El huracán Harvey, el más potente sufrido por Texas en más de medio siglo, ha pasado una enorme factura a la población y los inmuebles, segando medio centenar de vidas y destruyendo unas 200.000 viviendas. Su paso también dañó la infraestructura energética del Golfo de México.
Con el 18% de la producción de petróleo y aproximadamente el 4% de la de gas natural, el Golfo continúa siendo una región clave para el sector energético de EE.UU., explica en un análisis de mercado NN Investment Partners.
Para la gestora, la gravedad de la situación se vio acentuada porque el impacto de Harvey no se limitó a las instalaciones de extracción situadas en la plataforma marina continental. Después de hacer tierra, interrumpió la actividad en regiones clave para la producción de shale gas como Eagle Ford, de forma que el trastorno causado sobre la producción onshore (a diferencia de lo sucedido con la offshore) fue superior al de huracanes anteriores.
Por eso, dice, la revolución que representa la producción a partir de esquistos y la relevancia de EE.UU. como productor determinante del precio marginal en el mercado mundial también han elevado el perfil de estas tormentas, cuyo impacto es ahora más global y no sólo doméstico.
“Estados Unidos se ha convertido en el mayor exportador mundial de productos petrolíferos, por lo que las interrupciones en sus refinerías, producción, oleoductos y puertos repercuten también en el extranjero. A finales de agosto estaba cerrada casi el 25% de la capacidad de refino del país, privando con ello al mercado de unos 4,4 millones de barriles diarios de productos refinados”, reza el informe.
Cierres de refinerías
En cambio, y pese a los cortes registrados en la producción, la cotización del crudo West Texas Intermediate (WTI) ha sufrido presiones a la baja. Para los expertos de NN IP, esto se debe a que la interrupción estimada en la producción de petróleo, que a finales de agosto rondaba el millón de barriles diarios, fue muy inferior a la reducción en la demanda de crudo como consecuencia de las paradas más amplias en la actividad de refino.
“Al efecto negativo de estas paradas se une el cierre simultáneo de oleoductos y puertos estadounidenses, factores que conjuntamente elevan la presión sobre los precios del crudo ligero”, explican.
Paradas de mantenimiento
Estas perturbaciones se produjeron en un momento en el que la demanda de crudo estaba ya nivelándose. Con la temporada de desplazamientos por carretera llegando a su término, las refinerías estaban a punto de iniciar sus operaciones de mantenimiento anual. La cotización del Brent del Mar del Norte, la otra referencia internacional para los precios del crudo, también había disminuido.
Las consecuencias inmediatas de Harvey hicieron caer la cotización del WTI más que la del Brent, que se ha recuperado algo desde entonces. Las interrupciones en EE.UU. afectarán previsiblemente también a la demanda de las refinerías europeas y asiáticas, que aumentará.
Otro factor que suavizó la caída del Brent fueron los recientes ataques a campos petrolíferos en Libia, que redujeron la extracción de crudo en unos 350.000 barriles diarios.
Los efectos sobre la demanda
Como resultado de estas dinámicas, dice NN IP, la brecha entre los precios del Brent y el WTI se amplió tras el huracán. La firma estima que es probable que el arbitraje de precios del mercado mantenga este diferencial dentro de unos límites, así como que la demanda de WTI aumente una vez se reanuden la producción de petróleo y la actividad en las refinerías y los puertos.
“Atendiendo al pasado, la oferta tendería a normalizarse en un mes o así, mientras que la situación de la demanda podría llevar varios meses. Esto, unido a una posible reversión del posicionamiento especulativo neto, largo en WTI, podría mantener los precios bajo presión en los próximos meses. En la actualidad, el impacto de Harvey es incierto. El huracán Irma, por su parte, asoló el Caribe antes de dirigirse hacia la costa oeste de Florida, recordándonos que la temporada de huracanes no ha hecho más que empezar”, explica.
Dinámica del mercado y los fundamentos
Los huracanes han compartido titulares con la tensión internacional sobre las pruebas de misiles de Corea del Norte.
“Estos riesgos constituyen un contrapeso a sólidos datos fundamentales que de suyo justificarían adoptar un posicionamiento más optimista ante la renta variable como clase de activo. Nuestra evaluación macroeconómica sigue haciendo una distinción importante entre los fundamentos de las distintas clases de activos, que por lo general son positivos, y la dinámica del respectivo mercado, que es negativa. Salvo para la renta fija privada, ya que en este caso tanto sus datos fundamentales como la dinámica del mercado invitan al optimismo”, concluyen.