El año pasado fue difícil para la mayoría de los tipos de activos, incluyendo la deuda de mercados emergentes (EMD, por sus siglas en inglés). Los mercados se han recuperado un poco en el primer trimestre de 2019, por lo que NN Investment Partners (NN IP) mantiene un enfoque constructivo para la EMD. Su visión se basa en fundamentales sólidos, factores técnicos fuertes y valoraciones atractivas y confía en que un acercamiento selectivo es la mejor forma de maximizar los retornos de las inversiones.
Prácticamente todos los mercados emergentes tuvieron que afrontar desafíos importantes en 2018. La normalización de la política monetaria de la Fed hizo que se estrechara el diferencial de crecimiento entre mercados desarrollados y emergentes, y la subida de los tipos de interés estadounidenses perjudicó a las divisas de estos últimos. A esto se unieron los riesgos geopolíticos, especialmente la guerra comercial, y los factores técnicos, que llevaron a los gestores de fondos a vender sus posiciones en los últimos meses del año.
El diferencial de crecimiento se ampliará
En las dos últimas décadas, los sub-activos de mercados emergentes en moneda fuerte nunca han experimentado dos años consecutivos de retornos negativos. Esto sustenta las perspectivas positivas de la gestora, que, para este año, prevé un crecimiento económico global cerca del potencial y considera que el diferencial de crecimiento entre desarrollados y emergentes reanudará su tendencia positiva.
Como había proyectado, en el primer trimestre del año, se produjo una recuperación de los flujos de capital, los cuales, para NN IP, deberían seguir siendo un factor importante para impulsar los retornos. Además, la pausa de la Fed permitirá que los bancos centrales emergentes (especialmente en los países con grandes déficits de cuenta corriente) tengan espacio para evitar el endurecimiento o, incluso, relajar las condiciones monetarias.
Una solución para el conflicto Estados Unidos-China
La gestora cree que habrá una resolución favorable de las tensiones comerciales EE.UU.-China en el corto plazo, lo que debería potenciar la confianza de los inversores y mejorar las perspectivas de crecimiento del comercio global. Además, considera que habrá una ralentización en China este año. “Siempre hemos considerado que China se ralentizará estructuralmente mientras su economía vaya equilibrándose y pase de un modelo basado en las exportaciones a uno más conducido por la demanda interna”, señala NN IP en un reciente análisis. Aun así, considera que sigue siendo una de las economías con mayor velocidad de crecimiento y espera que los efectos de sus políticas de estímulo fiscal empiecen a verse en los próximos meses.
En deuda emergente, la gestora se inclina por bonos soberanos en moneda fuerte y crédito corporativo. “La inversión en moneda fuerte está sujeta al riesgo crediticio, pero cuando se invierte en divisa local, el mayor riesgo es el riesgo divisa”, asegura.
El foco en los mercados frontera
Dentro de la inversión en moneda fuerte, NN IP apuesta por los mercados frontera, ya que opina que las fuertes dinámicas de crecimiento, la menor necesidad de préstamos fiscales y el apoyo de socios desarrollados sostendrá las métricas crediticias. Además, con el desarrollo de proyectos como la Belt and Road Initiative de China, estos mercados han conseguido un mayor acceso a la financiación de infraestructuras. A esto se une que cerca de un tercio de ellos están implementando reformas fiscales y estructurales con la ayuda del FMI. Es el caso de los países que prefiere la gestora: Egipto, Costa de Marfil, Argentina y Ghana.
El crédito corporativo en mercados emergentes cuenta con factores técnicos favorables y las bajas expectativas de default sostienen la reciente compresión de los spreads al tiempo que ofrecen un valor relativo atractivo. NN IP piensa que, añadiéndolo a sus carteras, los inversores pueden aumentar la rentabilidad y la diversificación. En concreto, sobrepondera Brasil y China.
Un enfoque selectivo
Con todo, la gestora mantiene una perspectiva positiva para el resto del año y advierte a los inversores de la importancia de ser selectivos para evitar los riegos específicos de los países. Con la expectativa de un acuerdo comercial Estados Unidos-China en el horizonte y buenos fundamentales, cree que los inversores deberían permanecer sobreponderados en deuda emergente y considerar aumentarla en moneda fuerte, mercados frontera y crédito corporativo.
En ese sentido, el NN Emerging Markets Debt Hard Currency invierte en instrumentos de deuda denominados principalmente en dólares y emitidos por países en desarrollo con ingresos bajos o medios, de América Latina, Europa del Este, Asia y África. Su objetivo es lograr crecimiento de capital a largo plazo y cuenta con una rentabilidad anual del 3,65% y del 7,34% a tres años.
Mientras, el NN Frontier Markets Debt Hard Currency sigue la misma estrategia, pero en el ámbito de los mercados frontera, que suelen estar en una fase temprana de desarrollo y se espera que crezcan más rápido que los países emergentes y desarrollados. Su rentabilidad anual es de 2,99% y sube hasta el 9,94% a tres años.