El volumen mundial de operaciones en el mercado de M&A se redujo un 22% en el primer trimestre de 2023, en comparación con el cuarto trimestre de 2022, según los resultados del último Monitor Trimestral de Desempeño de Transacciones (QDPM) de WTW. Esto puede sonar negativo, pero las conclusiones del informe de WTW apuntan a que este mercado encara 2023 con un optimismo alcista. De hecho, estos tres meses también dejan datos positivos, por ejemplo, los compradores lograron un rendimiento superior al del mercado por tercer trimestre consecutivo.
Basado en el desempeño de las acciones, las empresas que realizaron operaciones M&A superaron al mercado en general en un 1% en las adquisiciones valoradas en más de 100 millones de dólares entre enero y marzo de 2023. Según las conclusiones del documento, con este resultado continua la evolución positiva de 5,2% en el trimestre anterior.
El estudio, realizado en colaboración con el Centro de Investigación de Fusiones y Adquisiciones de la Bayes Business School, revela que el comportamiento ligeramente positivo del primer trimestre de 2023 se ha visto impulsado por la actividad de Asia-Pacífico, donde los compradores superaron el índice regional en 13,8 puntos porcentuales. Con 43 operaciones cerradas en el primer trimestre de 2023, la región experimentó un descenso del 7% en volumen, en comparación con el mismo periodo en 2022.
La actividad M&A también se ralentizó significativamente en todo el mundo, registrando sus cifras más bajas en el primer trimestre desde 2015, con 157 operaciones cerradas en todo el mundo en el primer trimestre de 2023. Esto dista mucho de las cifras alcanzadas en el trimestre correspondiente de 2022, cuando se produjeron 220 operaciones, y los tres últimos meses de 2022, con 202 operaciones.
Sin embargo, la ralentización de la actividad ha sido mucho más pronunciada en otras regiones. El rendimiento de los compradores norteamericanos fue inferior al de su índice en 3,9 puntos porcentuales, con 79 operaciones cerradas entre enero y marzo, lo que representa un descenso del 32% en la actividad de fusiones y adquisiciones, en comparación con el primer trimestre de 2022. Los operadores de M&A de Europa, quienes siguen enfrentándose a más perturbaciones e incertidumbre, obtuvieron unos resultados inferiores a los de su índice en 7,4 puntos porcentuales, con 30 operaciones cerradas en el primer trimestre de 2023. Esto supone un importante descenso del 39% en volumen, en comparación con el primer trimestre de 2022.
Beatriz Pavón, responsable del área M&A de WTW para la región mediterránea, ha asegurado que el fuerte descenso de las operaciones de fusiones y adquisiciones cerradas este trimestre tiene una explicación clara: «Es el efecto inevitable de la resaca tras un asombroso 2021. Situación que se ha visto agravada, además, por las dificultades macroeconómicas y geopolíticas que afectaron al mercado el año pasado”.
Al mismo tiempo, los mercados de fusiones y adquisiciones distan mucho de estar cerrados. Según Pavón, el número de operaciones en curso no ha disminuido en absoluto, pero muchas han avanzado más lentamente hacia su conclusión, o se han detenido, ya que «los compradores adoptan un enfoque más prudente y aplican una política de esperar y ver». Los responsables de las operaciones siguen siendo bastante optimistas y creen que la actividad M&A aumentará en el segundo semestre de 2023, a medida que los mercados se estabilicen y los tipos de interés se nivelen”.
La necesidad de adoptar nuevas tecnologías y talento, llegar a nuevos mercados y reinventar las cadenas de suministro para aumentar la resiliencia ha hecho que las operaciones intersectoriales alcancen su nivel más alto desde que comenzó el estudio de fusiones y adquisiciones de WTW en 2008.
Los datos de WTW también muestran que el tiempo medio para cerrar operaciones en el primer trimestre de 2023 ha sido el más lento desde 2008, ya que el 71% de todas las operaciones tarda ahora al menos 70 días en completarse, comparado con el 53% de hace menos de 18 meses. Esta tendencia está directamente relacionada con el aumento de las adquisiciones intersectoriales, que suelen requerir más tiempo de evaluación y valoración antes de cerrarse, así como con la necesidad más generalizada de una due dilligence sólida, tanto desde el punto de vista del rendimiento como de la gestión de riesgos.
Según Beatriz Pavón, hay enormes oportunidades a explorar para adquirir empresas, especialmente corporaciones y fondos de capital privado con altos niveles de capital. Algunos sectores que han resistido o se han beneficiado de la pandemia, como el tecnológico o sanitario, podrían seguir experimentando una fuerte demanda. «También se espera una consolidación definitiva en el sector bancario, mientras que el sector de la tecnología, los medios de comunicación y las telecomunicaciones (TMT) nunca ha estado tan en auge», afirma.
Además, piensa que para los compradores que persiguen acuerdos en el incierto clima económico actual, será muy importante llevar a cabo una due dilligence disciplinada y profundizar en las debilidades potenciales del objetivo. Retener e integrar a los nuevos empleados una vez cerrada la operación también será fundamental para que la adquisición aporte valor, sobre todo si lo que se busca es potenciar el talento mediante la adquisición. En este contexto, es prioritaria una política de incentivos de retención bien elaborada, especialmente en el ajustado mercado laboral actual.
La metodología empleada en Monitor Trimestral de Desempeño de Transacciones de WTW comienza con un análisis realizado siempre desde la perspectiva del adquiriente. Una vez dado el primer paso, la evolución del precio de las acciones en el estudio trimestral se mide como variación porcentual del precio de las acciones desde seis meses antes de la fecha del anuncio hasta el final del trimestre. Entonces se eliminan todas las operaciones en las que el adquiriente posea menos del 50% de las acciones tras la adquisición, por lo que no se han tenido en cuenta las compras minoritarias. También eliminan todas las operaciones en las que el adquiriente posea más del 50% de las acciones antes de la adquisición, por lo que no se tienen en cuenta las compras restantes.