Tras haber superado el primer semestre de 2022, el oro está demostrando una vez más ser un activo refugio, especialmente interesante en momentos de alta volatilidad como los que se están produciendo ahora.
En opinión de Invesco, el metal precioso está batiendo en la primera mitad del año a otras clases de activos, singularmente la renta variable y los criptoactivos, que se caracterizan por la volatilidad, pero incluso a la renta fija, un tradicional refugio de valor que en lo que va de año está sufriendo debido principalmente a las políticas restrictivas de los bancos centrales para hacer frente al inflación.
“En estos primeros seis meses del año, el metal precioso está confirmando una vez más su valor a la hora de proteger las carteras, lo que sugiere que puede ser interesante tener algo de oro dentro de la cartera diversificada de un inversor. Además, con el contexto de inflación que se está dando y que es muy superior a lo que se preveía hace escasos trimestres, la condición del oro como valor refugio queda aún mucho más patente”, explican desde la gestora.
Con una cotización en torno a los 1.733 euros (1.827 dólares), la evolución del oro ha sido especialmente positiva durante los últimos tres años, un periodo caracterizado por la incertidumbre en los mercados internacionales que se han visto sacudidos primero por la guerra comercial entre Estados Unidos y China, posteriormente por la pandemia del coronavirus que llevó a la recesión a la economía mundial, y por último por la invasión de Ucrania por parte de Rusia y sus consecuencias en la evolución de los precios de las materias primas, que ya eran altos en 2021.
Tal y como cuenta Invesci en su último informe sobre oro, Evolución del mercado y factores Macroeconómicos, durante el primer trimestre del año el oro subió un 5,9% lo que representa su trimestre más fuerte desde el tercero de 2020. “Estos han sido también los únicos periodos de la historia en los que el oro ha superado los 2.000 dólares la onza”, matizan.
En su opinión, hay un factor clave y es la inflación: “Normalmente, el oro se beneficia de este fenómeno. Ahora se espera que la inflación se mantenga en niveles más altos que los previstos anteriormente. En los 12 meses previos a abril de 2022, el oro subió un 13,5% por la citada presión inflacionaria durante el último año y por el incremento de la inestabilidad geopolítica”. ¿Y qué ha ocurrido en este segundo trimestre que casi llega a su fin? Según indican, el metal precioso ha moderado su precio y se ha estabilizado.
De cara al futuro, desde Invesco consideran que la especulación sobre el número de subidas de tipos que la Fed llevará a cabo este año ha incrementado la incertidumbre sobre la política monetaria en Estados Unidos. “Con la primera subida de 75 puntos básicos, se abre un escenario de subidas más agresivas que en ocasiones anteriores ha sido positivo para el oro”, apuntan.