Tercera semana de cierre administrativo en Estados Unidos y más de 800.000 funcionarios sin cobrar. Ayer la tensión subía de tono después de que Donald Trump abandonara una reunión con los demócratas destinada a terminar con esta parálisis presupuestaria y en la que Trump intentó lograr el apoyo de los representantes de la Cámara para construir el muro en la frontera con México. Esta situación está aumentando la tensión en EE.UU. y reflejarse en el mercado, añadiendo volatilidad.
No es la primera vez que algo así ocurre en la administración estadounidense, de hecho Barack Obama tuvo que enfrentarse en octubre de 2013 a una situación similar. La gran diferencia es el discurso y la retórica del presidente que ocupa ahora el Despacho Oval. Tal y como apuntan desde eToro, “según la retórica de la Casa Blanca, parece que el Presidente está dispuesto a dejar que dure todo un año si es necesario”.
Según los analistas, el debate sobre la construcción del muro con México explica por qué se ha llegado a esta situación. La realidad es que la administración pública estadounidense no funciona al completo desde el pasado 22 de diciembre porque el Congreso se negó a liberar 5.000 millones de dólares para construir el polémico muro, lo que tiró por tierra el acuerdo sobre el nuevo techo de gasto.
El año comenzaba igual que acaba, con reuniones para intentar desbloquear la situación. A principios de semana, Donald Trump calificaba de “productiva” la nueva ronda de conversaciones del pasado domingo. “Como siempre, Donald Trump mantiene la presión sobre su gobierno al mantener el cierre federal. Esto no es inesperado, pero al menos en los Estados Unidos, las acciones siguen vendiendo. Los inversores comenzarán en 2019 de la misma forma que lo hicieron en 2018: nerviosos y preocupados por la volatilidad”, apuntaba Igor de Maack, gestor en DNCA, afiliada de Natixis IM, a finales de año.
Por ahora, el Congreso de Estados Unidos no logró evitar el cierre del gobierno federal, ahora los ojos están puestos en la semana del 18 de enero. En opinión de Ignacio Fuertes Aguirre, socio y responsable de trading y miembro del Comité de Inversiones de Rentamarkets, existe una relación directa entre la presión comercial a la que está sometiendo Estados Unidos a sus socios y la situación interna con la Trump tiene que lidiar.
Más allá de si Trump consigue fondos para construir el muro o no, el déficit de Estados Unidos está disparado y el país necesita con urgencia debilitar el dólar para recuperar competitividad. “Esa es la razón que hay detrás de la presión que está ejerciendo la actual administración a sus socios comerciales”, explica el responsable de trading y socio de Rentamarkets.