Como cada mes, Bill Gross publica su columna en Janus Capital y esta vez, el ex CEO de Pimco, recuerda a los inversores que en adelante va a ser cada vez más difícil elegir dónde colocar el dinero. La culpa la tiene, en su opinión, el significado de tasas neutras. Una definición cambiante e incluso errónea, afirma. “Si alguna vez hubo un concepto económico fuera de juego son las tasas de interés de los fondos federales en los niveles en los que las veremos dentro de poco”, dice.
“Los tipos de interés neutrales no son un concepto nuevo. A principios del siglo XX, Irving Fisher planteó la hipótesis de que mientras los tipos de interés nominales podría subir o bajar en función de la inflación y las tasas de crecimiento cíclicas, la tasa de interés real se mantenía relativamente constante. Creo que la historia ha refutado esta tesis, no sólo por que las políticas fiscales de los bancos centrales y los gobiernos hayan contenido (y en algunas ocasiones hasta elevado) las tasas reales sino también por los cambios estructurales en las tasas de crecimiento del PIB real, los datos demográficos y la globalización de las finanzas, entre otras cosas”, escribe en su columna mensual.
El gurú de la renta fija estima que en estas nuevas aguas “saber cómo maximizar el retorno frente al riesgo será clave».
Llegados a este punto, Gross cree que los diferenciales de crédito están muy estrechos y por lo tanto caros. “La duración es más neutral, pero hay poco que ganar en Estados Unidos, la zona euro o el Reino Unido a menos que la economía global se esté moviendo lentamente hacia la recesión. La oportunidad más atractiva para mí reside en la idea de que el programa de expansión cuantitativa de 18 meses de Draghi, que comprará casi el 200% de las nuevas emisiones netas de deuda soberana durante ese tiempo, mantendrá bajas las rentabilidades en Alemania y, por tanto, sujetará en el camino la deuda del Tesoro estadounidense y los gilts de Reino Unido”.
Sin embargo concluye “Yo no compraría estos activos claramente sobrevalorados pero si vendería ‘volatilidad’ en torno a ellos, de forma que podamos capturar rentabilidades más altas si, por ejemplo, el bund alemán a 10 años en 20 puntos básicos no se mueve a –,05% o por encima de ,50% durante esos 3 meses. El QE de Draghi hace más probable que el bund permanezca dentro de ese rango”.