La pandemia que hemos vivido los últimos dos años ha puesto de manifiesto la relevancia del sector salud y también ha atraído la atención de los inversores. Según el último informe de Bain & Company sobre el mercado de capital privado de salud, el número de acuerdos aumentó en un 36%, hasta los 515 frente a los 380 del año anterior, donde su valor total revelado se duplicó con creces, pasando de 66.000 millones de dólares a 151.000 millones de dólares.
En cuanto al valor medio, este se disparó en un 134%, principalmente por las 5 adquisiciones que hubo superior a los 5.000 millones de dólares. Además, la rentabilidad del sector sanitario se ha mantenido fuerte y las valoraciones han alcanzado máximos históricos. Sobre sectores específicos, los proveedores sanitarios y la biofarmacia fueron los que más crecieron en 2021.
Según indican las conclusiones, esta alza se dio gracias a que en 2021 los inversores volvieron a encontrar focos de valor y a ganar confianza en los activos centrados en la detección y el tratamiento de las variantes del COVID-19. Ese aumento del optimismo en el mercado se tradujo en una mayor disposición a realizar grandes operaciones en el sector de la salud, después de una pausa en 2020, cuando los 10 principales contratos representaron sólo el 43% del valor total revelado, y sólo una transacción superó los 5.000 millones de dólares. Pero el escenario fue distinto en 2021, dado que como los inversores contaban con bastante capital, el tamaño medio de las operaciones en todo el mundo aumentó a 695 millones de dólares, impulsado por contratos de más de 1.000 millones de dólares, muy por encima de la media de 296 millones de dólares del año anterior.
Por último, varias tendencias estructurales siguieron beneficiando a las empresas sanitarias: el envejecimiento de la población, el aumento de la incidencia de las enfermedades crónicas; el incremento de los niveles de renta y del acceso a la salud en los mercados emergentes; y las innovaciones digitales en los tratamientos y procesos operativos se combinaron para impulsar la demanda subyacente de toda una serie de bienes y servicios sanitarios.
Comportamiento de private equity en mercados desarrollados
Desde una perspectiva regional, Europa batió todos los récords en 2021, con un incremento del 49% en el recuento de acuerdos y un aumento del 86% en el valor divulgado pasando desde los 14.000 millones de dólares a 26.000 millones de dólares del año anterior. Cuatro acuerdos de más de 2.000 millones de dólares representaron el 61 % del valor divulgado. Lo mismo ha ocurrido en Asia-Pacífico, que mantuvo un buen ritmo durante estos dos años, pero con un aumento significativo en el volumen de operaciones y en el valor de ellas.
Sin embargo, en Norteamérica fue un escenario distinto debido a la incertidumbre sobre el ingreso de pacientes y los márgenes de beneficios redujo el apetito de los inversores por el riesgo durante varios trimestres en 2020. No obstante, en 2021 se evidenció un aumento en el tamaño medio de las operaciones, duplicándose hasta los 1.500 millones de dólares.
Private equity global
El ritmo del sector de la salud fue similar al del capital privado mundial en general, que también se recuperó en 2021. Las operaciones en todos los sectores aumentaron hasta 2.277 en 2021, frente a las 1.586 del año anterior, mientras que el valor de los contratos revelado se duplicó con creces, hasta 1.011 billones de dólares, frente a los 469.000 millones de dólares de 2020.
Como resultado, el volumen de operaciones de la industria médica como parte del volumen total de operaciones de la industria se redujo ligeramente al 23% en 2021 desde el 24% del año anterior. Sin embargo, la proporción del valor declarado del sector sanitario aumentó hasta el 15% del valor total, frente al 14%, ya que se cerraron muchas operaciones en este ámbito.
La pausa en 2020 fue una reacción natural de los inversores del sector salud ante una crisis que se produce una vez por generación. Volver al campo en 2021 también tenía sentido, dada la resistencia de la industria y el ritmo de innovación en casi todos los sectores. En medio de la agitación de la continua pandemia, los inversionistas mantuvieron la calma y confirmaron su confianza en el vigor del sector a largo plazo.