Los mercados siguen atentos a los acontecimientos políticos del Reino Unido. Según los expertos, el último anuncio del gobierno de Rishi Sunak, una combinación de subidas de impuestos y recortes de gastos por un total de 55.000 millones de libras, ha devuelto al país a la ortodoxia fiscal y calmado a los mercados financieros. ¿Se ha reducido el riesgo?
Según Ben Laidler, estratega de mercados globales de la plataforma de inversión en multiactivos eToro, las medidas anunciadas por el Gobierno “presionarán a unos consumidores ya en apuros e intensificarán la recesión del Reino Unido”. “La esperanza es que unas finanzas públicas más sostenibles y unas perspectivas de inflación más bajas den margen para una eventual recuperación económica más aguda”, indica.
En este sentido, la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria prevé una caída del 2% en la economía y del 9% en los precios de la vivienda, aunque cree que la inflación ya ha tocado techo. “El plan se basa en una serie de subidas de los impuestos sobre la renta y las herencias mediante la reducción o congelación de los umbrales y la ampliación hasta el 35% del impuesto sobre las ganancias extraordinarias de las energéticas, mientras que el ahorro de costes se conseguirá con subidas de los salarios públicos por debajo de la inflación y recortes presupuestarios. La buena noticia es el aumento significativo de las pensiones y del salario mínimo interprofesional, así como la reducción de los gravámenes a las empresas”, añade Laidler.
Por ahora, la reacción de los mercados financieros fue limitada y, en general, confirmó la confianza en las credenciales de ortodoxia fiscal del nuevo Gobierno. “El ministro Jeremy Hunt ha logrado un delicado equilibrio entre el apoyo económico a corto plazo, en forma de subvenciones energéticas, y la sostenibilidad fiscal a largo plazo. Los recortes de gasto, la medida de corrección fiscal que más penaliza el crecimiento, parecen estar concentrados en el pasado, mientras que las subidas de impuestos se han concentrado en el futuro. Por ahora, esto es suficiente para transmitir la sensación de que el gobierno actual se toma en serio los problemas de sostenibilidad fiscal”, apunta Silvia Dall’Angelo, economista senior en Federated Hermes.
Para esta experta, no está claro si este anuncio incluye suficientes medidas para abordar el problema del bajo crecimiento del país. “Aunque el incremento de la deuda y un entorno de tipos de interés crecientes durante la pandemia se han sumado a las restricciones, el principal límite del espacio fiscal del Reino Unido es, en última instancia, el bajo crecimiento crónico. Aunque la declaración fiscal de la semana pasada ha abordado en cierta medida las preocupaciones sobre la sostenibilidad de la deuda y la emergencia a corto plazo de los altos precios de la energía, el problema del limitado crecimiento de la productividad se cierne sobre nosotros y es una fuente potencial de nuevas decepciones fiscales en el futuro”, añade Dall’Angelo.
En opinión de Simon Harvey, director de Análisis de Mercado FX de Monex Europe, el presupuesto y la propuesta lanzada hace que los débiles fundamentos económicos vuelvan a estar a la vista de los operadores. Harvey considera que aunque las medidas anunciadas coinciden en gran parte con las que se han comunicado a los participantes en el mercado en la última semana, los esfuerzos generales de consolidación parecen mucho más rezagados de lo que se sugirió inicialmente, ya que también se anunciaron una serie de medidas de apoyo a la economía a corto plazo. “Las medidas de reducción del déficit anunciadas se han centrado principalmente en el aumento de los ingresos fiscales a corto plazo, limitando al mismo tiempo el crecimiento del gasto público en los últimos períodos de la proyección quinquenal”, afirma.
Para Eiko Sievert, director de calificaciones soberanas de Scope Ratings, estamos en un punto en el que “la confianza de los inversores es crucial en esta situación, ya que cualquier emisión de deuda adicional que el Tesoro británico tenga prevista se suma al aproximadamente 30% de la deuda pública que deberá refinanciarse en los próximos cinco años”.
En su opinión, el aumento de los costes de endeudamiento para el Gobierno, las empresas y los hogares reducirá la actividad económica a corto y medio plazo y es probable que provoque una posible corrección severa de los precios de la vivienda. Esto se suma a las limitaciones del comercio británico tras el Brexit, que frenan el crecimiento futuro, ya que las relaciones del país con su principal socio comercial, la UE, se han vuelto más difíciles y costosas.
Si analizado este último paso del gobierno de Sunak en el marco el marco europeo, Sievert considera que su movimiento infunde una disciplina fiscal significativamente más laxa a medio plazo, alineando el marco de Reino Unido más estrechamente con el de Francia que con los de los países europeos con la mayor calificación crediticia (AAA). “Estos tienden a tener objetivos más vinculantes, como el techo de deuda marcado constitucionalmente de Alemania o el de Suecia, que mantiene los niveles de deuda cerca del 35% del PIB”, aclara.