El petróleo está perdiendo su capacidad de lastrar los mercados financieros, ya que éstos han sabido reflejar mejor los riesgos asociados a él y, con el paso del tiempo, los efectos positivos de sus bajos precios irán cobrando protagonismo, explica Lukas Daalder, director de Inversión de Robeco Investment Solutions.
El asombroso desplome del precio del petróleo, desde más de 100 dólares por barril en verano de 2014 hasta su mínimo de 25 dólares alcanzado en febrero de este año ha arrastrado a los mercados de valores, sobre todo debido a la creencia de que el bajo precio del crudo resulta perjudicial para las empresas relacionadas con la energía y es síntoma de desaceleración económica. Desde entonces, los mercados han subido, conforme los precios del petróleo se han ido recuperando.
Sin embargo, la correlación entre los precios del crudo y de las acciones va a reducirse ahora que los mercados son mucho más conscientes de los riesgos que existen, afirma Daalder. Considera además que la mejoría de las dinámicas del mercado hace suponer que el mercado ya ha tocado fondo, aunque resulta muy complicado hacer predicciones precisas.
Correlaciones estrechas
“El petróleo ha sido el tema que ha centrado la atención de los mercados financieros desde el primer día del año, pues ha servido de catalizador tanto para el violento desplome de las acciones y los créditos como para la subsiguiente recuperación que ha tenido lugar desde mediados de febrero”, afirma Lukas Daalder. “Ha existido una clara correlación entre los niveles intradía del S&P 500 y el precio del crudo West Texas Intermediate, así como entre los del Stoxx 50 y el precio del Brent, respectivamente”.
“Grosso modo, toda subida o bajada de 1 dólar en el precio del petróleo ha generado una ganancia o pérdida de aproximadamente el 1% en los mercados de valores. El petróleo ha fluctuado en una banda de unos 15 dólares desde que comenzó el año y, por tanto, las subidas y bajadas de los mercados de valores se han mantenido dentro del 15%. Pero si tenemos en cuenta los datos históricos, resulta evidente que esta correlación de ‘un dólar-1%’ está abocada a disiparse de cara al futuro”, dice.
El director de Inversión de Robeco Investment Solutions apunta que los mercados ya se han acostumbrado a que el precio del petróleo sea bajo y volátil por lo que, básicamente, están perdiendo interés. “No decimos que el precio del petróleo ya no sea importante; sencillamente planteamos la cuestión de si su relevancia va a ser tan decisiva como antes, con independencia de la evolución futura de sus precios”, aclara Lukas Daalder.
Patrones familiares
“Claramente, cuando surge una nueva situación que el mercado no espera, su efecto es significativo: los riesgos no se reflejan en los precios, y a menudo no se dispone de información suficiente. Por ejemplo, cuando el petróleo se situaba en 70 dólares, casi nadie preveía la posibilidad de que bajara hasta los 50 dólares; cuando había llegado a la cota de los 30 dólares, los principales bancos de inversión publicaban informes de análisis diciendo que no podía descartarse que llegaran a los 20 dólares”, afirma Daalder.
Así que pasado este intervalo inicial, evidentemente, el perfil de riesgo del mercado se encuentra distribuido de forma más regular, lo que supone que las repercusiones posteriores ya no dependen de un solo factor. “Se ha buscado protección y se han establecido coberturas, si no en toda la comunidad inversora, al menos en la parte más activa de la misma. Los mercados ya no se ven perjudicados directamente por posteriores bajadas; de hecho, algunos partícipes del mercado incluso puede beneficiarse de ellas”, cuenta.
Predecir la evolución de los precios del petróleo, dados las incertidumbre del mercado, resulta casi imposible, según Lukas Daalder, que sin embargo considera que su tendencia general es de subida. “Existe una excesiva incertidumbre tanto en el lado de la demanda —sobre el crecimiento económico, China y la transición estructural hacia las energías alternativas— como en el de la oferta —con el auge del petróleo de esquisto o la defensa por parte de Arabia Saudí de su cuota de mercado— como para que podamos estimar un nivel concreto en el que puedan situarse los precios del petróleo durante un intervalo de tiempo determinado”, afirma.
“Pero en general parece evidente que el nivel excesivamente bajo que alcanzó el precio del petróleo en febrero ha dado lugar a una bajada paulatina pero constante de la oferta de crudo en el mercado, como queda patente en el notable recorte de la inversión en nuevos recursos de producción. Con el tiempo, esto generará un mayor equilibrio entre oferta y demanda, pero no hay que olvidar que este proceso llevará tiempo: la Agencia Internacional de la Energía estima que, como mínimo, hasta 2017”, concluye.