Ayer se cumplieron las expectativas y finalmente la Unión Europea aceptó dar una prórroga al Reino Unido, hasta el 22 de mayo, para que su primera ministra, Theresa May, logre aprobar el acuerdo de salida de la Unión Europea, quedando exenta de participar en las próximas elecciones europeas, previstas para el 26 de mayo. Según los expertos esta ampliación arroja poca luz sobre cómo se resolverá el problema y añade más presión sobre Londres.
Por otro lado añade más incertidumbre a los mercados, quienes habían confiado en dejar atrás la opción de un Brexit duro, que ahora parece volver a ganar opciones como uno de los escenarios finales. También aumenta la incertidumbre económica. “El contexto de Brexit hace que sea muy difícil para el Banco de Inglaterra pueda decidir sobre futuras proyecciones económicas y su política monetaria, que considera necesita un ajuste adicional. En cambio, la institución monetaria prefiere esperar al desenlace del Brexit por si fuera demasiado pronto para una subida de tipos”, apuntan los analistas de ING.
Desde Legg Mason se muestran más optimistas y destacan que sea cual sea el desenlace de este proceso, el Reino Unido lo afronta con una economía estable. Según explica el equipo de renta fija de Legg Mason, “la economía del Reino Unido parece resiliente, aunque algo inestable. Con una tasa de desempleo en su mínimo en los últimos 40 años, poco más del 4%, y una inflación del 1,8%, la economía británica navega políticamente hacia aguas desconocidas, pero parece estar bien aprovisionada para este viaje. El PIB ajustado a la inflación creció a una tasa anualizada de 1,3% en el cuarto trimestre de 2018, marcando una leve desaceleración. Sin embargo, por el momento, está superando el crecimiento del resto de la Unión Europea”.
Aún así, los analistas no pierden ojo a los datos macroeconómicos del país. Por ejemplo desde Groupama AM destaca que la perspectiva de una caída en los precios inmobiliarios es un riesgo para el crecimiento. “La encuesta RICS de los profesionales inmobiliarios ingleses se está deteriorando de forma lenta pero consistente desde mediados de 2018. En la actualidad, el indicador avanzado sintético sugiere una tendencia internanual negativa en el precio de inmuebles residenciales, lo que se traduciría en una caída de los precios para los próximos meses. Históricamente, el crecimiento de los precios inmobiliarios ha sido un factor importante para el crecimiento, y la estabilidad del mismo, del Reino Unido, pero esta contribución «directa e indirecta» se ha acentuado desde 2013, ya que estimamos que será alrededor de un tercio del crecimiento del PIB. Por el contrario, una caída en los precios de los inmuebles pesará significativamente en el crecimiento económico”, explica Christophe Morel, Economista Jefe de Groupama AM.
Desde Scope Ratings advierten que la economía británica puede aguantar, pero no es invulnerable. “La calificación crediticia del Reino Unido no puede resistir indefinidamente la incertidumbre relacionada con el brexit. Scope estima que el coste económico de este proceso ya es superior al 1% del PIB desde el referéndum de 2016 y sigue aumentando”, afirma Dennis Shen, analista de Scope Ratings.
¿Y ahora qué?
Una de las principales preguntas que se hacen los analistas es para qué ha pedido el Reino Unido. Según los analistas de Renta 4 Banco, la prórroga ha permitido al presidente del Parlamento británico que May apruebe su acuerdo y que los partidarios del Brexit viesen esta tercera y última votación como la última oportunidad de sacar adelante el acuerdo de divorcio. Pero, ¿y ahora qué?
“Reino Unido deberá aclarar a la Unión Europea para qué quiere ese tiempo extra: para llegar a un nuevo acuerdo de divorcio con Europa, cancelar el Brexit, celebrar un segundo referéndum… Recordamos que nuestra postura se alinea con la consecución de una salida negociada, evitando una salida abrupta que sería perjudicial para ambas partes y provocaría importantes daños a nivel macroeconómico y fuerte volatilidad en los mercados”, defienden desde Renta 4 Banco.
En opinión de David Page, economista senior del Reino Unido y responsable del análisis macro de AXA IM, la Unión Europea intentará evitar añadir más incertidumbre e inestabilidad al entorno. “Creemos que la Unión Europea estará dispuesta a evitar los riesgos macroeconómicos asociados con un Brexit sin acuerdo. También creemos que estará dispuesta a evitar la acusación política de que fue la responsable de que el Reino Unido se desplome. Sin embargo, esto está lejos de ser una conclusión inevitable”, sostiene Page. No obstante, Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, ha advertido de que «todas las opciones seguirán abiertas el 12 de abril» si los parlamentarios mantienen su rechazo al texto por tercera vez.