Luego de que la Fed mantuviera sin cambio la tasa de interés de referencia en su junta de septiembre, este jueves la Junta de Gobierno del Banco de México se reunirá para definir si harán cambios a la suya, que se ubica en un 4,25%. A pesar de la reciente volatilidad del tipo de cambio, para Marco Oviedo, economista en jefe de Barclays, Banxico, no modificará la tasa, “dado que ya ha subido 100 pb en el año y creemos que el ajuste ha sido suficiente y lo que ha movido al peso es la incertidumbre de las elecciones en Estados Unidos”, lo que considera un factor a corto plazo.
Además, el directivo no espera que la Comisión de Cambios realice intervenciones discrecionales en el mercado cambiario, ya que la diferencia en los spreads se ha mantenido acotada con una diferencia de 1 a 2 centavos, por lo que, mientras no aumenten considerablemente, no anticipa una intervención. De hecho, más que vender dólares cuando se perciba un avance de Donald Trump y recomprarlos cuando se vea un avance de Hillary Clinton, y considerando que las posiciones cortas del peso en los futuros a noviembre se encuentran en máximos de los últimos cinco años, Oviedo considera que existe una oportunidad táctica/estratégica para, en el caso que se presente otra alza del peso como sucedió derivado del debate presidencial, que “Banxico intervenga y empuje el dólar más abajo para obligar a quien tenga posiciones cortas a reducir su exposición”.
Sin embargo considera que desde un punto de vista de política monetaria, “Banxico debe “guardar sus balas” hasta que sepamos bien quien va a ser el presidente de los Estados Unidos”. En el caso de que la ganadora sea Hillary Clinton, el economista anticipa una fuerte mejora del peso. Si bien su pronóstico para cierre de año es de 19,50 pesos por dólar, durante noviembre y “en caso de que Hillary ganará, el peso se regresaría a 18,50 o inclusive 18,30”.
Eso sí, Oviedo señala que existen otros factores importantes a tener en cuenta además de las elecciones presidenciales y las decisiones de política monetaria en EEUU, como son la evolución de la actividad económica estadounidense – en particular la manufacturera- así como las negociaciones del paquete económico en el congreso mexicano.
En el caso de que ganara Donald Trump, Oviedo no espera un cambio inmediato de política monetaria en México ya que Banxico “ya tomo este año una decisión fuera de calendario y fue bastante costosa en términos de credibilidad”, por lo que a menos de que el mercado reaccione de manera violenta y por ejemplo el peso llegue abruptamente a niveles de 21-22 (situación que no espera ya que considera que conforme se fuera notando una preferencia por el candidato republicano el mercado haría los ajustes necesarios), el Banco de México debería esperar al 17 de noviembre para realizar cambios.