Una década con los precios del petróleo por los suelos. Es lo que prevén importantes actores del mercado petrolífero mundial que achacan esta situación de futuro a dos motivos principales: la progresiva ralentización de la economía china y el importante incremento de la industria de obtención de crudo a partir del esquisto, el conocido como fracking, que está viviendo su particular edad de oro en los Estados Unidos.
Así empieza un comentario de Banco Popular publicado esta semana en su blog, que se hace eco de algunas declaraciones vertidas por Ian Taylor, consejero delegado de Vitol Group. “Va a ser muy difícil ver un aumento espectacular de los precios”, declaró Taylor, quien afirmó en una entrevista a Bloomberg “que los precios van a moverse dentro de una banda con un punto medio de 50 dólares por barril en la próxima década” y avanzó que, como mucho, el crudo oscilará entre los 40 y 60 dólares.
En un escenario en el que el barril de Brent ha cotizado a menos de 31 dólares, las previsiones de una década de precios bajos enfrenta a los países productores de petróleo al tramo más largo en esa situación, únicamente superado por el periodo comprendido entre 1986 y 1999, cuando el crudo se cotizaba entre 10 y 20 dólares por barril, añade el escrito. Según Vitol Group, este escenario “es una bendición para los consumidores y una maldición para los gobiernos de países como Venezuela y Nigeria, cuya suerte está ligada a la venta de energía».
Sin embargo no todo son parabienes: algunos observadores de la industria petrolera están preocupados por los efectos que los precios bajos pueden tener en las inversiones, que son necesarias para buscar nuevos yacimientos y asegurar la producción, dice el banco. Un efecto secundario que podría preparar el escenario para una hipotética subida de los precios. En el lado de la protección medioambiental se han alzado voces que señalan los efectos sobre el consumo de energía que tiene un petróleo tan barato, y el obstáculo para el desarrollo de fuentes energéticas alternativas que ayudarían a luchar contra el cambio climático.
A corto plazo, el consejero delegado de Vitol Group pone en duda que volvamos a ver el barril de crudo con precios de tres cifras, y afirma que “hay una posibilidad de que no necesariamente volverá por encima de 100 dólares”. A su juicio el problema es que “hay mucha más oferta, mientras que la economía global es más eficiente en el consumo de crudo. Además, Irán está regresando al mercado y el crecimiento en los emergentes, el mayor motor de la demanda de petróleo, se está desacelerando”.
Mientras tanto, grandes productores, como Arabia Saudí, llevan tiempo indicando a otros miembros de la OPEP que tienen la intención de mantener la producción, pero el cartel mundial del crudo, según las informaciones que maneja Bloomberg, vive un gran debate sobre cuál debe ser su estrategia a largo plazo, concluye el análisis de Banco Popular.