La pandemia del COVID-19 ha producido un gran cambio en las sociedades de todo el mundo, acelerando las temáticas que las gestoras señalaban con las principales tendencias de inversión: las energías limpias, el transporte sostenible, la transición hacia las economías bajas en carbono, la tecnología, el consumo online, la salud o la investigación médica, entre otras.
“Este ha sido uno de los eventos más extraños que se han producido a lo largo de la historia, como la Gran Depresión y la caída del Muro de Berlín, y que reconfigurará por completo la geopolítica, las sociedades y los mercados. Así, es probable que sea un catalizador para nuevos cambios entre la relación de Estados Unidos y China, la globalización máxima de las cadenas de suministro y las resoluciones cuantitativas de los bancos centrales. Las consecuencias podrían ser de largo alcance, desde movilizaciones sociales hasta la posibilidad de mayores inestabilidades en el petróleo o nuevas políticas económicas”, advierte el equipo de análisis del banco de inversión Bank of America en su informe COVID-19 Investment Implications Series: The World Aſter Covid Primer.
La primer conclusión que apunta el informe es que esta pandemia va a provocar un cambio en el orden mundial. Muestra de ello que la creación de gobiernos más grandes y con mayor grado de influencia, las guerras tecnológicas, las sociedades más seguras pero menor privacidad sobre sus datos, y sistemas de salud más ricos. El informe destaca que siguen creciendo las tensiones políticas y que se avanza hacia una mayor apuesta por lo local. En este sentido, un tercio de los analistas de Bank of America esperan que las compañías presionen para la reorganización de las cadenas de suministros
Ideas de inversión
En este nuevo entorno, el banco de inversión señala en su informe cinco temáticas que pueden tener potencial en la era post-COVID. Según el informe de los analistas, entre los segmentos más beneficiados se encuentran la industria sanitaria, el consumidor digital, la ESG (inversión socialmente responsable), materias primas, sector inmobiliario y tecnológico. Entre las áreas que representan un mayor desafío se encuentran todo lo relacionado con combustibles fósiles, sector inmobiliario vinculado al comercio, automóviles, actividad vinculada a lo legislativo y la economía colaborativa.
Especial mención merece el consumo y los nuevos consumidores, y la salud. Sobre la primera de estas áreas, los analistas de la entidad señalan que “la Generación Z está especialmente preparada para la nueva era del distanciamiento social, el mundo online y la sostenibilidad. Otras generaciones tardarán en adaptarse”. Y respecto a la salud destacan que “la sanidad pública se ha convertido en la nueva riqueza nacional”. Por lo que veremos cómo las partes interesadas se centrarán cada vez más en métricas ESG relacionadas con el espacio sanitario, en especial, “los gobiernos apreciarán más sector como un recurso económico”.
Dentro de estas áreas de inversión, ha sido muy llamativa la “guerra tecnológica” que hemos visto a raíz de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China. “Existe una carrera por la supremacía. Los datos son los nuevos recursos básicos, lo que hace emerger una guerra tecnológica en el nuevo campo de batalla geopolítico. La mitad de los expertos de la entidad esperan mayores gastos en IT que antes del COVID-19. Anticipan una ola de inversión en nuevas infraestructuras, tecnologías de inteligencia artificial y tecnologías del futuro”, argumentan los analistas en el informe.