El petróleo sigue encontrando cada día una razón para continuar con la senda bajista iniciada a mediados de junio de 2014. Exceso de oferta, China o las tensiones entre Arabia Saudí e Irán que alejan las opciones de una acción coordinada de la OPEP. Cualquier excusa parece ser buena y la que llevó ayer al barril de Brent por debajo de la cota psicológica de los 30 dólares por barril, dicen los analistas, fue la publicación de los inventarios de petróleo de Estados Unidos.
Mientras las reservas de crudo aumentaron ligeramente, los stocks de gasolina y destilados crecieron acusadamente, tocando máximos históricos y demostrando que en su puja con la OPEP, Estados Unidos aún no ha dicho la última palabra.
“La expansión del fracking en Estados Unidos conlleva que este país esté a punto de conseguir la autosuficiencia, cuestión que no interesa al cártel petrolero. La fracturación hidráulica (fracking) es una técnica todavía en desarrollo, y por lo tanto cara, que necesita unos precios entre 60 y 70 dólares por barril para ser rentable. Si la OPEP consigue mantener los precios por debajo de esa barrera durante suficiente tiempo, podría llevar a la quiebra a las empresas que producen mediante este sistema”, explica Victoria Torre, responsable de Análisis y Producto de Self Bank.
Y es que gran parte de las tensiones por las que atraviesa el mercado high yield se deben al sector minero y de la energía, en el que se han producido varios ‘defaults’ en lo que va de año. Para hacernos idea del volumen, el sector de la energía, que supone alrededor del 15% del mercado corporativo de high yield estadounidense, ha caído casi un 13%.
El bajo precio del crudo y la evidente falta de voluntad o incapacidad en el seno de la Organización de Países Exportadores de Petróleo para imponer techos a la producción siguen siendo un importante riesgo para las acciones de empresas de energía y para los productores de EE.UU., que representan una parte relativamente grande del mercado de deuda high yield, así como para los productores de los mercados emergentes, explican los expertos de NN Investment Partners. “Dudamos que el precio del petróleo vaya a subir de manera sustancial, ya que el exceso de oferta tardará en desaparecer dada la entrada al mercado de la oferta adicional procedente de Irán”, dicen en su informe semanal.
No hay duda de que este entorno de precios bajos supone una fuerte tensión tanto para las petroleras como para los países productores, que probablemente sigan sufriendo y tengan que enfrentarse a tensiones sociales, pues las caídas en los beneficios derivados de la extracción de crudo les obligará a recortar en ayudas domésticas. “En nuestra opinión, lo que con el tiempo situará de nuevo los precios del petróleo por encima de los $60 por barril será la combinación de presiones financieras -que obligarán a reducciones de inversión de capital en las empresa y, por tanto, una reducción en su futura producción- la amenaza de inestabilidad social en los países productores, así como una mayor demanda de crudo debido a los bajos precios del petróleo”, aventura Nicolas Robin, gestor de fondos de materias primas en Columbia Threadneedle Investments.
“Fundamentalmente, los precios por debajo de 35 dólares por barril son difícilmente sostenibles, a menos que el crecimiento global se ralentiza notablemente”, cree Norbert Ruecker, responsable de análisis de materias primas del banco privado suizo Julius Baer. Y pese a estas dudas sobre la sostenibilidad, el mercado espera que los precios del petróleo sigan bajos este año debido a la entrada de nuevo de Irán en el mercado exportador. Analistas de Barclays, Bank of America, Standard Chartered y Societe Generale recortaron esta misma semana sus proyecciones para los precios del crudo en el 2016.
Las divisas y la deuda de los países emergentes podrían ser los activos más afectados porque, en un escenario como este losriesgos de liquidez y de solvencia de las naciones productoras de petróleo aumentan exponencialmente y ponen e peligro la paz social “El freno en seco de los flujos de petrodólares va a sacudir las estructuras económicas y sociales de varios países”, dice Ruecker.
Las medidas adoptadas por China
Y por si fuera poco, The Wall Street Journal informó ayer de que la Comisión Nacional de Desarrollo y Reformas de China, un importante organismo económico del país, se dispone a fijar un mínimo para los precios de los productos nacionales derivados del petróleo en respuesta al persiste abaratamiento del crudo.
“Este nuevo mecanismo suspenderá los ajustes de los precios de los productos derivados del crudo cuando los precios internacionales del petróleo desciendan por debajo de 40 dólares por barril”, cita el WSJ.