Ayer supimos que el PIB de la OCDE cayó un 9,8% en el segundo trimestre y entra en recesión técnica tras haber retrocedido ya un 1,8% en los tres primeros meses del año. Se trata de la mayor caída experimentada por el “club”, que hasta ahora registraba su mayor contracción contabilizada en el primer trimestre de 2009, con un retroceso del 2,3%, resultado de la crisis financiera. Reino Unido es el país que ha registrado la mayor caída en el segundo trimestre, con un hundimiento de su PIB del 20,4%, seguido de España con un retroceso de 18,5% y de México con un 17,3%.
Este desplome se debe a la Gran Reclusión provocada por la pandemia del coronavirus entre los meses de abril y junio. Para el conjunto de la zona euro la contracción fue del 12,1% frente a la caída del 3,6% del primer trimestre del año. Por su parte Estados Unidos registraba una contracción del 9,5% frente al 1,3% del trimestre anterior y el PIB de Japón caía un 7,8% en el segundo trimestre, después de caer un 0,6% entre enero y marzo.
Antes de conocer estas cifras, el Consejo General de Economistas (CGE) había hecho sus propias predicciones: así, prevé una contracción en el PIB español del 11,2%, y una tasa de paro de entre el 20%-22%, considerando que los ERTE se prorroguen hasta final de año. Asimismo, al igual que en su informe de abril, los economistas mantienen la previsión de del déficit en la horquilla 12%-15%, y la deuda pública en torno al 120%-125%.
Además, ya advertían de que la caída del PIB en el segundo trimestre del año sería cuatro veces mayor que la del primer trimestre, que se situó en el 5,2%, debido principalmente a la paralización de la actividad económica por el estado de alarma, acercándose mucho a la cifra del 18,5% conocida ayer. Mientras que, en el primer trimestre, el consumo de los hogares se redujo un 6,6%, la inversión un 5,7%, la inversión empresarial un 8% y las exportaciones el 8,2%, ahora los economistas prevén parámetros que “con toda probabilidad se multiplicarán en este segundo trimestre”.
No obstante, aseguran que el mantenimiento de los ERTE hasta final de año y la ampliación de la línea de avales serán “cuestiones de vital importancia para el mantenimiento del aparato productivo y, por tanto, del empleo, lo que redundaría en mayor consumo e inversión”. En el mes de abril, el crédito al consumo se redujo un 78% y el crédito a través de tarjetas un 15,5%. Además, el gasto público se incrementó más de un punto en el primer trimestre, un 1,8%, lo que supone el mayor aumento en doce años, desde el primer trimestre de 2008.
Volatilidad y oro
En los mercados financieros, la volatilidad sigue reflejando la incertidumbre existente en torno a la situación sanitaria. “Reflejo de esa incertidumbre es la subida del oro a 1.760 euros la onza, como activo refugio, así como el incremento del ahorro prevención, que ya se situaba por encima del 11,2% a final del primer trimestre, dado que la volatilidad no ayuda a invertir ese ahorro”, destacan.
En este sentido, y aunque recuerdan que “aún es pronto para disponer de información relativa al segundo trimestre, sí hay ciertos indicadores que nos muestran la evolución de la actividad en este periodo”. Por ejemplo, el Índice de Confianza del Consumidor ha sido en mayo de 52,9 puntos (3 puntos más que en abril), situándose en valores muy similares a los obtenidos a mediados de 2012 y de 2008. Sin embargo, el índice de valoración de la situación económica actual ha descendido 3,9 puntos, hasta los 27,6, debido a la valoración negativa de la situación económica actual, el mercado de trabajo y la situación de los hogares.
Del mismo modo, la tasa anual del Índice General del Comercio Minorista se sitúa en mayo en el 19%. No obstante, la variación mensual respecto de abril es del 19,3%. “Un incremento mensual fundamentalmente debido a que, desde el 4 de mayo, de acuerdo con el plan para la transición hacia una nueva normalidad, los locales comerciales que no tenían permitida la venta al público han ido reabriendo sus puertas”, añaden desde el CGE. Por otro lado, destaca el crecimiento de las empresas dedicadas en exclusiva al comercio online, que aumentan sus ventas un 64,1%.
España, más afectada
Por ello, y atendiendo a los datos, el Consejo General de economistas considera que España se verá “más afectada que la de los países de nuestro entorno, dado el frágil tejido industrial que tenemos y la relevancia del sector servicios y, sobre todo, la importancia del turismo para nuestro PIB”. No obstante, destacan la importancia de las políticas económicas que se adopten, con el apoyo de la Unión Europea, ya que aseguran serán “cruciales para la recuperación sostenida de nuestra economía”. Entre ellas destacan el mantenimiento de ERTE y la ampliación de la línea de avales. Sin embargo, advierten de que es difícil que la recuperación del consumo y la inversión en el tercer y cuarto trimestre pueda compensar la contracción sufrida durante los últimos cuatro meses.
En relación a la línea de avales, dado el elevado nivel de incertidumbre, las empresas pueden tener dificultades para acceder a la financiación y provocar sus cierres por falta de liquidez. Después de que el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, aconsejara estudiar la posibilidad de extender los avales públicos para los préstamos a empresas por encima de los 100.000 millones de euros dispuestos, el CGE aboga por que las empresas de asesoramiento financiero puedan también acceder a la línea de avales públicos. “En la situación actual, es difícil para una pyme obtener financiación sin la garantía de los avales”, añaden. Esta solicitud ya ha sido trasladada a la CNMV, así como al ICO, por parte del CGE.
Si bien ciertas economías, entre las que se encuentra España, han comenzado recientemente a relajar las estrictas medidas de contención, el Consejo General de Economistas advierte de que su efecto en la economía será muy gradual. En su último informe de junio, el Banco Mundial prevé una contracción de un 7% de la actividad económica de las economías avanzadas y de un 2,5% en los mercados emergentes y las economías en desarrollo, consecuencia de las graves distorsiones en la oferta y la demanda internas, el comercio y las finanzas.
En la misma línea, el Fondo Monetario Internacional, en la actualización de las perspectivas de la economía mundial de junio, estima una reducción del 4,9% del producto mundial y un 8% de las economías avanzadas (en concreto un 12,8% para España) y del 3% para las economías emergentes y en desarrollo.
“Aunque esperamos la recuperación de la normalidad en los dos próximos trimestres y, con ello, que la situación económica se vaya estabilizando, siguen existiendo riesgos sanitarios que podrían amenazarla y provocar nuevos ceses de actividad”, concluyen los economistas. Por ello, subrayan la necesidad de que los países busquen soluciones globales, tanto sanitarias como económicas.