El interés por los productos de inversión con criterios ESG se ha estancado en los dos últimos años, incluso entre los inversores más jóvenes, que han sido los más entusiastas con estas estrategias. Sin embargo, sigue existiendo una gran oportunidad de asesoramiento para los principios más amplios de este tipo de inversión, según el estudio Cerulli Edge-The Americas Asset and Wealth Management.
La preferencia por la inversión ESG cayó ligeramente en 2023, cuando pasó del 48% al 46%, en medio de un creciente escrutinio político y financiero. Sin embargo, los menores de 40 años siguen siendo percibidos como el grupo más apasionado por las cuestiones relacionadas con las temáticas ESG, sólo el 66% sigue prefiriendo la inversión consciente en este rubro (por debajo del 72% del año anterior), marcando un segundo año consecutivo de disminución del interés. Mientras tanto, los hogares de más de 50 años se mantienen en un 44% de apoyo, con un 13% que expresa un fuerte apoyo.
Sin embargo, “sigue existiendo una gran oportunidad para el asesoramiento, en particular entre los Millennials, que son cada vez más ricos y más propensos a buscar asesoramiento financiero formal que en años anteriores”, agrega la consultora internacional.
El estudio de Cerulli revela que un 49% sigue prefiriendo no invertir en empresas que fabrican productos que consideran “censurables”. Esto incluye al 42% de los inversores autónomos, que probablemente investigan estas empresas antes de tomar decisiones de inversión.
Aunque el deseo de evitar empresas cuestionables es más fuerte entre los que tienen menos de 250.000 dólares en activos invertibles (54%), es relativamente popular en todo el espectro de activos, siendo los inversores que tienen entre uno y dos millones de dólares en activos invertibles los menos propensos (46%) a tener esta preferencia activa.
Por otra parte, el 67% de los inversores dicen que prefieren invertir en empresas que pagan a sus trabajadores un salario justo o digno.
«Sigue existiendo una población considerable de inversores que valoran los criterios ASG, en particular los centrados en cuestiones medioambientales y de salarios dignos, aunque de otro modo no estarían interesados en convertirse en inversores ESG», afirmó Scott Smith, director de la consultora. «Esto abre la posibilidad de que tanto los asesores como los proveedores ayuden a los clientes interesados a encontrar inversiones que respondan a esos valores, creando así una solución de cartera más personalizada al tiempo que conocen a sus clientes como personas más allá de una simple relación transaccional», concluyó.