En su encuesta a gestores de fondos globales de febrero, BofA registraba una cierta mejora en el pesimismo. Era pronto para hablar de optimismo, pero sí se observaba una mejora en el sentimiento. Las turbulencias del mercado y del sector bancario de las últimas semanas han echado por tierra esa tenue luz al final del túnel y, según muestra su edición de marzo, el sentimiento de los gestores se sitúa en los niveles de pesimismo más bajos de los últimos 20 años.
La encuesta mensual, que ha sido realizada tras las quiebras del Silicon Valley Bank y del Signature Bank, pero antes de la adquisición de Credit Suisse el domingo, muestra que la percepción de los niveles de riesgo ha empeorado drásticamente. En concreto, según indica Reuters, el Indicador de Riesgo del Mercado Financiero de BofA, que mide los niveles de preocupación de los inversores, subió a 7,7, con lo que se sitúa justo por debajo de los máximos del año pasado durante la guerra de Ucrania y por encima de los máximos de la crisis financiera mundial y del brote del COVID-19.
“El sentimiento y posicionamiento que muestran los gestores en la encuesta de este mes es coherente con el mostrado en anteriores grandes mínimos del mercado. Sin embargo, los flujos, la asignación de activos de los clientes privados y el indicador BofA Bull & Bear se mantienen muy por encima de los niveles observados en los grandes mínimos anteriores. El índice de sentimiento es la única medida clave en territorio de capitulación hasta el momento”, matiza la entidad en sus conclusiones.
Tras 15 meses de un mercado bursátil bajista, los gestores no consideran que se haya producido un punto de inflexión concluyente en las expectativas de crecimiento económico. El 51% espera una economía más débil dentro de 12 meses, frente al 35% del mes pasado y la cifra más alta desde noviembre de 2012. Además, la probabilidad de recesión vuelve a aumentar por primera vez desde noviembre del 2022, pasando del 24% de febrero de 2023 al 42% de este mes, el mayor aumento intermensual desde julio del 2022. “A medida que aumenta la preocupación por la recesión, también aumenta la probabilidad de recesión. En consecuencia, un mayor porcentaje de gestores (un 55%) desea que los directores financieros mejoren sus balances”, matizan. Por último, las expectativas de estanflación se han mantenido por encima del 80% durante 10 meses consecutivos, es decir, “los gestores nunca han tenido una convicción tan fuerte sobre las perspectivas económicas”.
Su visión sobre la situación económica se cruza con lo ocurrido la semana pasada. Según destacan desde Reuters, a pesar de que su cuestionario se cerró antes de los problemas del fin de semana en Credit Suisse, casi un tercio de ellos dijo que «un evento sistémico de crédito» era ahora el mayor riesgo para los mercados. Esta cifra es superior al 8% de la encuesta de febrero y desbanca a la inflación del primer puesto por primera vez en nueve meses. Con las turbulencias del Silicon Valley Bank aún frescas en la memoria, el sector bancario en la sombra de Estados Unidos fue citado como la fuente más probable de peligro.
Los encuestados están cada vez más convencidos de que la curva de rendimientos del Tesoro estadounidense se inclinará en los próximos 12 meses: el 52% neto espera un pronunciamiento de la curva de rendimientos, frente al 46% del mes pasado, y la cifra más alta desde junio de 2021. En cambio, el optimismo sobre la inflación se mantiene estable: el 84% sigue pensando que la inflación general será más baja dentro de un año. Por lo tanto, también crece el optimismo sobre los recortes de la Fed: el 57% espera una bajada de los tipos a corto plazo, lo que supone un aumento de 10 puntos porcentuales intermensuales y la cifra más alta desde marzo de 2020, y un 65% afirma que la Fed no aumentará su objetivo de inflación del 2% en los próximos dos años.
Situación de las carteras
La forma en que su visión y sentimiento se refleja en sus carteras es clara: la asignación de efectivo se ha mantenido por encima de la media histórica (4,7%) ininterrumpidamente desde diciembre de 2021. “Durante 15 meses, los niveles de efectivo han sido superiores al 5%. El único periodo que registró una mayor asignación de efectivo durante más tiempo fue el mercado bajista de 32 meses de 2000-2002”, apuntan desde BofA.
La encuesta también muestra que los gestores se sitúan en el punto más bajista para el sector inmobiliario desde octubre de 2020, reconociendo estar muy preocupados por el segmento comercial y de oficinas. Además, destaca que la rotación de la renta variable estadounidense hacia Europa se aceleró este mes. Según explica la entidad, los gestores se han mostrado más constructivos respecto a la renta variable de la zona del euro frente a la de EE.UU. desde diciembre del 2022. Por último, durante la semana pasada, los riesgos de contagio entre los bancos regionales estadounidenses expulsaron a los inversores del sector a un ritmo mucho mayor desde la invasión rusa de Ucrania. En concreto, los inversores recortaron sus posiciones largas y pasaron a estar infraponderados en bancos, así como en el sector tecnológico.
“En el último mes, los gestores han abandonado los bancos, los valores estadounidenses, los de consumo y los REITs, y se han decantado por la zona euro, los productos básicos y los bonos. Este gráfico muestra la posición de los inversores en relación con la posición media de los últimos 10 años, observándose que están largos en bonos, productos básicos, efectivo y materias primas e infraponderados en EE.UU., renta variable, tecnología y REITs”, concluye BofA en su encuesta.