El crecimiento en Estados Unidos se ralentizará pero seguirá en niveles aceptables. Sin embargo, Michael Kagan, gestor del fondo Legg Mason ClearBridge US Appreciation, explica en una entrevista para Fund Society que ve indicios que podrían apuntar a una ralentización futura en los mercados bursátiles. Con todo, seguirá habiendo oportunidades en bolsa estadounidense, sobre todo en las firmas de gran capitalización, más protegidas que las pequeñas, y con carácter defensivo.
¿Piensa que la bolsa estadounidense está cara a estos niveles y que se desinflará a lo largo de este año?
En vista de los movimientos que hemos observado en enero, el mercado —que mostraba una orientación ligeramente mejor a finales de 2018— parece ahora bastante caro con oportunidades reducidas. Durante el transcurso del año, todo dependerá de cómo se comporte el crecimiento. Apoyándonos en lo que observamos en la actualidad, creemos que el crecimiento en EE. UU. se ralentizará ligeramente, pero seguiría situándose en niveles aceptables. El crecimiento de los beneficios empresariales también se moderará, si bien también seguirá siendo relativamente aceptable. El principal riesgo que observamos reside en lo que sucederá fuera de EE. UU. Algunas regiones de Europa, como Italia, han entrado en recesión, y nos preocupa la calidad del crecimiento que observamos en China, donde la burbuja de deuda podría mermar el crecimiento.
¿Estamos a las puertas de un cambio de ciclo en EE.UU. que condicionará el devenir de las bolsas de forma negativa?
La recuperación dura ya diez años, nos encontramos sin duda en una fase tardía del ciclo económico y estamos empezado a observar el surgimiento de algunos excesos. Una cuestión que nos preocupa es el nivel de apalancamiento de las empresas de pequeña capitalización, que se sitúa cerca de sus máximos históricos. Semejante nivel de endeudamiento resulta ligeramente preocupante tras un año en el que se han observado niveles máximos y podría conllevar que algunas firmas de pequeña capitalización entren en quiebra en la próxima recesión. También apreciamos un aumento de las pérdidas crediticias en el caso de los emisores de tarjetas de crédito y una curva de rendimientos que se aproxima a un nivel plano: estos indicios podrían apuntar a una ralentización futura en los mercados bursátiles.
¿Cómo pueden afectar las subidas de tipos de la Fed a los mercados estadounidenses?, ¿están ya las subidas descontadas? ¿En el caso concreto de las compañías de gran capitalización, su universo de inversión, el impacto podrá ser más leve?
Los tipos reales en EE.UU. se encuentran ahora en torno al 0%. Normalmente, se sitúan ligeramente por encima del 1%, por lo que podría decirse que al nivel actual están fomentando el crecimiento, en lugar de lastrándolo, y que, por tanto, la Fed dispone aún de cierto margen para subirlos. A nuestro juicio, el ajuste cuantitativo de la Fed —es decir, dejar vencer los bonos de su balance— constituye un problema más acuciante, si bien existen ciertos indicios que apuntan a que la Fed está ralentizando este proceso y dará por finalizado el programa de normalización antes de lo esperado. Históricamente, la reducción del balance ha sido una cuestión de mayor relevancia que los tipos de interés en términos de alentar o frenar el crecimiento económico.
Trump y sus políticas, y la guerra comercial: ¿que impacto puede tener en las compañías en las que invierten? Si son grandes firmas multinacionales… ¿es un riesgo importante para la cartera?
No cabe duda de que las tensiones comerciales entre China y EE. UU. fueron responsables de una parte considerable de la debilidad de los mercados bursátiles en el cuarto trimestre. Los aranceles perjudican claramente a los fabricantes. Prevemos que ambas potencias reducirán o suprimirán los aranceles y que se alcanzará algún tipo de acuerdo durante los próximos meses, aunque este podría no contemplar un acuerdo sobre la propiedad intelectual. A ese respecto, resulta evidente que a Estados Unidos le preocupa las ramificaciones en términos de seguridad de la política china sobre la propiedad intelectual y el uso de las tecnologías chinas en las comunicaciones a escala mundial. Ya hemos observado cómo varios países han dejado de adquirir productos de Huawei, el fabricante chino especializado en electrónica de consumo y equipos de telecomunicaciones, y creemos que seguirán existiendo importantes oportunidades en este segmento de cara al futuro, por ejemplo, de la mano de nuestra empresa en cartera Cisco Systems, que debería hacerse con parte de la cuota de mercado de las empresas chinas. También consideramos que existe la posibilidad de que se produzca una corriente generalizada de fabricación de componentes electrónicos fuera de China, lo que generará oportunidades para nuestras empresas en esas regiones.
¿Están en general las grandes compañías más preparadas para afrontar el entorno que se avecina? ¿Ofrecen más refugio que las pequeñas?
Sí. Las empresas de gran capitalización disponen de balances más sólidos que las compañías más pequeñas, y el porcentaje de empresas que presenta pérdidas es actualmente mayor entre las compañías de pequeña capitalización que entre las de gran capitalización. Estas últimas tienden a disponer de márgenes más amplios y de modelos empresariales más defensivos, lo que les permitiría registrar un mejor comportamiento que las de menor tamaño conforme se revierte el ciclo empresarial.
En el caso de sus inversiones, ¿cuales son las características que buscan en una firma para invertir en ella?
Solemos priorizar las empresas de elevada calidad con sólidos balances y modelos de negocio defensivos. En concreto, nos centramos en empresas de mayor tamaño cuyos beneficios resultan inusualmente sólidos en periodos recesivos: este tipo de compañías suele registrar rentabilidades superiores cuando el mercado experimenta dificultades. Nos gustan las empresas con características defensivas que, por ejemplo, registran unos volúmenes estables incluso durante una recesión. Esta situación suele darse en mercados consolidados. Un segmento que muestra un carácter muy defensivo durante las recesiones es el sector de revestimientos, y uno de nuestros valores preferidos es la compañía de pintura PPG. Las empresas de pintura registran una evolución favorable en estos periodos, dado que sus volúmenes no fluctúan excesivamente. En un mercado que muestre una evolución muy favorable, crecen a un ritmo de entre el 2% y el 3%. Cuanto el mercado se ralentiza notablemente y el PIB se reduce en un par de puntos, los volúmenes se mantienen estables y registran una caída de, quizás, tan solo un 1%.
En general, en una cartera como la suya, ¿qué retornos puede esperar el inversor?
Ante una coyuntura de mercado turbulenta, nuestro posicionamiento es defensivo debido a la solidez de los beneficios, la estabilidad de los flujos de caja y la mayor calidad crediticia de nuestros valores en cartera. Si el mercado repunta considerablemente —al menos un 20%—, el perfil de riesgo reducido de la cartera nos llevará a registrar una rentabilidad inferior. Si las rentabilidades se sitúan en niveles normales, entre el 0% y el 20%, esperamos evolucionar de forma similar al mercado, aunque con un riesgo considerablemente menor.