Emmanuel Macron ha logrado vencer a Marine Le Pen en la segunda ronda decisiva en las elecciones presidenciales francesas después de una amarga campaña. Macron consiguió el 66% de los votos, mientras que Le Pen obtuvo el 34%. Puesto que muchos esperaban que el centrista Macron ganara, las reacciones del mercado han sido modestas hoy.
Valentijn van Nieuwenhuijzen, estratega jefe y responsable de multiactivos de NN Investment Partners, cree que para muchos en Europa, la victoria de Macron es un alivio, ya que permite cimentar la recuperación en marcha. Además, envía una señal positiva sobre una cooperación más constructiva en Europa en lo que respecta al frente político.
Sin embargo recuerda que el alcance de las reformas propuestas por el nuevo ocupante del Elíseo dependerá en gran medida del resultado de las elecciones parlamentarias de junio. “Por ahora, vemos esto como un factor modestamente positivo para los mercados, ya que la mayoría de las buenas noticias se habían descontado en las últimas semanas «.
Reformas económicas y recortes de costes
Macron se ha presentado como candidato independiente en la campaña con su propio movimiento político En Marche! (Adelante). Ha prometido reformas económicas y planes para reducir los costes gubernamentales. Quiere que Francia permanezca en una Unión Europea más fuerte y en el euro, haciéndolo mucho más aceptable para los partidos políticos principales que Marine Le Pen.
Macron, explica Van Nieuwenhuijzen, es también el candidato preferido de los mercados financieros. Si Le Pen hubiera conseguido vencer a Macron, seguramente habríamos visto un movimiento de aversión al riesgo inmediato, dadas sus ideas sobre cómo restaurar la soberanía francesa y su postura sobre Europa. Por el contrario, Macron desea una mayor integración y proponer la creación de una estructura de gobernanza europea adecuada con su propio presupuesto y política fiscal. También quiere financiar la defensa común para proteger las fronteras de la UE.
El programa de Macron sugiere que pretende importar el modelo nórdico a Francia. La esencia de este modelo es una combinación de reformas estructurales para hacer la economía más flexible y apoyo estatal o incentivos para aumentar la inversión y el capital humano. Macron prevé una reducción de 60.000 millones de euros del gasto público en cinco años, lo que se logrará en parte con la eliminación de 120.000 puestos de trabajo de funcionarios públicos que se jubilarán en este periodo.
Además, propone una reducción global de los impuestos y un plan de inversiones de 50.000 millones de euros, haciendo especial hincapié en la necesidad de aumentar la competitividad de Francia y promover la innovación. Su programa contiene un gran número de medidas enfocadas a las empresas.
Desde el punto de vista fiscal, apunta el estratega jefe de NN IP,el nuevo presidente francés ha prometido una reducción del impuesto de sociedades del 33,3% al 25% (en convergencia con la normativa europea) y una disminución del coste de la mano de obra. También se espera que aumenten los impuestos verdes, al tiempo que construye un sistema universal de jubilación que otorgue a todos los trabajadores acceso a los mismos derechos al final de la vida laboral.
Elecciones parlamentarias
Van Nieuwenhuijzen recuerda que es importante tener en cuenta que está por ver hasta qué punto podrá Macron cumplir su agenda política en función de los resultados de las próximas elecciones para al parlamento francés que se celebrarán en junio. Necesitará un parlamento cooperativo para avanzar con las tan necesarias reformas estructurales.
Estas elecciones legislativas también se llevarán a cabo a través de una elección de a dos rondas en la que se elegirán 577 miembros del Parlamento. En la actualidad, el Partido Socialista de Francois Hollande tiene una mayoría (289 diputados) en el Parlamento, pero según las encuestas esto es probable que cambie. El Partido Republicano, ahora con 198 diputados, ganaría una significativa mayoría parlamentaria en las próximas elecciones. El Frente Nacional de Marine Le Pen tiene actualmente sólo 2 escaños y se espera que aumente este número a alrededor de 60.
El presidente puede nombrar al primer ministro, pero él o ella necesita tener una base sólida en el Parlamento. No es probable que el partido de Macron obtenga una mayoría parlamentaria. En ese caso tendría que nombrar un primer ministro que forme un gobierno de coalición.
“Tradicionalmente, esto ha sido una receta que ha llevado directamente a la parálisis política en Francia. Macron tiene que buscar un amplio apoyo popular para las reformas del mercado laboral que seguramente encontrarán con resistencia. Sin embargo, hay una posibilidad que Macron pueda confiar en una coalición de su propio partido y los moderados de otros partidos que están dispuestos a llevar a cabo reformas”, conluye Van Nieuwenhuijzen.