición ya existente en el gobierno actual entre CDU/CSU y FDP, o una coalición nueva entre CDU/CSU y SPD. Si se tienen en cuenta los programas electorales, una coalición entre SPD y Bündnis 90/Die Grünen también es posible, dicen en DeAWM, así como entre la CDU y los Verdes, pero los dos primeros escenarios son los que mayor posibilidad de salir adelante tienen.
Los partidos más importantes, en escena
La Unión CristianoDemócrata (CDU) y la Unión Cristiano Socialista (CSU) | Forman un solo grupo parlamentario aunque son entidades legales separadas y el CSU sólo opera en Babaria. Es un grupo de centro-derecha que se define como de ideas liberales, sociales y conservadoras. Su líder, Angela Merkel, ha logrado atenuar los efectos de la crisis de la Eurozona sobre Alemania, con cuentas equilibradas, financiación barata y un paro muy bajo. Su imagen de gobernante proeuro pero, al mismo tiempo, exigente con las reformas y defensora del contribuyente alemán, es atractiva tanto para eurofans como para euroescépticos. Esto la ha convertido en la figura política más popular del país y ha aumentado, a su vez, la popularidad de su partido. El CDU/CSU lidera ampliamente las encuestas, con un 41% de intención de voto (39% según los últimos sondeos*), frente al 34% que logró en 2009. |
El Partido Social Demócrata (SPD) | Principal partido de la oposición, es de centro-izquierda y está presidido por Sigmar Gabriel aunque su candidato para canciller es Peer Steinbrück. Con el CDU apropiándose o emulando las ideas de la izquierda (programas sociales, cierre de las nucleares, entre otros) el SPD se ha quedado falto de argumentos para diferenciarse. Con todo, la intención de voto según las encuestas alcanza el 25% (23% en 2009). |
El Partido de los Verdes | Ha ido ganando adeptos en los últimos años a medida que se ha movido desde la izquierda hacia la centro izquierda. Tras llevarse el 10% de los votos en 2009, este año se espera alcance el 14% -las últimas encuestas le daban en torno al 9%*-. Tanto en los temas internos como externos -mutualización de la deuda, por ejemplo – sus ideas son muy parecidas a las del SPD, con el que se diferencia principalmente por su mayor énfasis en los temas de medioambiente. |
El Partido Liberal Democrático (FDP) | Es el partido de derechas y el bloque liberal de la política alemana, tradicionalmente partidario de la economía de mercado, la empresa privada, el sector bancario y contrario a aumentar impuestos y a mayor regulación. En el frente europeo, el FDP está en contra de todo lo que tenga que ver con la mutualización de la deuda y propone las reformas estructurales y la unión bancaria para salir de la crisis. El FDP ha pasado por una crisis de identidad con periodos de alto euroescepticismo que han dificultado por momentos su alianza con el CDU, del que es socio en el actual gobierno alemán. En las urnas, el partido está luchando por no sufrir un humillante castigo, las encuestas recientes muestran una intención de voto del 6% (5% las útimas*) frente al 16% de 2009 que le permitió gobernar con el CDU. |
Die Linke | Es un partido relativamente nuevo, fundado en 2007 por una mezcla de socialistas y procomunistas. Defiende una mayor participación del sector público en la economía, mayores impuestos según ingresos, mayor regulación del sector bancario, más solidaridad entre los países de la eurozona y un impuesto temporal al patrimonio para solucionar el problema de la deuda. Ha votado siempre contra los programas de rescate ya que no está de acuerdo con las reformas estructurales como solución. Actualmente se estima que ganaría cerca del 8% de los votos (10% según los últimos datos*) frente al 12% de 2009. |
Alternative für Deutschland (AfD) | Se formó a principios de este año y ha logrado sumar los suficientes apoyos para participar en las elecciones. Defiende la idea de disolver la Eurozona (aunque no la Unión Europea) o reducirla. A pesar de haber logrado muchos adeptos antieuropeos, no parece que este año vaya a reunir el 5% necesario para sentarse en el parlamento. La actual canciller llegó al poder en 2005, tras una elección muy reñida en la que tuvo que formar una “gran coalición” con el SPD, pero en 2009 alcanzó los suficientes apoyos como para formar gobierno aliándose con su socio natural, el FDP. |
Fuente: Banca March.//* Datos de últimos sondeos consultados por Funds Society.